Corrí. Corrí lo más lejos que pude. No podía quitarme esa imagen de la cabeza, la de Eli pegando a Pablo con todas sus fuerzas. Tal vez el error era mio por sentir tantas cosas por alguien que apenas conocía. ¿A donde iba? No lo sé. Solo sé que quería huir de allí, de todo lo que había pasado esta noche.Una hora después llegue a casa. Di las gracias de que mi madre estuviese dormida y no me preguntase qué tal fue la fiesta. No quise ni encender el movil, solo me cambié de ropa, me metí en la cama y lloré hasta quedarme dormida.
Al día siguiente:
Eran las 11 de la mañana y tuve que levantarme pitando de la cama para ir al baño a vomitar. Me dolía muchísimo la cabeza, tenía una resaca horrible. De pronto me acordé: ¿Debería encender el movil y ver si alguien de las chicas me había escrito? Puede que Eli también me hubiese escrito.
Encendí el movil.
No tenía ganas de contestar. Además, esperaba tener algun mensaje de Eli ya que me fui a casa sin despedirme de él. Veo que todo lo que me dijo ayer eran solo palabras, nada de lo que me dijo era cierto.
No quería bajar a desayunar, solo quería llorar y seguir durmiendo. Dormí 4 horas más, ya era tarde. Decidí llamar a Adriana, Carla y Olivia, pero ninguna me cogía el teléfono. Seguí llamando una y otra vez, pero nada. Lloré de la impotencia, de lo culpable que me sentía, aunque culpable, ¿por qué? Adriana y Eli no tenían nada cuando él se me declaró. No es justo, todas se posicionan de su parte sin pedirme explicaciones. Todas, excepto Carla la cual era mi mejor amiga desde los dos años.
Estaba anocheciendo, cuando de pronto mi movil vibró. Alguien me había escrito.
Dios mío. Era Eli. Me había escrito. En ese momento me dio un vuelco al corazón.
Me dijo que quería verme, que quería estar conmigo y hablar sobre lo que pasó ayer pero sabía que no era lo correcto estar con él, y más todavía despues de la paliza que le pegó a Pablo. Aun así le dije que si. A pesar de todo me moría de ganas de verle.
Eli apareció debajo de mi casa una hora después. Trepé por la ventana, no quería arriesgarme a salir por la puerta de casa y que mi madre me viese. Era de noche, pero aun así pude ver que Eli tenía los nudillos destrozados. Tenía una herida en el labio.
- Madre mía Eli, estás bien? Tus nudillos... - Exclamé preocupada.
- No te preocupes, yo estoy bien y ya he arreglado las cosas con Jorge y con Pablo. Pablo no estaba muy a la labor de perdonarme, pero Jorge supo convencerle. Aun así no me cae nada bien ese tío, me parece un idiota. ¿Qué tal tú?
- Pues he pasado la mañana vomitando, he dormido unas 10 horas y ninguna de mis amigas me habla ni me coge el teléfono. Además, me duele la cabeza de lo mucho que bebí anoche. - Le dije.
Eli se rió.
- ¿Y a ti qué te hace tanta gracia?
- Es que miranos Cindy, tenemos una pinta horrible.
Estallé a carcajadas. Él también. Era el único capaz de sacarle el lado bueno a todo lo que estaba pasando. Eli era medicina de la buena y su sonrisa era de lo mas contagiosa.
Salimos del jardín de mi casa y seguí a Eli ya que me dijo que quería que fuesemos a un sitio. Antes de llegar sabía perfectamente a donde iba a llevarme. Era el sitio al que iban todas las parejas de mi instituto, pero me hice la tonta.
Eli sacó de su mochila una botella de Chardonnay, el vino favorito de mi madre y el mio.
Brindamos, me miró a los ojos y me dijo:
- Jamás me imagine que nada mas llegar conocería a alguien tan especial como tú. Me gustas demasiado Cindy, me da igual lo que piensen tus amigas y lo que piense tu estupido ex. Me da igual si solo somos tú y yo. Podría pasarme todo el verano contigo y no querer separarme de ti.
En ese momento sentí que me derretía por completo. ¿Como era capaz de ser tan dulce y tierno un día, y tan oscuro y agresivo al otro?
- Yo siento lo mismo Eli, pero quiero hablar sobre lo que pasó ayer... Ya sabes, la pelea con Pablo. - le respondí.
- Simplemente sentí que tenía que protegerte, a toda costa. No voy a dejar jamás que nadie te haga daño, no voy a permitir que alguien te diga cosas horribles sin darle su merecido. Te mereces el mundo entero, y yo soy capaz de darte todo lo que me pidas. No pienso separarme de ti.
Apenas le dejé terminar la última frase cuando lo besé. No podía ser mas feliz en ese momento. Sentía que lo quería, que quería pasar todo el verano a su lado. Me daba igual su lado oscuro, no me importaba su doble personalidad. Yo lo iba a querer hiciese lo que hiciese. Como él me había dicho, no pienso separarme de él.
Eli y yo pasamos la noche juntos. Hablamos sobre nuestros gustos, nuestros sueños y nuestras manías. Nos abrimos el uno al otro por completo. También nos besamos, nos besamos muchísimo. Todo fue genial, hasta que al final nos quedamos dormidos.
Cuando nos despertamos eran las 8 de la mañana, y los dos sabíamos que eso no era buena señal ya que ninguno de los dos estaba en casa. Se avecinaban problemas.
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La furia de mi Halcón
FanficLo que Cindy desconocía era que aquel verano todo su mundo cambiaría al conocer a Eli Moskowitz, un chico de West Valley que había venido a pasar el verano a su ciudad. Sus ojos azules y su oscura personalidad serán los causantes de que ella se enam...