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⇝Al día siguiente, en la florería, Yoongi fruncía el ceño en desacuerdo, negándose a lo que su ayudante le decía.
—Sabes que no puedo, Tae —se cruzó de brazos, resoplando con las mejillas comenzando a teñirse de rojo. El sólo imaginarse a sí mismo en la situación que el castaño proponía, le hacía sudar las palmas.
—Pi-Piense que e-es una buena op-oportunidad de ha-hablar con él —lo animó, no queriendo rendirse tan rápido.
—¿Cómo voy a hablar con él, si ni siquiera puedo mantenerle la mirada? —insistió, gruñendo. —Es absurdo que lo intente, si ya conozco el resultado de eso —negó con la cabeza, bajando la vista. —Es mejor que lo entregues tú y salgamos de eso... También... he estado pensando en que... —sus ojos se desviaron al ventanal y más allá, donde se podía ver el restaurante Bon Apettit del frente. —Dejaremos de pedir el almuerzo al local de Jimin... Si él nos escuchó hablando, será muy incómodo continuar con ese tonto plan.
—Hy-Hyung... pero, él n-no se veía mo-molesto por eso —le recordó. —Inclu-cluso, le sonrió... y fu-fue una sonrisa mu-muy bonita.
—Cualquier cosa que él haga es bonita —puntualizó. —Pero, ya no podemos seguir con eso... Así que, si querías conquistar al dueño, tendrás que ir personalmente.
—¡Que n-no es a-así! —fue el turno de Taehyung para sonrojarse. —A-Además... aunque us-usted n-no le hable... au-aunque no le dig-ga nada... —retomó el hilo inicial de la conversación. —¿N-No le gustaría sa-saber cómo luce Ji-Jimin con un traje pu-puesto? —alzó y bajó sus cejas, cambiando su tono a uno más pícaro, haciendo al mayor rodar los ojos. —N-No puede ignorar que él e-es muy...
—Cállate —sentenció, al verlo gesticular con sus manos. —Yo no me ando fijando en esas cosas —sus orejas ardieron, recordando los vistazos a escondidas que le había dado al repartidor, aunque sin mala intención. Realmente, Jimin tenía un cuerpo increíble, como todo en él.
—¿Perderá l-la oportunidad d-de verlo a-así? —Yoongi pasó una mano por su frente, pensando en ello.
Tal vez, Taehyung tuviera algo de razón. Era una oportunidad única, y ni siquiera tenía que entablar una conversación con él. Sólo llegaría al salón y entregaría el ramo, marchándose tan rápido como llegó. Con un "hola" bastaría.
Una hora después, Yoongi presionaba fuertemente el volante de la pequeña camioneta de repartos, con las manos sudadas y sus nudillos tornándose tan blancos como una hoja de papel. Su rostro también estaba perlándose de un frío sudor y su estómago no ayudaba, retorciéndose en nerviosismo. Tenía menos de quince minutos para armarse del valor que carecía y caminar con la caja que contenía el ramo, directo hasta el salón de eventos frente a él; entregándole a Jimin, su pedido.
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Entre Lirios & Peonías [YoonMin]
Fanfiction[TERMINADA] ~MINI FIC~ Park Jimin ha comenzado a trabajar como repartidor en un restaurante, pero el dueño de la florería del frente parece odiarlo, pues huye de él cada vez que le ve. Lo que Jimin no sabe, es que sufre de una gran timidez. [ESPECIA...