El mundo no estaba de mi lado y de eso estuve segura cuando llego floresito a mi casa hace unos días. Yo grite como si estuviera a punto de ser asesinada por un horrible criminal. Mi humor no rendía para más y mi hermano hizo el favor de sacarlo, pero la felicidad nos duro muy poco cuando a las seis de la tarde llego la madre del chico.
La mujer gritaba como si hubiéramos matado a su hijo. Mi madre se enputecio tanto que saco el salchichon del refrigerador y le dio con el en la cabeza.
Efectos de su arranque de furia.
Tiene que ir a charlas contra el coraje y una orden de alejamiento por ambas partes.
Eso me alivio suficiente.
Arturo no podría acercarse a mí por más que quisiera.
Ahora es plena noche y mañana vamos para la granja. Bien. Unos días sin clases, pero tuve que pedirle a mi madre permiso para quedarme en casa de Laura por una horrible razón.
Lucas me amenazo con contarle a mi padre que yo fui la que rompio el cristal de su auto. ¿Cómo lo supo? Ni idea, pero él muy desgraciado lo uso en mi contra porque no quería hablar con él.
Estoy vestida completamente de negro para salir a escondidas sin que Laura se diera cuenta. Ella esta en su cama durmiendo con la boca abierta y ya he perdido la cuenta del número de peos tóxicos que se ha tirado.
- Te amo Justin...bieber - murmuro cuando estaba a punto de darle vuelta a la manija de la puerta.
Oh my God está obsesionada.
Salí a hurtadillas sin hacer el mínimo ruido. Cuando logré salir de la casa camine a pasos agigantados para no encontrarme con algún... DELINCUENTE.
Lucas es mamón. ¿Cómo se le ocurre pedirme que salga sola en la noche?
Puedo encontrarme con algún violador, me pueden matar y vender mis organos a Japón, me pueden raptar algún alienígena y experimentar con mi cuerpo.
Si algo así me pasa juro que vengo de la otra vida solo para castrarlo.
Estaba aterrada y mucho más ahora porque un auto creo que negro porque con esta oscuridad no se puede ver mucho. Me estaba siguiendo desde que salí de la casa. ¿Qué hago? Últimamente estoy corriendo mucho y eso no es bueno para mi salud. Doble la esquina y el puto auto también la doblo.
Okay ahora si debo cagarme. Llame a Lucas, pero el imbécil no me tomo la llamada. Tal vez esta hablando con la rubia tetona.
Dana borra esos horribles pensamientos que te dañan la noche.
Podría gritar por auxilio, pero eso alertaria a mi captor y me cogería más rápido. Lucas no vivía tan lejos de la casa de Laura, una cuadra más y allí estaría.
Seguí caminando a paso lento para que no viera que me di cuenta de que me perseguía. Soy inteligente, lo sé. Cuando llegue a la casa de Lucas todas las luces estaban apagadas.
Que bien. Muy bien. Yo matare a alguien esta noche.
- Por fin llegas. Te tardabas mucho - dijo el infeliz del auto. Era el jodido sin músculos de Lucas. ¿me esta jodiendo? ¿Por qué no me dijo para montarme en su auto?
- Maldito infeliz sabes el susto que tenía por ver tu chatarra persiguiendome - dije dándole un golpe en el estómago. Él se quejo, pero me quede viendo lo bien que andaba vestido. Unos jeans negros y camisa roja ajustada a su cuerpo. ¿A dónde va?
- ¿Chatarra? Ésto es un clasico mamita y es durisimo - dijo dándole unos suaves golpes al capo y se escucho algo caerse. Cuando mire el mofle se le había caído.
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¿Sin suerte?
HumorSoy una chica normal de dieciséis años con problemas normales y una vida normal ni tanto que digamos. Soy la reina de la mala suerte y cuando digo mala suerte es que la tengo. Siempre me pasan cosan increíbles para no decir horribles, pero tampoco...