Parte 22: Quien me busca, me encuentra.

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La noche transcurría alegremente. Yo estaba pasándolo genial con las chicas, y cada vez llevábamos mas shots de tequila encima. Bailábamos, cantábamos como locas, y nos sentíamos invencibles. Ya no me acordaba de que Carla y las demás también estaban ahi, hasta que noté como alguien me pegó un buen empujón e hizo que se me cayese la cerveza en mi camiseta nueva. 

- Ups, lo siento. - me dijo Adriana. 

Sabía que no había sido sin querer, lo había visto. Además me sonrió de una forma malvada. Carla y Olivia se rieron de mi.

- ¿Acaso sabes con quien te estás metiendo? - le pregunté.

- ¿Crees que te tengo miedo? Mírate, apenas sabes quien eres. Tienes unas amigas a las que no les importas y estás triste porque tu novio te ha dejado y no sabes con quien pagarlo. 

- Adriana, ten mucho cuidado. Tengamos la fiesta en paz, no quiero peleas.

- Qué pena. Por cierto, ¿qué tal llevas que Eli se esté acostando con medio instituto en Estados Unidos? Solo lleva dos semanas y ya te ha olvidado. No me extraña, eres demasiado reempazable. Que te vaya bien.

"No lo hagas, no lo hagas..." pensé una y otra vez. 

Pero cuando Adriana se dio la vuelta, la agarré del pelo y la tiré al suelo. No lo pude evitar.

Todo el pub se acercó a ver que pasaba. Algunos intentaron separarnos, pero sin mucho exito. Adriana me pegó un puñetazo, yo se lo devolví. Puse en práctica algo de karate que me había enseñado Eli, pero hubo un momento en el que no podía defenderme. Adriana no paraba de pegarme.

Tenía la mano derecha libre. Cogí lo que tenía mas al alcance de mi mano. Un vaso de cristal.

En ese momento lo único que se me ocurrió fue pegarle a Adriana con el vaso. Comenzó a sangrar. Adriana cayó al suelo, yo me asusté y salí corriendo de allí

No era mi intención. Además, ella había empezado. Corrí lo mas lejos que pude del bar. No quería mirar atrás, pero no sabía si Adriana estaba bien. No sabía que lo que estaba pasando. Solo deseé que no estuviese muerta. Aun así, no paraba de preguntarme: ¿Había dejado inconsciente a Adriana? Me asusté muchísimo. ¿La había matado con el golpe?

¿Y si me encuentran? Iría a un correcional de menores, me separarían de mi madre. Es la única persona que tengo en el mundo. ¿Me mandarían a un internado como a Rebeca? ¿Me denunciarían? Todo el mundo me odiaría después de aquello. Me tacharían de asesina, de agresiva, de psicópata. 

Miré hacia atrás. Vi que dentro del bar, en el suelo, había mucha sangre. Sangre de Adriana. Sentía que me mareaba, pero había gente que me gritaba.

- ¡EH TÚ, VUELVE! 

Volví corriendo a casa, temblaba sin parar. ¿Qué demonios había hecho? ¿Que pasaría mañana? ¿Por qué había huido? Tenía mucho miedo. Todo el mundo había sido testigo de mi parte más oscura. Esa parte violenta, sádica y agresiva que compartía con Eli. 

Solo deseaba que Adriana estuviese bien. O que por lo menos, que no la hubiese matado con el golpe.

La furia de mi HalcónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora