Parte 2: Que comience la fiesta

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"Me encanta el outfit que he elegido para la fiesta" - pensé - seguramente ese tal Eli puede que se fije en mi

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"Me encanta el outfit que he elegido para la fiesta" - pensé - seguramente ese tal Eli puede que se fije en mi."

¿Cómo es posible? ¿Como podía estar tan pendiente de alguien que no conozco? Esos ojos azules me habían cautivado desde que vi la foto que me enseñó mi madre. En parte me sentía culpable. Estaba con Pablo y estaba pensando en otro chico. Un chico sobre el que no sabía nada, solo que se llama Eli Moskowitz y que vive en un suburbio de Los angeles, CA.

"Pero es que parece tan guapo..."

- Cindy! Adriana, Carla y Olivia te están esperando abajo, date prisa! - Gritó mi madre desde la cocina.

Me aproximé a bajar cuando ya comenzaron las tres a llenarme de piropos y decirme lo guapa que estaba, pero lo cierto es que ellas estaban estupendas.
- Madre mía Cindy estas increíble! Pablo no va a poder quitarte el ojo de encima. - exclamó Olivia emocionada.
"Pues no es exactamente quien quiero que no me quite el ojo de encima..." pensé, refiriéndome a Eli.
- Oye, ¿sabíais que viene un chico estadounidense a la fiesta? Mi madre me ha dicho que se llama Eli, y que va a pasar con Jorge y su familia todo el verano. - les dije inocentemente.
- ¡Si! Y me lo pido. Jorge me ha hablado de él y me ha enseñado una foto suya. Es guapísimo, además dice que va a intentar juntarnos a ese tal Eli y a mi.- Respondió Adriana.
- Qué morro tienes, Adriana - le dijo Carla.
- ¿Qué problema hay? Todas tenéis novio, ya es hora de que deje de ser la soltera de oro.

No pude evitar mi cara de decepción al escuchar aquello. No sería buena amiga si intentase acercarme a Eli esta noche. Aun así no me lo pude quitar de la cabeza durante todo el camino hasta la playa.

Cuando llegamos, la puesta de sol era lo mas increíble de todo aquello. La música ya estaba lista. No faltaban las bebidas. La verdad es que los chicos de nuestro instituto habían hecho un gran trabajo. El ambiente era genial y no podía ser todo mas maravilloso, o sí.

- Hola Cindy - Pablo me pilló emocionada pensando en Eli.
- Ah, hola. - Respondí fríamente.
- La fiesta ha quedado genial, Jorge y los demás están en el agua haciendo surf. Yo he salido antes del agua para así poder hablar contigo sobre algo..."

Entonces lo vi. Mis otros cuatro sentidos dejaron de funcionar. Solo podía verlo a él, a Eli Moskowitz saliendo del agua. No era capaz de ver nada más. Solo quería mirarlo a él durante horas.

- Cindy, me oyes?!- me dijo Pablo algo cabreado

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- Cindy, me oyes?!- me dijo Pablo algo cabreado. Creo que se había dado cuenta de que me había quedado embobada mirando al amigo de Jorge.
- ¿Qué? Si, perdona.
- Mira, si no quieres seguir con lo nuestro lo mejor será que me lo digas. Pero yo creo que deberíamos dar otra oportunidad a lo nuestro.

En ese momento no sabía que pensar. Solo tenía ojos para Eli. Pero de pronto recordé que lo nuestro no podía ser. Adriana quería intentar tener algo con él, y yo siempre he dicho que las amigas van antes que los chicos.

- Está bien Pablo, volvamos a intentarlo. Como quieras. Pero yo no voy a rogarte un mínimo de cariño como hago siempre.
- Esta vez no te fallaré. Vuelvo al agua con mis amigos, dame un beso. - Lo besé.

Eli nos estaba mirando. "Mierda" pensé. No quería que la primera vez que me viese fuese besandome con Pablo, cuando lo cierto es que me moría por besarlo a él.
Eli quitó la mirada y siguió intentando atrapar alguna ola. Yo decidí volver con mis amigas y miré si todavía quedaba alguna botella de vodka en el congelador. Bingo.

La furia de mi HalcónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora