Volví a entrar a la bolera. Esta vez no iba a huir. Ya lo hice cuando vi a Eli pegando a Pablo. Esta vez no pienso hacerlo.
- Cindy, ¿Estás bien? - Me preguntó Carla mientras posaba su mano sobre mi hombro.
- No muy bien, pero no pienso irme. Yo no voy a sentirme incómoda. Si alguien se tiene que sentir incómodo son ellos. - le respondí, firme.
En ese momento se acercaron Adriana y Eli.
- Siento no habertelo dicho antes Cindy, pero tampoco siento que te deba ninguna explicación. Si quieres volver a estar en nuestro grupo vas a tener que aceptar lo nuestro te guste o no. - me dijo Adriana.
Miré a Eli. Él en cambio no era capaz de mirarme. Cobarde. Adriana y Eli tenían sus manos entrelazadas. Al parecer tenían la intención de gritar a los cuatro vientos que estaban juntos, por lo menos Adriana.
- No te preocupes por mi Adriana. Yo estoy bien, además, ya no siento nada por Eli. - le dije alto y claro.
En ese momento Eli sí que me miró.
Las siguientes dos semanas fueron insoportables; cuando salíamos nosotras cuatro con los chicos, Adriana y Eli siempre estaban juntos. Adriana parecía feliz, pero sé que se sentía acomplejada por ser el segundo plato. Sabía que tenía celos de mi, de que Eli y yo tuviesemos nuestra historia. Supongo que por eso hacía lo que hacía.
No paraba de restregarmelo en la cara. Se daban besos delante mío, se decían cosas al oído delante mío y era asquerosamente insoportable lo cursis que eran el uno con el otro.
- Jajajajajaja, pobre Eli. - dijo Pablo cuando estábamos todos en la cafetería comiendo algo.
- ¿Pobre, por qué? - pregunté sin saber a que se estaba refiriendo.
- ¿No lo ves? Está harto de ella. Quiere salir corriendo de ahí. - me contestó.
Y era verdad. Adriana estaba tan feliz, pero no lo dejaba en paz. En la cara de Eli se podía ver la desesperación. Pero entonces, ¿qué hacía con ella?
Fué una noche de fiesta cuando lo supe.
Jorge y Eli iban a organizar una fiesta en casa. Ana, la madre de Jorge iba a salir con su nuevo novio a cenar, asi que no podían desaprovechar la oportunidad de estar solos en casa. Todos nosotros les ayudamos a organizar la fiesta.
La noche iba genial, todos los estábamos pasando muy bien, incluso yo ya comenzaba a ignorar a Adriana y Eli y su pastelosidad.
- ¿Qué os parece si jugamos a verdad o reto? - propuso Olivia.
A todos les pareció una idea estupenda.
Nos pusimos en circulo. Comenzaron las preguntas. La cosa se ponía muy interesante. Los retos eran de lo más divertidos, hasta que me tocó a mi.
- Cindy, ¿verdad o reto? - me preguntó Adriana. Al lado suyo estaba Eli.
- Reto. - le respondí, desafiante.
- Te reto a besarte con el chico mas guapo de los aquí presentes. - me dijo.
Hubo un silencio incómodo. Algunos no sabían que estaba pasando. Otros en cambio, si.
- Adriana no seas idiota. - le dijo Jorge.
- Adriana por favor... - le dijo también Carla.
Me levanté y le dije a Adriana:
- Eres una zorra, ¿lo sabías?
Me fuí al baño, solo quería desahogarme.
Adriana se rió, pero cuando se dio cuenta de que Eli iba detrás de mi se le quitó la sonrisa de la cara.
- Cindy siento mucho lo que acaba de pasar, ya sabes que Adriana puede llegar a ser un poco cruel. - me dijo Eli.
- ¿Solo un poco? Es una bruja, es lo peor.
- Lo sé. - me respondió.
- Y si lo sabes, ¿por qué estás con ella?
- Porque quiero que vuelvas conmigo. - me confesó.
- ¿Y esta es tu forma de demostrarmelo? ¿Saliendo con mi amiga? - le dije.
- Solo quería verte cabreada. Me gusta ver como sientes algo por mi. - Eli se acercaba cada vez más, y yo no podía resistirme.
Comenzamos a besarnos. Nos metímos dentro del baño, la cosa se iba calentando cada vez más. Le quité la camiseta, no podía resistirme. Quería más de él. Él me desabrochó la camisa. Pero de pronto Olivia abrió la puerta del baño y nos descubrió, pero no solo ella: Adriana estaba con ella.
- ¡¿QUÉ HACES CINDY?! No puedes estarte quieta, verdad? Tienes que joderlo todo. Mírate, das pena, traicionando a tus amigas por un chico. No quiero volver a verte jamás, ¡vete de aquí!.- Me gritó Adriana.
Miré a Eli. Él no dijo absolutamente nada, no me defendió, asi que me fui.
- Das asco. - me dijo Pablo mientras me iba de aquella casa.
Comencé a llorar. Todos me miraban. Deseaba salir de esta casa cuanto antes.
Cuando salí, Carla me llamó. Estaba en la puerta justo detrás de mi.
- ¡Cindy!
Me giré.
- Ni se te ocurra acercarte a ninguna de nosotras. Jamás.
Lloré mas que nunca, lloré hasta hartarme. Y llovía, llovía mucho fuera. Yo ni siquiera me había puesto la camisa. Me tapaba con ella como si fuese un trapo. No sabía qué hacer. Había perdido a mis amigas, a mis amigos, y a Eli. No tenía a nadie. Pero se me ocurrió llamar a alguien.
- ¿Si? - contestó.
-¿Rebeca?- pregunté.
...
Para quien no se acuerde de quien es Rebeca lo tenéis en Parte 8, confesiones.
Rebeca fué amiga de Cindy. La chica a la que internaron, aquella con la que Cindy pasó muchos malos momentos en los que bebía, fumaba y robaba. Era una mala influencia para ella. Cindy incluso llegó a acabar en el hospital por culpa de una pelea.
ESTÁS LEYENDO
La furia de mi Halcón
FanfictionLo que Cindy desconocía era que aquel verano todo su mundo cambiaría al conocer a Eli Moskowitz, un chico de West Valley que había venido a pasar el verano a su ciudad. Sus ojos azules y su oscura personalidad serán los causantes de que ella se enam...