La furia de mi Halcón

Parte 5: De mal en peor

"- ¿Cindy? ¿Qué se supone que estás haciendo?"

Yo me preguntaba exactamente lo mismo que mis amigas. No supe que responder, Eli y yo nos miramos. Ninguno de los dos sabía cual era la respuesta correcta a aquello. Me sudaban las manos y me temblaba todo el cuerpo. El nudo en mi garganta era un previo aviso de que comenzaría a llorar.

- ¿ Y tú te haces llamar amiga? - Me preguntó Adriana con lágrimas en los ojos. Ese fue el detonante de que yo también empezase a llorar. Adriana se marchó, y Olivia fué detrás de ella para consolarla.

Pero antes de irse me dijo: - No me esperaba esto de ti. 

La única que quedaba era Carla.

- Carla por favor no te vayas tú tambien... ¡puedo explicarlo! - le rogué mientras las lágrimas empapaban mi rostro.

- Sé que no lo has hecho con mala intención, sea lo que sea que esté pasando. Pero lo mejor va a ser que te alejes de nosotras por un tiempo.

Miré a Eli preocupada, me quito las lágrimas de la cara y me abrazó. Llore aún más.

- Tranquila... - me susurró.

Pero el show no acababa ahí. Los chicos se acercaban a nosotros.

- Sois tal para cual. Un imbécil y una zorra traidora. - nos dijo Pablo entre risas.

- Pablo no te pases, Eli es mi amigo. Y Cindy también. - Le respondió Jorge.

- ¿Qué me has llamado? - Eli se levantó de la toalla en la que estábamos sentados y fue directo a por Pablo.

- Eli, ¡pasa de él! No merece la pena. - Le grité. Yo también me levanté.

Pablo no se podía quedar callado: - Te he llamado imbecil, y a tu novia zorra, que es lo que es.

Lo siguiente que vi fue a Eli pegándole una patada a Pablo y rematándolo con un puñetazo en la boca. Pensaba que solo sería uno, ya que Pablo estaba medio inconsciente, pero Eli siguió. 

- ¡Tío, estás loco o qué te pasa! - Jorge agarró a Eli y lo apartó lejos de Pablo.

En ese momento me quedé paralizada. Era lo último que me esperaba de Eli. El bueno de Eli. Tenía una mirada diferente, de lo más oscura. En ese momento vi a un Eli agresivo. Un Eli destructivo y problemático. Eli Moskowitz, el chico del cual me estaba enamorando, tenía un lado oscuro y no lo sabía.