𝑩𝒊𝒓𝒕𝒉𝒎𝒂𝒓𝒌 | 𝑺𝒆𝒐𝒏𝒈𝑺𝒂𝒏𝒈 - 𝑨𝒕𝒆𝒆𝒛

18

Pasaron varios minutos, tal vez 4 y el seguía inmóvil en su lugar. Observó la escena frente a él: YeoSang semi inconsciente frente en un charco de sangre, vidrios esparcidos por todo el piso y unos cuantos trozos incrustados en su ropa.

El rubio gemía de dolor e intentaba levantarse nuevamente, pero el dolor se volvía cada vez más insoportable y solo podía dejarse caer una y otra vez; las lágrimas descendían por sus mejillas sin control y ya no sentía fuerzas para moverse. Se sentía morir en ese mismo instante.

SeongHwa seguía estático en su lugar, sin poder creer lo que había hecho. Se acercó un poco a YeoSang y se agachó para pasar sus dedos en el gran charco.

Risas.

Empezó a reír sin control, pasó sus manos por el rostro del rubio, manchandolo con la sangre de sus dedos y le dedicó una sonrisa, tal vez la más aterradora que haya visto YeoSang en toda su vida.

- A mi no me vas a estar amenazando, pequeña rata. - murmuró aún con esa enorme sonrisa en su rostro.

Los gemidos de YeoSang se volvieron cada vez más constantes, lloraba debido al dolor y pánico que le generaba tener a SeongHwa a una distancia tan mínima. Pero esto solo generaba gracia en el mayor, quien se alejó para ir por una toalla y limpiarse las manos. Tomó su teléfono y llamó a DongHun bajo la atenta y borrosa mirada de YeoSang.

- Hola, DongHun, necesito que vengas... Creo que YeoSang tuvo un accidente en el departamento... No lo sé, pero llama a tu equipo, por favor... Gracias. -y colgó la llamada. Volvió a acercarse a YeoSang y se arrodilló frente a él para tomar sus cabellos, haciendo que lo mire. - Ni una sola palabra de esto, te lo advierto.

                                                        

                

⚖DongHun  

- ¿Cuánto dice que tardará?

- Una o dos horas.

- Muchas gracias.

Se volteó hacia JunHee y éste le extendió un vaso de café, lo tomó dudoso y se dirigieron hacia unos bancos para tomar asiento.

La pierna de JunHee se agitaba rápidamente y DongHun notó como apretaba algo fuerte su vaso de café.

- ¿Sigues pensando en eso? -cuestionó y posó su mano sobre la del pelinegro que se encontraba descansando en su pierna.

- No. -susurró, mirando a un punto fijo en algún lugar del piso. - Ahora estoy preocupado por YeoSang.

El mayor suspiró pesadamente y apretó la mano contraria, intentando transmitirle confianza.

- El estará bien, despertará en poco tiempo. Solo fué un golpe leve.

JunHee volteó a verlo horrorizado y alejó la mano del mayor.

- ¿A eso le llamas "un golpe leve"? -escupió con enojo, provocando que el mayor se exaltara. - Tiene una herida de gravedad en el cráneo, ¿y dices que sólo fué un golpe?

- JunHee, estás cosas pasan. -murmuró intentando tomar nuevamente la mano del menor- Un adorno le cayó en la cabeza, los médicos me afirmaron que el está bien y despertará en una o dos horas. No te preocupes, su herida sanará.

- ¡No me preocupa su herida, maldita sea! - gritó y apretó el vaso en su mano, provocando que este se rompa y llamando la atención de los médicos que se paseaban por los pasillos de aquel hospital- Me preocupa que siga así, no estoy convencido de que haya sido un adorno cualquiera.

- Quieras o no, asi es, JunHee. El saldrá del hospital en unos días y volverá a su casa. Podemos visitarlo de vez en cuando, si quieres, pero verás que nada es tan grave como parece. - comentó mientras pasaba sus dedos sobre las mejillas del menor para limpiar las lágrimas que empezaron a caer.

El pelinegro negó asqueado y salió corriendo hacia los baños del hospital para limpiar su rostro.

DongHun suspiró agotado y siguió bebiendo su café. Ya eran las 00:30 am, y por más que quisiera irse a dormir y reponerse para empezar otro día de trabajo, sabía que JunHee lo odiaría y no podía hacerle eso a él.

Vió en la lejanía como se acercaba SeongHwa, rodó los ojos y decidió ignorarlo.

- DongHun, ¿cómo está YeoSang? -preguntó con preocupación fingida, DongHun volteó a verlo serio.

- Creí haberte advertido que hicieras las cosas bien una vez en tu vida. Acabas de salir de prisión, ¿y quieres ingresar otra vez? Me das asco, SeongHwa, no creí que serías así. -mordió su labio con frustración al ver al menor bajando la mirada.

- Yo no quise hacerlo, lo juro. Estaba muy ebrio... lo siento. -sollozó y tapó sus ojos con sus manos.

- ¿Crees que esa es una excusa para hacerle eso a un pobre muchacho? Eres una mierda, me das vergüenza. -escupió y apretó los puños al notar la sonrisa cínica en el rostro contrario.

- ¿Y que vas a hacer? ¿Defenderás a YeoSang? -cuestionó divertido.

- Es exactamente lo que haré, no voy a permitir que le sigas haciendo daño. -sentenció con firmeza.

SeongHwa soltó una pequeña risita y se acercó retador al mayor.

- Ok, hazlo. -habló con tranquilidad. - Pero si tú me mandas al frente, yo te mandaré al frente a ti. -susurró, dejando congelado al castaño.

Carcajeó por última vez y se dió la vuelta para retirarse, dejando al mayor completamente paralizado.