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⇝ Jimin tomó uno de los lápices de mostrador, jugando distraídamente con éste, mientras hablaba, tal como cada día, a su silencioso receptor, dentro de la florería pétalo.
—Y, aunque yo no les tenía mucha fe, Hoseok parece feliz con Jungkook —giró el lápiz entre los dedos de su mano. —Se ve que se complementan y, cualquiera que los viera juntos, pensaría en ellos como una pareja de años —dejó salir un suspiro melancólico, envidiándolos. —Tal vez, no debí juzgar precipitadamente su relación... porque, ¿Quién sabe a ciencia cierta cómo funcionan las cosas del amor? —apoyó la punta del lápiz sobre el mostrador, alzando la mirada de éste, hasta los ojos atentos de Yoongi, dándole una mirada significativa, respecto a lo que estaba diciendo, que el rubio recibió con un sonrojo. —Hay una flor que tiene un significado perfecto para lo que pasa por mi cabeza en estos días... Yoongi-ssi, hoy quiero comprar una salvia —informó, y Yoongi la trajo para él, repitiendo el proceso de cada día. —Y, con ésta en particular, quiero que tome muy en cuenta su significado —se la dio.
El rubio, haciendo trabajar al máximo su capacidad, comprendió a qué se refería. Entonces, algo pasó.
Yoongi miró a Jimin y su boca se estiró en una sonrisa. La primera sonrisa real que Park Jimin recibía, desde que le conoció. El pelinegro, conforme con su reacción, le devolvió una igual, marchándose, grabando aquella imagen en sus recuerdos.
Park Jimin;
Yo pienso en ti, también. Desde hace tanto tiempo, que ya perdí la cuenta. Me bastó con verte a la distancia, cuando comenzaste a trabajar frente a mi tienda, para caer rendido a tus pies. Invadiste mis pensamientos y vives en mi cabeza hasta hoy. Te has vuelto una necesidad; como el aire que respiro, a cada instante necesito de ti, de la perfecta imagen tuya que evoca mi memoria, cuando no te tengo enfrente para admirarte. ¿Cómo podría sacarte de mi cabeza, de mi corazón, y de debajo de mi piel, donde te has metido tan profundamente? No hay manera, y no quiero encontrarla, porque así nunca llegues a ser más que un pensamiento en mi cabeza, eso me basta para seguir vivo.
Es suficiente para mí pensarte, y saber que tú igual piensas en mí.
Dos días después de eso, Jimin regresaba una vez más a su tienda, en esta ocasión, antes del cierre del local. Su conversación se centraba en el regreso de su hermana, después de la luna de miel.
—Esa boba se estuvo quejando toda la noche, porque no podía dormir —se reía divertido. —Mamá me dijo que el sol le quemó la piel, porque se quedó dormida en la playa... entonces, ella tuvo que estar poniéndole un gel de aloe vera, para que la insolación y el ardor le bajaran —negó, como si compadeciera la torpeza de su hermana mayor. —No entiendo la gracia de ponerse a plena tarde, sin ninguna protección, a que el sol te chamusque como un pedazo de tocino —añadió el pelinegro. —Para mí luna de miel, me gustaría ir a un lugar más templado... —sus ojos se tornaron soñadores, como cada vez que visualizaba su futuro de ensueño. —Ningún clima extremo... —la mirada de Jimin recayó en el rubio. —Claro que... para eso, primero debo buscar un novio dispuesto a pasar el resto de su vida conmigo —soltó, como una bola de demolición contra el frágil corazón enamorado de Min Yoongi, sumándole un coqueto guiño, que le cerró la garganta de golpe.
Atragantándose con su propia saliva, Yoongi comenzó a toser, palmeando su pecho para recomponerse, sintiéndose torpe delante de Jimin, quien sólo mostró preocupación, en lugar de burla, como temía.
—Dios, Yoongi-ssi, ¿se encuentra bien? —y aquella frase tan honesta, le recordó al aludido, la primera vez que lo tuvo cerca. Se maldijo por no haber sido amable con él en esa ocasión. Y, negándose a repetir la historia, carraspeó, mostrándose más compuesto, y asintió cortamente. La sonrisa apareció una vez más en Jimin. —Supongo que estoy tomando demasiado de su tiempo, y ya es algo tarde —dio una rápida mirada tras de él. —¿Podría darme un par de pensamientos multicolor? De esos de la orilla —señaló con su dedo y Yoongi acató su orden. Al entregárselos, el tono de voz de Jimin cambió a uno más bajo y suave, al hablar. —Piensa en mí, como yo lo hago en ti... —recitó, y Yoongi sintió que volvía a ahogarse. —Es lo que significa —movió el pequeño ramo, para darse a entender, antes de regalárselas.
Con manos vacilantes, y una vez en la soledad de su tienda vacía, Yoongi escribió con pasión.
Park Jimin;
A estas alturas, ni quiera sé cómo puedo soportar la tortura de querer corresponder a cada cosa que sale de tu boca, a tus gestos y sonrisas, y no poder. Me dices sin temor que piensas en mí, y yo me acobardo, aunque mi cabeza sólo grita tu nombre. Hablas de un futuro, y me haces soñar con formar parte. Si algún día tuviera la fortuna de ser algo más que el tipo que te vende flores, y entrar en tu vida de esa manera, sería como un sueño hecho realidad.
Por ahora, sólo puedo continuar soñando.
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5/5
¿Cómo creen que avanzarán este par?
¿Qué tal irá la cita de Tae y Jin?
Lo sabremos el próximo sábado ;)
Nos leemos!
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Entre Lirios & Peonías [YoonMin]
Fanfic[TERMINADA] ~MINI FIC~ Park Jimin ha comenzado a trabajar como repartidor en un restaurante, pero el dueño de la florería del frente parece odiarlo, pues huye de él cada vez que le ve. Lo que Jimin no sabe, es que sufre de una gran timidez. [ESPECIA...