5

12.1K 852 68
                                    

¿Quién dijo que yo no me vengaria de Bryan? Parece que olvido que estuve cagando como pato amarrado en casa de su amigo, sin papel y termine sin pantis.

Hoy es el gran día de mi venganza y lo veré llorando por días.  Lo siento tanto hermanito, pero una tragedia involuntaria le ocurría a tu cabello.

Era hora de ir al colegio y ya Lucas había recogido a mi hermano.  Bien muy bien, pensé de manera maliciosa.   Tomé mi mochila y salí del comedor para rápidamente subir a su habitación.

¡Dios santo! ¿Quién murio aquí?  Olía a podrido santísima mierda.

El muy puerco tenía ropa tirada por todo el suelo y vasos por doquier.  Su cama era de una plaza y su pequeña mesa de noche tenía muchos cd de música y PlayStation.  No inpeccione nada más y fui directo a su comoda.  Encima estaban todos los productos que mi hermanito usa para su precioso cabello y me sentí en cielo.

Ven a mi gel, pensé divertida.

Me abalance sobre el y lo abrí para luego echarle una considerable cantidad de pegamento.  ¡Sí!  Cuando estaba a punto de cerrar la tapa del gel escuché la voz de mi hermano por el pasillo.

No tengo tiempo para escapar.

Corrí rápidamente y me lance como toda una nadadora cuando va realizar su clavado y me escondí debajo la cama. 

Bien, Danatella.  Ahora solo falta guardar silencio y que el idiota de mi hermano se vaya.

— ¿Estás seguro que no hay nada? — pregunto la voz inconfundible de Beatriz.

¡No!  ¡Que no venga a tener sexo! Cruce los dedos rogandole a Dios por su santísima misericordia.

— Claro que no hay nadie.  Mamá ya debe de estar llegando al trabajo,  Karen la recogió su amiga y la anormal de Dana tal vez ande corriendo detrás del autobús — explicó y Bea comenzó a reír.

¡¿Anormal?! ¡¿Yo?! ¡Anormal su madre! ¡Oh carajo es la mía también!  Yo que estaba teniendo cargo de conciencia por lo que hice.  ¡Ahora te jodes!

— Pues mi amor hazme tuya entonces — Comenzaron a escucharse unos ardientes besos que me dejaron de piedra.

¡Demonios tengo que ir al colegio! ¡Lo van hacer! ¡Los escucharé haciendo el chinito!

Vi las prendas caer al suelo y solteo un jadeó horrorizado.  No quería ser testigo de esto, señor Dios mío salvame.

— Dime mi amor, ¿Quién soy?

— Eres mi super hombre...mi súper macho...mi super man — dijo soltando unos suaves suspiros.

¿QUÉ?  OH MI DIOS SU SUPERMAN. NO JODAS BRYAN.

Quería reirme a carcajada limpia, pero tenía que ser fuerte.   Tome un paño blanco y me tape la boca con el, para evitar hacer ruido.  Cuando un extraño olorcito a mierda invadió mis fosas nasales.

¡Hijo de su madre! ¡Dejo un fucking calzoncillo sucio debajo la cama! Lo solte con horror e intenté no vomitar.

— Mi amor duro...más duro — decía Beatriz gimiendo como poseída y al parecer Bryan tenía turbo en su entrepierna porque el colchón se hundía una y otra vez.

¡Beatriz parecías tan inocente! Hasta cara de virgen tenía la descarada.

Bryan deberías quedarte impotente, pensé cansada de escucharlos gemir

— Dilo quiero escucharlo...

— SOY TU SÚPER CHICA — ohh santo cielos, Bryan tiene un serio problema.

¿Sin suerte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora