¿Sin suerte?

27

Esto era increíble... odio mi vida.

Después de aterrizar en el sótano pase toda la navidad postrada en una cama y lo único bueno que saque de mi casi muerte fue una indemnización de ciento cincuenta mil dólares. Así como lo oyen, pero no puedo tocar ni un centavo porque mi madre lo ha depositado y ya esta pensando en que le daremos uso.

Hay que joderse...EL DINERO ES MÍO.

Mientras todos festejaban la entrada del nuevo año yo estaba sola en mi habitación molesta con el mundo hasta que Lucas entro a hurtadillas.

- Deja ésa cara muñeca que cuando te mejores prometo llevarte a donde tu quieras. - Había dicho recostandose a mi lado en la cama.

- A Disney - articule haciendo un puchero y mi novio negó.

- Estás pidiendo mucho, pero algún día cuando tenga dinero te llevaré para que golpees a Mickey - murmuro dandome suaves besos en los labios, pero el momento duro poco porque un hijo de la gran puta tiró unos petardos por mi ventana y termine gritando.

Segundos después Lucas termino escondido debajo la cama mientras entraba mi madre a la habitación.

- ¿Estás bien?

- Sí - respondí molesta.

- No me digas que ésa cara es porque tus pechos siguen pequeños.

Abrí mis ojos como platos.

La madre que la engendro ya yo no me quejo de mis nenas, carajo.

- Mamá... ya eso no me importa - dije entre dientes para que se callara.

Mi madre se sento en la cama. ¡Qué se vaya!

- Ellas creceran...

- A mi no me importa ya...

Puso una mano sobre la mía.

- Eso decía yo. A mi tampoco me crecían y preguntale a tu padre el uso que le da.

Madre santísima. Yo no quería saber eso.

Abajo la cama escuché como Lucas aguantaba la risa y comencé a toser para que no lo escuchara.

Maldito desgraciado.

- Ésta bien mamá, pero por favor dejame sola. Feliz Año Nuevo. - Me dio un abrazo y se fue cerrando la puerta.

Tragame tierra solo a mí.

Lucas asomo la cabeza por debajo de la cama y me sonrió. No dijo nada gracias a Dios y ése día se quedo conmigo. Dormi en sus brazos y fue algo tan hermoso solo que cuando desperte ya no estaba.

***********

Ahora les diré porque odio mi vida y es porque hoy estamos a enero, y ése es el mes de mi cumpleaños. No es que no me encanta cumplir, no es eso si no que a toda mi familia se olvido de mi happy birthday too you y se fueron a visitar a una de mis tías. Mientras que Bryan debe de estar tirandole de su poderosa telaraña a alguna chica, asqueroso.

Feliz cumpleaños, muñeca. Mi novia se esta poniendo vieja, pero más guapa.

Lucas fue el único que se acordo de mí y eso me emociono muchísimo. Por ésa única razón estaba que saltaba de una pierna porque con la otra todavía cojeo un poco. Ni modo las recuperaciones son largas.

Mi móvil sono y era el dueño de mis sueños eróticos, Lucas.

- Vistete que hoy vamos a celebrar tus diecisiete - dijo tan pronto conteste.

Miré por la ventana y estaba lloviendo a cántaros.

- No voy a salir. ¿A dónde me vas a llevar? - pregunté malhumorada.

- Puedo llevarte al centro comercial.

Miré mi móvil como si hubiera tenido ojos para verme-. Al centro comercial puedo ir todos los días. Mi respuesta es no.

¿A quién carajo se le ocurre celebrar un cumpleaños en las tiendas? ¡ES DEPRIMENTE!

- Quieres ir a McDonalds.

¿enserio?

- No.

- Vamos al pulguero.

Pulguero es un lugar donde venden de todo, pero super barato.

- Esta lloviendo, Lucas.

Era ilógico, los pulgueros son al airé libre que quiere mojarme entera. Será animal.

- Dana, estoy intentado animarte vistete que yo me invento algo. - Colgó y quise gritar de la impotencia.

Te odio, pero a la misma vez te quiero imbécil.

*******

Ya dentro del auto protegiendonos de ésta maldita lluvia Lucas manejaba tenso. Si que se tense porque estoy de muy mal humor.

- En centro del pueblo hay una heladeria nueva. Te comprare el de fresa que tanto te gusta.- Me dio un beso en los dedos y yo suspire.

Cuando llegamos a la heladeria todavia seguía lloviendo y yo miraba a la calle con rabia.

- Tengo paraguas no te preocupes. - Lucas salió del auto y afuera abrio la sombrilla. Dio la vuelta al auto para buscarme y al abrir la puerta quise convertirme en asesina.

¿Enserio pretende que los quepamos debajo de ésa cosa?

El mango del paraguas era tan pequeño que le llegaba a la mandíbula y la parte de arriba enorme. Era un paraguas deforme.

- NO VOY A SALIR. QUE SOMBRILLA MAS FEA - Me queje y él miro el mango.

- Bien que me saca de apuros - dijo tratando de no reír-. Ven - volvió a decir pareciendo un niño desamparado. Yo solo pude soltar una carcajada viendo lo tonto que lucía.

Él cerro la puerta y entro en la heladeria mientras yo seguía riendo. Cinco minutos después entro medio empapado con dos helados y con una sonrisa estampada en los labios.

- Disfrutalo, cariño - susurro dandome el helado y yo le di un beso en los labios.

- Gracias.

Nos comimos los helados que estaban malos, sabían a carton, pero no dije nada para no hacer sentir mal a Lucas. Por lo menos lo intentaba.

- Tengo que comprarle una hamburguesa a mi madre y luego seguimos.

- Porque no la compraste antes que cojones - dije furiosa y al momento que entramos al servi-carro. Lucas se trepo por toda la acera del lugar y hasta que no llego a la ventanilla el neumático no callo al suelo.

- Sigo diciendo que eres el peor conductor - dije riendo y él hizo lo mismo.

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Después de eso tomamos un hoyo y el cristal del retrovisor se callo, el auto se quedo sin airé y el bruto de mi novio abrió los cristales para que un auto pasare y nos mojara.

- TE VOY A MATAR LUCAS - grite en el estacionamiento frente a su casa.

Lucas solo pudo comenzar a reír.

- Es un cumpleaños especial.

Yo lo fulmine con la mirada y salí del auto bajo la lluvia. Él abrio la puerta y me invito a que me sentara en el suelo de la sala.

Que tierno, notese el sarcasmo.

- Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz, cumpleaños mi Dana, cumpleaños feliz. Pide un deseo, muñeca - dijo sentadose en el suelo conmigo con un pastel rosado en las manos.

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¿Qué tal el capi? Dos en un día se vale comentar y votar. Besos!!!