Los Chicos Guapos También Lloran

Capítulo 19

  —¡Me imagino tu cara cuando viste a Joshua en lugar de la maestra! —Se reia Kris.

  —Callate, ella otra vez me vió la cara de idiota, detesto eso —dije recostandome en el suelo con las manos tras la cabeza.

  Estábamos en el piso de su habitación con algunas almohadas, yo tendido sobre el suelo y ella sentada con las piernas cruzadas, con la luna llena como unica fuente de luz, colandose por la parte de su ventana que no cubria el follaje del arbol de mapple. Traía puestos sus enormes pantalones de tela afelpada y una camiseta igual de grande con el estampado de los zombies de la serie The Walking Dead.*

  —Debe estarte matando que siga rehuyendote —se volvió a reir.

  —Ni que lo digas, que falta de respeto a este monumento andante —puse cara de incredulidad.

  Durante nuestras conversaciones en esos días, había descubierto mas cosas de Kris de lo que habia sabido desde que la conocí.

  Y aunque no lo admitiría en ese momento, tambien habia hablado mas de mí de lo que nunca lo había hecho, incluso con Mark.

  Había comenzado no solo a disfrutar las visitas nocturnas a Kris, sino a esperarlas.

  A desearlas.

  —Asi que... —tanteé— ¿Que tal se esta por tando el zoquete Mark?

  —Tu sabes que siempre es muy dulce... siempre es amable —bajo la mirada.

  —¿Pasa algo? —pregunté.

  —¿Que? No, para nada, todo esta bien. Me invitó al centro comercial este fin de semana. Tiene que comprar algunas cosas y lo acompañaré.

  —¿No deberias estar feliz? No se si eso pueda considerarse una cita, pero a mí me lo parece.

  —No lo sé, nunca me ha mencionado nada directamente. El sigue pensando que estoy enamorada de alguien más, ni siquiera sé si pensará que eres tú o no, nunca me lo ha preguntado directamente. Creo que solo lo hace para subirme el animo, sin importar el motivo.

  —Ya veo. Pero aun así, definitivamente tiene que sentir algo por tí, o si no ¿por qué otra cosa podria haberse mantenido indiferente con otras chicas en estos días? Y mira que hace solo un par de días él estaba ahí cuando ocurrió otra escena con una chica, y por primera vez desde que recuerdo, solo dejo que se fuera sin consolarla. Yo creo que se debe a una de dos: o se volvió impotente o porque piensa en ti.

  —No lo sé Ángel, pero me gustaria averiguarlo pronto. Esto de estar jugando a la necesitada no me gusta, me hace sentir que soy una doble cara.

  —No lo eres, si al caso seré yo, que fue mi idea, y aquí me tienes fresco y confiado —le guiñé un ojo—. Tú solo confía.

  —Esta bien —guardo silencio, sopesando sus palabras antes de mirarme de medio lado—. Oye, ¿te puedo preguntar algo?

  —Lo que quieras Austen.

  —¿Que sienten los chicos cuando estan con una chica?

  —Te refieres a sexo?

  —Si.

  —Mm... pues es muy variado. No todos sentimos lo mismo, es diferente para cada cuerpo, y hay más de un tipo de orgasmo. Pero eso no es algo que tus oidos inoscentes deban escuchar.

  —Dijiste que me darías información exclusiva del gremio masculino, asi que hago uso de esa clausula del contrato verbal.

  —Hey alto ahí, que esa es una restricción del contrato.