La granja puede ser un lugar hermoso, porque lo era, pero estaba pensando que los profesores nos trajeron aquí para castigarnos. Solamente había bajado los escalones del autobús y ya tenía razones para no visitar una granja.
Apesta
Hay mierda
Apesta
Los animales hacen mucho ruido
Apesta
La profe habla más pendejases sin todavía comenzar el recorrido.
Apesta.
¿Me entendieron? Esto aquí apesta y no un buen olor porque si fuera así yo no estaría quejandome mentalmente como condenada. ¿Por qué vine? Ah, sí, por evitar quedarme tomando clases y vine a tragarme esta pudrición monumental.
- En la noche quiero encontrarme contigo, Dana - susurro el moreno a mi oído y me dio escalofríos su aliento. No apestaba que conste.
- No creo que nos dejen - dije mientras observaba a todos los alumnos salir del otro autobús-. Nadie tiene que saberlo.- Beso mi mano y sonrió con ésa condenada sonrisa sexy que se gastaba.
Asenti. Claro que iría, salí a altas horas de la noche por Lucas el cara de mapache. ¿Por qué no lo haría por Jeremy?
- Buenos días jóvenes yo soy la señora Gertu y le mostrare todos los alrededores y su funcionamiento. Al final los dejare frente al lago para que monten sus casetas de campañas - dijo una mujer bajita de edad avanzada con un enorme sombrero que le tapaba todo el rostro.
Oh santísima mierda dejé mi caseta de campaña. Por razón Laura llevaba ésa enorme mochila, pensé aterrada.
Podría dormir con Laura. Bien, ya problema arreglado.
- Vengan - murmuro la señora llevandono hacía unos corrales de donde salía más peste que cuando yo uso el baño.
Ohh cerdos.
Los cerdos estaban comiendo algo color marrón sumamente asqueroso y ni siquiera se dignaban en mirarnos. Tal vez nos tienen rencor porque nos hemos comido sus parientes en navidad y casi todo el año. Algún día planearan una revolución para vengarse de nosotros.
- Estos cerdos son engordados...
Me desconecte totalmente y miré a mi alrededor. No tenía ganas de escucharla y bien podíamos hacer el recorrido más entretenido. Aunque no me convenía hacer algo estúpido otra vez.
- Ven vamonos. - Jeremy tomo mi mano y yo agarre a Laura por la camisa casi ahorcandola.
Salimos rápidamente del corral y miramos a todos lados. El lugar era apestosamente impresionante y hermoso a la vez. La granja estaba rodeada de muchos pastos verdes y dividida entre los distintos animales.
Vacas, gallinas, patos, gansos... y muchos más.
- Yo quiero ordeñar una vaca- Jeremy y yo miramos a mi amiga que observaba a todas las vacas con el trasero lleno de moscas.
Asqueroso. Así estaría nuestro trasero si no lo limpiaremos.
- No lo creo - dije caminando a grandes pasos para ver los otros animales.
- No seas tonta, Dana. Las vacas son inofensivas. Según el canal de Animal planet, muchas son como si fueran un perro.
- ¿Perros?- preguntamos el moreno y yo al unísono.
Laura asintió mientras abría el portón. - Ni se te ocurra.- La detuve y volví a cerrar el portón.
Yo no pienso entrar en donde están unos docenas de vacas dispuestas a todo. Además le tengo algo de miedo a las vacas.
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¿Sin suerte?
HumorSoy una chica normal de dieciséis años con problemas normales y una vida normal ni tanto que digamos. Soy la reina de la mala suerte y cuando digo mala suerte es que la tengo. Siempre me pasan cosan increíbles para no decir horribles, pero tampoco...