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DongHun agitó la cabeza para salir de su trance y sostuvo el brazo del menor.

- ¿A qué te refieres? - cuestionó con enojo.

SeongHwa rió levemente y alejó la mano del castaño.

- No soportaras que algo le pase a tu adorable JunHee, ¿o si?

- Con él no te vas a meter. -tomo el cuello de su camisa y lo miró con ira- le tocas el más mínimo mechón de pelo y voy a matarte, lo juro.

- Te propongo un trato. - murmuró y alejó las manos de DongHun para arreglarse la camisa. - Tú no me presentas cargos, yo no me acerco a JunHee y tampoco hablaré en la corte, ¿qué te parece?

- Eres una basura. -escupió con repulsión- Después de todo lo que hice por ti.

- Si, rebajaste mi condena, pero no pienso rendirte honores. Dejaste de ser mi hermano hace tiempo.

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🔮JunHee  

Se encerró en el baño de hombres y limpió sus lágrimas con sus mangas.

No lo entendía, realmente necesitaba entender el por qué DongHun se comportaba de esa manera. Siendo un abogado tan respetado y de un estatus tan alto en la sociedad, encubría de esa forma tan aberrante a un criminal.

Sabía que SeongHwa conocía su secreto, pero ¿realmente lo dejaría matar a YeoSang con tal de mantenerlo callado?

Amaba a DongHun, Dios, ¡claro que lo amaba! Más que a nadie en el mundo, pero no valía la pena si alguien resultaba malherido en medio... o muerto.

No soportaría ser alejado del castaño, pero tenía que hacer lo correcto.

Una vez que su respiración se reguló, lavó su rostro y salió a paso apresurado del baño. Se paseó por los pasillos y logró ver a DongHun dormido en la misma banca de hace rato.

Dios, lo amaba tanto.

Decidió pasar de él y llegó hasta la recepción, donde la misma señorita de hace rato lo miraba con curiosidad.

- Buenas noches, señorita. -hizo una reverencia y sonrió con timidez- El paciente Kang YeoSang, ¿puede recibir visitas?

- ¿Tu eres un familiar suyo?

- Soy su hermano. -mintió.

- Bien, el sigue dormido, si despierta, llámeme. -susurró la mujer y el menor le sonrió.

Fué hasta la habitación donde estaba el rubio y abrió la puerta con sigilo.

Se veía terrible.

Estaba conectado a varios aparatos y tenía una enorme venda manchada con sangre en la cabeza. Tomó una silla y se sentó junto a él solo para observarlo.

Sintió ganas de llorar nuevamente, pero solo pudo tragar el nudo en su garganta.

JunHee siempre fué muy sensible y tiene un muy desarrollado instinto protector. Su infancia fué increíblemente pésima y parte de su adolescencia, siempre tuvo que proteger a otros niños... sus hermanos.

Solo pensar en ellos provocaba un vacío y sentimiento desgarrador en su corazón. Los extrañaba mucho.

Salió de sus pensamientos cuando vió que la puerta se abrió, dejando ver a una mujer alta y de cabellos rubios que se asomaba.

- Disculpa, ¿puedo pasar?

- ¿Quien es usted?

- Soy quien está a cargo de la hermanita de YeoSang, le contaron sobre su accidente y quiso venir a verlo.

JunHee asintió y la mujer ingresó a la habitación con la menor aferrada a su mano.

Siyeon la soltó rápidamente al ver a su hermano, corrió hasta la camilla y se lanzó a abrazarlo.

- Oppa. -le habló y pellizco levemente su mano- Despierta, por favor. - susurró y volteó a ver a JunHee. - El estará bien, ¿verdad?

El pelinegro le sonrió y asintió con la cabeza. Se sorprendió al sentir los pequeños brazos de la menor alrededor de su cintura.

En otro momento se hubiera sentido asqueado, incluso podría empujar a quien sea que se atreva a tocarlo. Pero era una niña pequeña y sabía que la estaba pasando mal. Le devolvió el abrazo y la sintió sollozar en su pecho.

- No llores, tu hermanito estará bien.

𝑩𝒊𝒓𝒕𝒉𝒎𝒂𝒓𝒌 | 𝑺𝒆𝒐𝒏𝒈𝑺𝒂𝒏𝒈 - 𝑨𝒕𝒆𝒆𝒛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora