Capítulo 41

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MADDY

Travis vuelve a la casa por la noche, escucho sus pasos hacer el trayecto a mi recámara, donde ya estoy acostada dispuesta a descansar después de un largo día. Le toma unos minutos llegar a la habitación, su cuerpo se recarga en el marco de la puerta y me volteo hacia el otro lado de la cama para verlo y ofrecerle una vaga sonrisa.

—Hola.

Menciono y es suficiente para que él se aleje de la puerta y venga a la cama conmigo.

—Hola —responde, su cuerpo hunde un espacio de la cama y Travis se inclina para darme un beso que acepto de inmediato, su mano se enreda en mi cabello y lo acaricia suavemente—. ¿Cómo ha estado tu día? Siento haberte dejado.

—Descuida, ha ido bien. Entiendo que hayas tenido que irte por trabajo. —Respondo y hay un breve silencio—. ¿Ha sido un día cansado?

Atisbo una mueca en sus dulces labios.

—Algo así, pero no me quejo —concluye y vuelve a inclinar para besarme, esta vez profundiza más el beso entre los dos—. Te extrañé...

Murmura entre mis labios y su mano, la cual estaba antes en mi cabello recorre mi nuca hasta mi espalda baja para atraerme a él, una de mis manos se coloca entre su firme y fuerte brazo, pronto su boca comienza a dejar un rastro de besos por mi mandíbula y mi cuello, ladeo un poco la cabeza para permitirle besar mejor mi cuello, amo el roce de sus labios sobre mi piel, es cuestión de segundos para que mi cuerpo se vea reaccionando a él y el deseo llegue, cuando Travis deja con delicadeza una parte muy sensible de mi cuello, un gemido se me escapa, él se las ingenia para girar sobre la cama y hacer que mi cuerpo quede sobre el suyo, al quedar sentada en su cuerpo, Travis me observa con admiración en su mirada y provoca una sensación nueva en mí.

Es tan dulce la manera en que me mira y nunca antes otro hombre me ha mirado de la forma en que él lo hace que me cohíbe de cierto modo pero me encanta, me hace sentir especial y única, como si sólo existiera para él y fuera la chica más hermosa que él ha visto en su vida.

Me inclino dispuesta a besarlo, Travis acepta mi boca de inmediato, su lengua roza con la mía y el beso toma un nuevo rumbo, sobre todo cuando sus manos acarician mis muslos desnudos y comienzan a subir lentamente, mi piel se vuelve cálida y cuando una de sus manos entra por dentro de mi blusa y acaricia uno de mis pechos desnudos otro gemido se me escapa pero Travis lo apacigua con nuestro beso, comienzo a dejarme llevar cuando su mano masajea mi pecho y juega con mi pezón, un gruñido se escapa de él cuando comienzo a mecerme sobre él y siento su erección.

Este hombres es tan...

Su otra mano hace el mismo recorrido que la anterior y llega a mi otro seno, donde le da un tirón al pezón y de nuevo gimo, sus manos comienzan a masajear mis pechos y me dejo llevar por la agradable sensación un gruñido se me escapa cuando sus manos dejan de acariciarme, Travis recorre mi cintura y me seca la vieja playera que traigo puesta, dejándome solamente en ropa interior, siento una pequeña rafaguita de frio al estar desnuda pero rápidamente es reemplazada por una cálida sensación, la fricción de su ropa interior con la mía se siente tan bien y de tan solo imaginar su cuerpo completamente desnudo sirve para excitarme, sobre todo cuando siento su lengua chupar mi pezón y succionar, echo la cabeza hacia atrás y me muerdo el labio al tiempo que un gemido nuevo se me escapa, Travis masajea mi otro seno y la sensación de cómo su mano toca hábilmente mi piel es fabulosa, hace lo mismo con mi otro seno y después una de sus manos recorre mi abdomen y me acaricia por encima de la ropa interior.

—Mmm... estás tan húmeda... —comenta con voz ronca, al retirar su mano siento su erección crecer debajo de mí. Atisbo una sonrisa juguetona en su boca, le ayudo a despojarse de su ropa interior mientras él se saca la playera y también me deshago del resto de mi ropa quedando los dos desnudos.

La Luz de Mi TormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora