Parte 26: Sacramento.

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Era lunes. El despertador sonaba, pero yo ya llevaba despierta un buen tiempo. Eran las 8:00 AM y en una hora cogía el avión a California. Tenía los nervios a flor de piel. No podía estar mas impaciente. El día de hoy sería muy duro y largo. Tenía ganas de llegar de una vez a Sacramento.

Metimos mi maleta en el coche. Mi madre, la madre de Jorge y Jorge me llevaron al aeropuerto. Jorge y su madre eran como mi familia. Apreciaba mucho que estuviesen allí conmigo. 

- Mi niña... no te haces una idea de lo mucho que te voy a echar de menos. - me decía mi madre mientras no paraba de llorar.

- Yo también mamá, pero vas a hacerme llorar a mi también. - le dije.

- Bueno Cindy, espero que disfrutes de la experiencia igual que lo hizo Jorge cuando se fue de intercambio. Lo vas a pasar genial, ya verás. - me dijo la madre de Jorge.

Solo quedaba despedirme de Jorge:

- ¿Podrás sobrevivir sin mi? - me preguntó en broma.

- Claro hermano, ya me he hecho mayor. - le dije con una mirada complice.

- Sabes que pase lo que pase estaré para lo que necesites. Llámame siempre que quieras. - me dijo. 

Nos fundimos en un largo abrazo. ¿Qué iba a hacer yo sin mi mejor amigo?

Subí al avión y me senté en mi asiento. El vuelo sería largo, pero estaba mentalmente preparada.

Intenté dormir. Al principio me costó un poco, pero después caí rendida. La siguiente vez que desperté quedaban solamente dos horas de vuelo. Genial. Escuché música y pensé en como sería recibida en aquella familia. Tenía buenas sensaciones.

Bajé del avión y al coger mi maleta me encontré a mi familia, los Jones, con un cartel con mi nombre escrito. Todos sonreían mucho. Parecía que estaban felices de tenerme con ellos durante ese año.

- ¡Hola Cindy! ¿Qué tal el vuelo?- me preguntó Abby. 

- Hola Señora Jones, muy bien. Se me ha hecho corto el viaje. Supongo que no tengo problema en quedarme dormida en cualquier lugar. -le contesté entre risas.

Abby era rubia, tenía el pelo largo pero tampoco muy largo. Lo llevaba por los hombros. Tenía una sonrisa muy agradable y los ojos azules. El señor Jones era grande y alto. Parecía un poco serio, pero era muy amable. 

Lily, la pequeña de la casa, también era rubia. Era delgada y pálida. Llevaba una coleta larga y una camiseta de futbol. Se lanzó a abrazarme.

- ¿Qué tal pequeña? Tenía ganas de verte. - le dijé.

- Hola Cindy. ¿Con ganas de empezar el instituto? Yo en absoluto. - me dijo Sophie, la hermana mayor. También era rubia, pero no tenía los ojos azules. Era muy guapa, y iba muy bien vestida. Parecía una chica popular.

- Estoy algo nerviosa, pero tengo ganas. ¿Estaremos en la misma clase? - le pregunté a Sophie ya que eramos de la misma edad.

- Supongo que si, eso espero. Sino te será algo dificil sobrevivir sin mi. - me respondió.

Eso me puso mas nerviosa todavía. Mañana era mi primer día de instituto.

Una hora después llegamos a casa. Estaba agotada. Saqué mi ropa de la maleta, cené, y me fuí a dormir. Mañana sería un día muy interesante.

La furia de mi HalcónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora