Parte 18: El nuevo Eli

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Por fin tenía una relación sana y de verdad con Eli. Todo era genial. Pasábamos el día juntos y hacíamos todo tipo de planes.

Fuimos a un concierto de The Kooks juntos

Fuimos a un concierto de The Kooks juntos

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Fuimos a un restaurante a comer sushi

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Fuimos a un restaurante a comer sushi

Me escribía canciones y me enseñaba a tocar la guitarra

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Me escribía canciones y me enseñaba a tocar la guitarra

Incluso se tiñó el pelo de rojo para parecer mas malote

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Incluso se tiñó el pelo de rojo para parecer mas malote. Decía que así encajaba más con nosotras y nuestros amigos. (Lo decía en broma pero yo creo que en realidad era verdad)

 (Lo decía en broma pero yo creo que en realidad era verdad)

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Todo era genial. No podía ser mas feliz. Y lo mejor de todo es que podía sincerarme con él siempre que quisiese. Cómo el otro día en su casa:

- ¿No vamos a hablar de tu cambio de look? - me preguntó. Yo no sabía por qué me sacaba el tema.

-¿Y eso a qué viene? - le dije haciendome la tonta.

- No, nada. Es que antes parecías una chica buena. No quiero decir que ahora no lo seas. Aunque es verdad que tú y tus amigas tenéis unos habitos que antes no tenías.

- ¿Hablas de las peleas? Porque no creo que tenga que recordarte lo que le hiciste a Pablo. Además, cada vez que nos metemos en una pelea siempre estás tú para defenderme. Como ayer con el tipo al que intentamos robarle la cartera. JAJAJAJA. - me reí.

- Si, me lo pasé muy bien jajajaja. Pero me refiero también a otro hábito. Antes no fumabas. Y no me gusta que lo hagas Cindy. - me dijo con cara de pena.

- Lo sé Eli, es una costumbre que cogí cuando empecé a salir con Rebeca. Ahora que he vuelto a estar con ellas no he podido evitarlo. - le dije.

- Pero Cindy eso es malo para ti, intenta dejar de fumar por mi, por favor. - me pidió.

- Lo sé pero es dificil, ¿Vale? Tú ya sé que solo fumas para hacerte el guay delante de los demás. - ese comentario no le sentó bien. Lo vi en su cara.

- No lo hago para hacerme el guay, solo fumo cuando bebo. - Eli le dió un fuerte golpe a la pared, estaba levantando la voz. - Pues que sepas que tendrás que dejarlo, porque yo no puedo estar con alguien que fume. No me gusta. Asi que tendrás que elegir princesita: el tabaco o yo.

- ELI, NO ME LEVANTES LA VOZ. ¡YO TAMBIÉN SÉ HACERLO! - le grité.

¿Me estaba amenazando con dejarme? Tan típico de Eli. Tenía una parte manipuladora de la que él no era consciente. Pero yo si. Así conseguía todo lo que quería. Amenazas, chantaje emocional, mentiras...

Me trataba como a una princesa, eso no lo voy a negar. Pero Eli cada vez enseñaba mas su lado oscuro. Y todo porque había empezado a salir con nosotras. Los chicos del grupo tampoco eran buena influencia para él, sobre todo el novio de Rebeca: Andrew.

Llevaban saliendo dos semanas y ese chico era el peor del grupo. Le encantaba meterse en peleas, robaba y se pasaba el día en el estudio de tatuajes. Eli quería hacerse uno, pero yo le dije que no. Eli veía a Andrew como un modelo a seguir, y Andrew veía a Eli como a un hermano pequeño al que tenía que proteger. Pero Andrew le estaba lavando el cerebro a mi novio. Y eso no me gustaba ni un pelo. Eli cada vez era más tóxico y agresivo conmigo a la hora de hablar. Después me pedía perdón, pero siempre discutíamos. ¿No podíamos estar ni nuestras últimas tres semanas en paz?

Eli y yo nos queríamos con locura, pero muchas veces peleabamos y discutíamos. Luego hacíamos el amor y nos arreglábamos. Lo cierto es que los dos teníamos un caracter muy fuerte. Yo ya nunca me dejaba pisotear, había cambiado mucho. Y Eli también.

O simplemente por fin eramos nosotros mismos y nuestro lado oscuro había salido a la luz. Eramos como una especie de Sid y Nancy adolescente.

Estaba en mi casa un sábado por la noche. Me encontraba mal y esa noche decidí no salir. Eli en cambio había salido con los chicos.

Estaba mirando instagram cuando vi que Andrew había subido una foto con Eli. Aun así yo solo tenía ojos para Eli, asi que recorté la foto y me quedé mirándola durante un buen rato:

 Aun así yo solo tenía ojos para Eli, asi que recorté la foto y me quedé mirándola durante un buen rato:

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"Me vuelves loca, Eli Moskowitz" pensé.

Apagué el movil y me fui a dormir.

La furia de mi HalcónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora