𝑩𝒊𝒓𝒕𝒉𝒎𝒂𝒓𝒌 | 𝑺𝒆𝒐𝒏𝒈𝑺𝒂𝒏𝒈 - 𝑨𝒕𝒆𝒆𝒛

22

YeoSang alejó con brusquedad al mayor, tirandolo fuera de la cama. Se levantó y corrió hacia el baño para encerrarse antes de que SeongHwa lo atrape. Una vez dentro, limpió sus lágrimas y relajó su respiración. Tomó su teléfono y buscó el número de MinGi para llamarlo, pero solo observó el contacto con tristeza; no sabía nada de sus amigos desde hace ya un tiempo y ellos eran los únicos que sabían animarlo cuando se sentía agobiado, hasta podían ayudarlo a salir de esa casa... pero no estaban y no sabía por qué.

Sin poder evitarlo, su llanto empezó nuevamente. Se sentó en el frío suelo y abrazó sus rodillas mientras sus lágrimas bajaban sin control por sus mejillas. Ni el mismo podía describir como se sentía, era una mezcla entre odio, tristeza, irritación y simplemente, unas inmensas ganas de desaparecer. Se sentía solo y sin salida.

- YeoSang, por favor, hablemos. Sé que actué mal, pero no soy capaz de hacerte daño. -murmuraba del otro lado de la puerta mientras golpeaba la misma.

El rubio levantó la cabeza y pudo divisar una navaja que SeongHwa utilizaba para afeitarse en la mesada del lavamanos. Su mente dió muchas vueltas entre sí hacerlo o no, pero finalmente decidió dejarla en su lugar. No, definitivamente no haría una estupidez, su hermanita dependía de él.

Aunque no era una mala idea, pensándolo bien...

No, definitivamente no.

En su lugar, decidió llamar a DongHun y éste contestó al tercer tono.

- ¿Hola?

-¿Por que me haces esto? - preguntó en un hilo de voz. - Solo quiero que sepas que si después de esto no tengo a Siyeon de vuelta, no me haré responsable de mis actos.

- ¿De qué estás hablando? ¿Estas intentando amenazarme?

-Si tú tuviste el descaro de amenazarme, ¿quién dice que yo no puedo hacer lo mismo?

- Yo no te amenace, Kang; no confundas las cosas. Solo te ayudo a decidir lo mejor para tu vida.

- Si lo mejor para mí vida es tirarme como un pedazo de carne a un león, eres el mejor abogado del país.

Cortó la llamada y guardó nuevamente el celular.

Soltó un suspiro y contó hasta 10. Ya no escuchaba a SeongHwa, pero no pensaba salir de ahí.

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JunHee🔮

Se acercó al castaño y lo abrazó por la espalda, pegando su mejilla contra él. El mayor solo rió enternecido y acarició las manos de JunHee.

- ¿Ya hiciste tus deberes? - cuestionó volteando a verlo, el pelinegro asintió y sostuvo firmemente las manos de DongHun.

- DongHun, ¿tú me amas? -susurró mirándolo a los ojos.

- Claro que sí, eres lo que más amo en mi vida. -llevó sus manos al rostro del menor, acunandolo y dando suaves caricias. - Eres lo más hermoso que me ha pasado y te amo con todas mis fuerzas. -habló con una sonrisa y depositó un pequeño beso en su nariz. - ¿A qué se debe la pregunta, bebé?

Su mente se quedó completamente en blanco, no era la primera vez que DongHun le hablaba de esa forma, pero su corazón quería salir de su pecho de la emoción aún más que en otras ocasiones.

- ¿Estarías dispuesto a hacer algo por mí? - preguntó dudoso, recibiendo una mueca del mayor.

- Estoy dispuesto a hacer lo que me pidas, siempre y cuando esté a mi alcance. -murmuró apretando suavemente las mejillas contrarias.

JunHee atrapó su labio con sus dientes y suspiró, ya era muy tarde para dar marcha atrás.

- Trae a YeoSang a vivir con nosotros. -susurró y bajó la mirada apenado.

DongHun se alejó lentamente, analizando al pelinegro de pies a cabeza. JunHee levantó la mirada al notar como el mayor salía a paso apresurado de la habitación, lo siguió y lo vió recostado contra la mesada de la cocina.

- ¿Te volviste completamente loco? -escupió con molestia sin mirarlo. - ¿Qué clase de mierda sale de tu boca, JunHee?

El nombrado quedó estático ante las palabras de DongHun, nunca antes le había hablado de tal manera y ni siquiera había dicho algo malo.

- P-pero... yo no quiero que YeoSang siga en esa casa, dejarlo con SeongHwa es un error muy grave y... no quiero que le pase nada. -habló apresurado y se encogió en su lugar cuando DongHun se acercó amenazante hacia él.

- Nono, escúchame... -fruncio el ceño, lo señaló y picó con su dedo índice en la frente. - No pienso traer a YeoSang aquí, si él eligió ir con SeongHwa es su problema.

- ¡Se supone que era una solución que tú mismo le diste! - alzó la voz y apartó la mano del castaño con brusquedad. - Siempre supiste que él era así y te aprovechaste de la vulnerabilidad de YeoSang, ¿no se supone que ibas a hacer lo posible por cuidarlo?

- ¡No vuelvas a hablarme así, Park JunHee! Ya te dije que no, ya tuve suficiente con tenerte a ti.

- ¡Nadie te obligó a traerme a esta casa! -le gritó y apretó los puños con enojo.

- ¡Me arrepiento de haberte adoptado!- exclamó ya harto.

Las expresiones faciales de JunHee se ablandaron al verlo desviar la mirada y se acercó más al castaño, soltó una risita irónica y se encontró con los ojos que hace solo segundos lo estaban evitando.

- No soy tu maldita mascota. -murmuró y salió de la cocina para dirigirse a su habitación.