Parte 20: Planes.

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Era lunes, y el verano estaba llegando a su fin. Tenía planeada toda mi semana con Eli: lo que íbamos a hacer cada día, donde ibamos a comer, qué lugares íbamos a visitar...

Tenía que aprovechar a toda costa mis últimos días con Eli. A veces quería llorar y venirme abajo, pero entonces recordaba que tendré demasiado tiempo para llorar después que vuelva a Estados Unidos. Ahora mismo tenía que ser feliz, tenía que sonreir. Por él. Por el amor de mi vida. Por el chico que ha dado un giro de 360 grados a mi vida y me la ha puesto patas arriba.

"- Entonces, el martes iremos al zoo. El miercoles cenaremos en el mirador. El jueves pasearemos en el barco, aunque podríamos dejarlo para el viernes..."

Le estaba contando mi planning semanal a Eli por teléfono. Él parecía estar tan entusiasmado como yo. Bueno, en realidad, no tanto...

Hoy, todos nosotros le habíamos preparado una fiesta de despedida a Eli. Él no sabía nada, era una sorpresa. Le había dicho que hoy a la tarde iríamos a casa de Rebeca a ver películas de terror, algo que hacíamos muy a menudo.

Rebeca, Alice, Stefany y yo estábamos colgando los últimos adornos para la fiesta. La temática de la fiesta eran los Sex Pistols, el grupo favorito de Eli. No era ningún secreto que Sid Vicious era su ídolo.

Llegaron Andrew y los demás chicos. Solo faltaba Eli, que tenía planeado venir con Jorge un poco más tarde. Jorge no conocía a mis nuevos amigos, pero era un chico que se llevaba genial con todo el mundo, asi que no habría problema.

Había pizza, hamburguesas y sushi para cenar. Las bebidas tampoco faltaban. Era la última fiesta de Eli aquí, asi que queríá que no le faltase de nada. 

Escuchamos a Jorge y a Eli llegar, asi que apagamos las luces.

- ¡SORPRESA! - gritamos todos cuando Eli entró.

Estaba muy contento y emocionado, se le veía en la cara.

- ¿Y esto? ¿No íbamos a ver pelis de terror? Guau chicos, ¡la decoración es una pasada! - exclamó Eli sorprendido.

Me acerqué a él.

- Te he tenido engañado hasta ahora, espero que te haya gustado la sorpresa. 

- Tengo la mejor novia del mundo, y la mas guapa y cañón. No puedo pedir más. - me dijo, mirándome a los ojos. Nos besamos.

Pasó un rato desde que comenzó la fiesta. Todo iba genial. Jorge se lo estaba pasando muy bien con sus nuevos amigos. Yo estaba con las chicas tomando shots de tequila. Estaba muy feliz.

Bailamos toda la noche, todo iba sobre ruedas. Mi mayor deseo era que Eli se lo estuviese pasando genial, pero no paraba de beber. Estaba muy afectado por el alcohol asi que fui a hablar con él.

- Cariño, ¿no te parece que ya has bebido suficiente?

- No me cortes el rollo. - me respondió maleducadamente.

- Eli escúchame, o dejas de beber o me voy a casa. 

Eli casi se cayó al suelo. No podía mantener el equilibrio.

- Miráte, Eli. Si apenas puedes mantenerte en pie. - le dije mientras le sujetaba.

Se tomó otro shot de tequila. Eli no tenía intención de parar.

- ¡Andrew! - le llamé.

- ¿Qué ocurre? - me respondió.

- Es Eli. Ha bebido demasiado y está muy afectado. ¿Puedes cuidar de él? Yo apenas puedo sujetarle. Pesa mucho para mi. - le dije.

- Si, si. No te preocupes, eso está hecho.

Yo volví con las chicas, pero ya estaba cansada. El día de hoy había sido muy largo y ya eran las 4:00 AM. Era hora de volver a casa. 

- Me lo he pasado genial, chicas. Sois las mejores. Gracias por ayudarme con la fiesta. - les dije a mis amigas a modo de despedida. 

Me dirigí a donde Eli.

En ese preciso instante vi a Eli tomando drogas. No me podía creer lo que veían mis ojos. Sabía que Eli bebía, sabía que Eli fumaba. Pero no sabía que Eli hubiese tocado fondo. 

Eli hacía una linea blanca con la tarjeta de credito sobre la mesa. Andrew le estaba acompañando.

- ¡ELI, DEJA ESO AHORA MISMO! - grité entre lágrimas.

- Eh, tranquila. No seas pesada. Déjame pasarlo bien. - me dijo. Ni siquiera se levantó del asiento.

- ¿Pero no te das cuenta de que con esa droga te estas matando? ¿Quieres morirte de sobredosis o qué? Eli, no me hagas pasar por esto por favor. - lloraba.

- Ni que fuese la primera vez que lo hace. - me dijo Andrew.

Los demás rieron.

- ¿Cómo? Eli, ¿que está diciendo? Dime que no es verdad. - le supliqué.

Eli no decía nada.

- Me voy. - le dije.

- ¿Qué? No. Anda Cindy, quédate. - me dijo agarrándome del brazo.

- Esto ya es demasiado Eli. Parece que quieres autodestruirte. Haces todo lo que sea malo para ti, y con eso me haces daño a mi también porque te quiero. - le respondí.

- Yo también te quiero, dame un beso. - me dijo borracho.

- No me apetece. Mándame un mensaje cuando llegues a casa. Mañana hablamos. - le dije seriamente.

Estaba muy molesta, y en parte me sentía culpable porque había sido mi grupo de amigos quienes les habían hecho esto a Eli. Ya apenas quedaba nada del Eli que yo conocí, el Eli dulce y agradable que él era. Era dulce, agradable, y la mejor persona que podías conocer. Pero solo era así por el día. Por la noche, bajo los efectos del alcohol y de la euforia, Eli Moskowitz era alguien completamente distinto. Lo habían convertido en un monstruo.

Llegué a casa diez minutos después. Me desmaquillé y me puse el pijama. No dejaba de darle vueltas al hecho de que Eli había tomado alcohol y se había drogado. Y yo no estaba ahí para protegerle.

"No pasa nada, esta semana haremos todos esos planes y volverá a ser quien era." pensé para tranquilizarme. 

Minutos después conseguí dormirme. Pero una llamada me despertó durante la madrugada. Era Jorge.

- ¿Cindy? - me dijo sobresaltado.

- ¿Qué ocurre Jorge? ¿Por qué me llamas a estas horas? - le pregunté.

"- Es Eli. Lo ha detenido la policía. Está en el calabozo con Andrew. Han tenido una pelea y han dejado a un chico en coma. Tienes que venir ya, por favor."

Me vestí lo mas rápido que pude y fuí derecha a comisaría. Cuando llegué, ahí estaban todos. 

- ¡Cindy! - Me llamó Jorge.

- Jorge, ¿tú estás bien? ¿Puedo pasar a ver a Eli?

- No lo sé, mi madre y su novio acaban de llegar. Van a sacar a Eli de aquí. - me respondió.

A los 20 minutos ví a Eli salir de comisaría con la madre de Jorge. Me acerqué a él corriendo. Estaba muy preocupada.

- ¡Eli! Cariño, ¿qué ha pasado?

"- Se acabó Cindy. Le acaban de contar a mi madre lo ocurrido. Mañana me vuelvo a Estados Unidos. Cogeré el primer vuelo."

Después de que Eli pronunciase aquello, sentía que se me caía el mundo encima.

La furia de mi HalcónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora