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—¿Estás segura que quieres ir tú sola? — asentí, tomé de mi vaso de jugo de naranja natural, que Taehyung se había molestado en hacerme

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—¿Estás segura que quieres ir tú sola? — asentí, tomé de mi vaso de jugo de naranja natural, que Taehyung se había molestado en hacerme.

—Me voy, llegó tarde a la cita — me levanté, camine hacia él y le dejé un beso en su mejilla, él sonrió.

—Por cierto, ¿Si vienen tus padres, que les digo? — tomé mi bolso y mi suéter.

—Diles que vengo en la tarde, después de la cita, tengo que ir a un lugar — Taehyung soltó un ligero suspiro. Oh, aquí viene la reprimenda.

—Lisa, no creo que sea bueno que vayas a la empresa de ese imbécil — su voz parecía estar tranquila, pero sé que estaba enojado y preocupado.

—Tengo que recoger las últimas cosas que se me quedaron ahí — dije. —Adémas, no lo voy a ver a él, le diré a la recepcionista que me las entregué.

—Confío que así será — asentí.

—Me voy.

Después de volver a despedirme de Taehyung con la mano, salí, mirando el bonito coche que mi madre me había regalado, pero que sólo lo utilizaba en momentos importantes, como este, claramente.

Subí al auto, dejé mi bolso y suéter en el asiento del copiloto, metí las llaves en el contacto y lo encendí. Sí bien, papá me había enseñado a manejar desde hace mucho, pero siempre preferí irme en autobús o simplemente, tomar un taxi.

Comencé a conducir, no tarde mucho en entrar a carretera. Aproveché cuando estaba en un semáforo, para mandar la dirección que me mandó mi doctor; al GPS del auto, el cuál rápidamente me indico por donde ir.

Al llegar al consultorio de este doctor, me sorprendió un poco al ver que era un enorme hospital y que tenía las iniciales de su apellido. Tomé mi suéter, colocandomelo antes de bajarme. Las temperaturas habían cambiado radicalmente, así que por ende, debía cuidar mi salud, para que mi bebé no sufriera las consecuencias de dichas irresponsabilidades.

Bajé del auto, tomando mi bolso y caminando hacia la entrada, no sin antes, ponerle seguro a mi coche. Al entrar, el aroma a limpio, inundo mis fosas nasales, haciéndome sonreír. Amaba la limpieza.

—Disculpe, ¿Puedo ayudarla en algo? — miré rápidamente a la chica, una beta; que estaba hablándome. La recepcionista.

—Oh, sí... verá, tengo una cita con el doctor de ginecología y pediatría — asintió, tecleo algo en su computadora y después me miró.

—Vaya por el pasillo ocho, caminara todo derecho hasta llegar al fondo, ahí está la puerta del señor Kim — asentí.

—Gracias — hice una reverencia.

—Estoy para servirle.

Cómo dijo, empecé a caminar por dicho pasillo, mi mirada se perdía en los bonitos cuadros que habían en la pared, no todos estaban juntos, parecían haber sido alejados para no dar una mala impresión y que se apreciarán mejor.

Al llegar a la última puerta, ví unas letras con está: “Doctor Kim”.

Acerqué mi mano y golpeé tres veces con el puño.

—Adelante — la voz detrás de la puerta, me hizo tomar un poco de aire y girar el pomo, para después, entrar.

El aire fresco del sistema de aire, me hizo tomar una larga bocanada de ese aire. Fresco, muy fresco.

Mi vista se poso rápidamente en el hombre que tenía la bata blanca, y que tenía la cabeza agachada, mientras escribía algo en una hoja.

—Tome asiento, por favor — señaló la silla enfrente de su escritorio, pero sin mirarme.

—Oh, claro — cerré la puerta y camine hasta sentarme en dicha silla. La habitación quedó unos momentos en silencio, lo ví recoger el papel y guardarlo en un cajón, para después, levantar la cabeza y mirarme.

—Oh, vaya... — alcé las cejas, incrédula. ¿Qué significaba eso?

—¿Disculpe? — pregunté, confundida por su reacción al verme.

—Oh, lo siento, es que... — sonrió. —Es muy bonita — oh, dios...mis mejillas. —Perdone por el atrevimiento, no pude contenerme.

Volvió a sonreír y noté los hoyuelos que se formaron en sus mejillas. ¡Qué lindo!

—Bien, volvemos al tema principal — carraspeó su garganta y acomodó su bata blanca, metiéndose más en el tema profesional que había dejado ir por unos momentos. —¿Su cita es sobre...?

—Oh, yo soy Lalisa Monoban, el doctor Sam, me dijo que usted llevaría el control de mi embarazo aquí en Corea — expliqué.

—¡Oh, así que tú eres la Omega de la que tanto me habló mi colega! — rió ligeramente, al igual que yo.

—Sí, soy yo.

—Bueno, ¿Cuántos meses tienes? — preguntó, sacando una libreta, anotó mi nombre y espero.

—Tengo tres meses, apenas voy a cumplir cuatro meses — expliqué.

—Bien, por cierto, ¿Y su Alfa? Debería de estar aquí para un momento tan importante como el tercer ultrasonido de su bebé — baje un poco la cabeza y negué.

—Su padre...su padre no quiere aceptarlo... sólo descarté el hecho de que no está aquí — respondí, sin ser muy dura y fría con mi respuesta.

—Oh, claro, claro...una disculpa — añade rápidamente.

—¿Cómo se llama? — él levanta la cabeza y me sonríe.

—Mucho gusto, soy Kim NamJoon, tu nuevo doctor.

—Mucho gusto, soy Kim NamJoon, tu nuevo doctor

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—LaOmmaChida💜💜✨✨✨

¡Los amo! Besos. 💋💋💖💖💖💖

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»Alfa + Omega = Desastre ✔️ +18 [ Lizkook ] [ Omegaverse ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora