Parte 3: Indecisiones

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Decidí echarle mas alcohol que cualquier otra cosa en mi vaso. Todo estaba saliendo mal. Siempre todo me salía mal. ¿Le había dicho a Pablo que quería volver a intentarlo? ¿A pablo, con quién ni siquiera soy capaz de abrirme? Sé que al tomar esta decisión complazco a todos. A todos, menos a mí misma. ¿Y qué hay de mi propia felicidad? ¿Es que acaso yo no merezco ser feliz? Sé que si me acerco a Eli fallaré a una de mis mejores amigas, pero mi corazón me pide que me acerque a él. No hemos hablado ni una palabra todavía, pero sé que entre nosotros puede surgir algo. Ni siquiera sé si le gusto, pero no puedo seguir solamente mirándolo desde un rincón.

En ese momento echar mas alcohol me pareció buena idea.

- Eh, Cindy, para el carro. - Escuché decir a Adriana a dos metros de mí. - Échame un poco más de vodka anda, que necesito valor para hablar con Eli. Ya hemos armado el plan perfecto para quedarnos él y yo a solas. ¿Crees que puede haber algo entre nosotros?

- Yo... Esto, Adriana, no sé si es buena idea. Él es de fuera y las relaciones a distancia... - Le dije sin saber muy bien como seguir.

- Chorradas. Yo solamente quiero el típico amor de verano que sale en las películas. Aunque lo cierto es que me tiene enamoradita, es que míralo tía.... - En ese momento pude ver que a Adriana le gustaba tanto como ella decía, lo cual me dolió todavía más.

- Bueno, voy a pasear por la orilla. Después me contáis cual es el plan para que puedas hablar con Eli...- Le dije malhumorada. Notaba como el alcohol me iba subiendo cada vez más.

Mientras paseaba contemplaba lo bien que se lo estaban pasando los chicos surfeando. Notaba que de vez en cuando me miraban. Supongo que estarían hablando de mi, mejor dicho, de mi relación (la cual caía en picado) con Pablo. Eli también me miraba, lo cual me provocó tanta rabia y frustración que aparte la mirada.

Me dolía el no poder intentar tener algo con él. Me odiaba a mi misma por pensar siempre en los demás antes que en mi. Por ser siempre una buena amiga sin recibir nada a cambio. Por no poder ser egoísta y pensar solamente en mí por una vez.

Dejé de pasear y fuí derecha a echarme mas vodka. Quería olvidarme de todo. Olvidarme de Eli, de Pablo, de Adriana y de todo el mundo. Estaba rellenándome el vaso cuando escuché una voz desconocida detrás de mi.

- Para el carro, princesita.

En ese momento me giré y vi a Eli. El corazóń me latía a una velocidad descomunal. ¿Estaba hablando conmigo? ¿Justo ahora, cuando corría mas alcohol que sangre por mis venas? En ese momento, solo se me ocurrió ser lo más borde posible con él. En parte lo estaba culpando por algo de lo que él no tenía ni idea que estaba pasando.

- ¿Qué mas te da a ti si sigo bebiendo? No me conoces de nada. - Le dije de mala gana.

- No, no te conozco pero por lo que me han contado tus amigos tú no eres así, ¿me echas un poco?- Me dijo con una sonrisa de lo más picaresca, la cual estaba haciendo que me derritiera por completo, pero tenía que disimularlo.

- Asi que eres la novia de Pablo. - Parecía que estaba decidido a seguir hablando conmigo, asi que no tuve mas remedio que seguir con la conversación.

- No sé si es el termino correcto para lo que él y yo tenemos. Es raro, no sé como explicarlo. - Le respondí mirando hacia abajo.

- Si quieres te diga la verdad, no he visto química entre vosotros dos. No parece que sientas algo por él. - Me dijo justo antes de darle un sorbo a su vaso. - Ni él por ti.

- Asi qué el chico estadounidense es experto en analizar relaciones ajenas. - Le dije riéndome.

- No, pero sé cuando una chica me mira y siente algo por mi. - Me respondió.

Se me quedó mirando fijamente. Muy cerca. Demasiado cerca. Eli Moskowitz está siendo el primer chico en dejarme sin habla. Estaba apunto de responder, cuando Carla y las chicas me llamaron para que volviese con ellas.

- Tengo que irme. - Le dije a Eli bruscamente.

- Claro. - Me dijo él.


- Tía, cuéntame todo lo que habéis hablado. ¿Te ha dicho algo sobre mí? - Me preguntó Adriana emocionada.

- Lo cierto es que...

- Vale, se me ha ocurrido una idea genial para dejar a Adriana y a Eli a solas. - Exclamó Olivia.

En ese momento desconecté por completo. Esto iba de mal en peor. No quise saber nada sobre lo que las chicas tramaban. Solo quería a Eli para mi sola.

Los chicos salieron del agua. Ya era la hora de cenar. Asi que los chicos fueron a comprar pizzas para todos, pero Pablo se quedó. En esos momentos era con quien menos me apetecía hablar, pero ví que se acercaba a mi y no pude hacer nada por evitarlo.

- Cindy deja de beber por favor, sé que el suspenso en matemáticas te ha afectado muchísimo pero aprende a controlarte. - Me dijo de mala gana.

- ¿Ahora intentas ser un buen novio? ¿Ahora intentas cuidar de mí? ¿Después de decirle a todo el mundo que no somos nada, que solo nos vemos cuando a tí te apetece?

- Solo intento cuidarte y aconsejarte lo que es mejor para ti. - Me contestó - Además, te he visto hablando con ese chico, Eli, y déjame decirte que es lo último que te conviene. No es más que un engreído, se cree el mejor por estudiar en un instituto privado. Además quieren juntarlo con Adriana. No seas mala amiga. - En ese momento exploté.

- Pero acaso sabes tú lo que me conviene? Nunca me has escuchado Pablo. En el fondo no me conoces. Ni tú ni ninguno de tus amigos. Y conoces a Eli de hace unas horas, lo que estas es celoso de que me muestre mas receptiva hablando con él que contigo. - Me marché.

- ¡Las pizzas ya están aquí! - Gritó Carla desde lejos para que la escuchásemos todos. - Cindy, ¿qué ha pasado? Os hemos visto a Pablo y a ti discutiendo.

- No es nada, bueno si, es de lo siempre Carla, nada funciona con él. No sabe ni lo que quiere.

- Pasa de él Cindy, es un crio. Además, hay muchos chicos que desearían que fueses su novia.

"Solo quiero estar con el que menos me conviene, amiga, ese es el problema" . - Pensé.

La furia de mi HalcónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora