𝑩𝒊𝒓𝒕𝒉𝒎𝒂𝒓𝒌 | 𝑺𝒆𝒐𝒏𝒈𝑺𝒂𝒏𝒈 - 𝑨𝒕𝒆𝒆𝒛

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-Gracias por ayudarme con todo, señor Lee. -me despedí de mi abogado, el cual se mantuvo serio desde el primer momento en que pisé su oficina.

-No debe agradecerme por nada, tenga por seguro que su hermana   se quedará con usted. -estreché mi mano con la suya y el me sonrrió levemente. -Recuerde traerme los papeles que solicité.

-Si, mañana mismo se los traigo.

Acomodé un poco la manga de mi abrigo y salí de aquel edificio. No fué tan dificil como creí que sería, el abogado no tenía un caracter duro, pero era firme y decidido sin perder la escencia amable.

Mi telefono empezó a sonar y vi que era mi amigo, MinGi.

MinGi

Hola?

Conseguí un trabajo para ti, ven a mi departamento y te llevaré.

¡Oh, muchas gracias.! Iré a recoger a Siyeon y voy, ¿de acuerdo?

De acuerdo, te espero entonces.

Corté y caminé un poco mas rápido hacia el preescolar. No teníamos actividades en la escuela, asi que tomé la oportunidad para hablar con el abogado que me recomendó SeongHwa.

Llegué y vi a la maestra de Siyeon con los demas niños, busqué con la mirada a mi hermanita y no la ví en ningún lugar.

-Buenos dias. -hice una reverencia que ella amablemente me devolvió. -Vine a retirar a Siyeon.

La mujer me miró algo confundida, arqueó una ceja extrañada.

-Ya la han retirado, joven.

Mi corazón dejó de latir y empecé a respirar agitadamente.

-Señorita... ¿donde está mi hermanita? -pregunté con un tono bajo, intentando calmarme. La miré serio y sostuve mi pecho con mi mano, intentando regular mi respiracion. -¿Donde está mi hermana?

-Joven, su hermana ha retirado a Siyeon.

Exploté y la tomé del cuello del fino uniforme que llevaba. Apretaba con fuerza mientras miraba su rostro de pánico.

-¿¡Donde está mi hermana?!

🔥SeongHwa:

-Park, tiene visita.

Levanté la vista hacia el guardia, parpadeé varias veces y quité la cobija de mi cuerpo. Arreglé a medias mi cabello y salí siguiendo a aquel insoportable hombre.

¿Quién podría ser? No he recibido visitas mas que de mi abogado en estos 2 años.

Llegamos a la sala de visitas y ¡vaya sorpresa! mi abogado esta aqui.

Lo miré extrañado y me senté frente a el. DongHun me miró sonrriendo de lado para luego suspirar.

-Park SeongHwa... -rió- Es lindo verte de nuevo.

-Lo mismo digo, Lee. ¿Que ocurrió ahora?

-Que eres el recluso mas afortunado del continente, eso pasa. -lo miré con el entrecejo fruncido y el solo sonrrió, acomodándo sus codos en la mesa. -Conseguí la aprobación del juez para librarte por buen comportamiento.

Abrí los ojos sorprendido y el volvió a reir. Sonrreí y nos levantamos de las sillas, nos abrasamos y escuché su risa en mi oreja.

Me separé despues de unos segundos.

-¿Cómo...?

-He resaltado tu buen comportamiento, nunca tuviste pleitos y logré que tu caso fuera visto como intento de protección hacia un tercero. -lo miré analizando sus palabras y sonrreí -Tienes al mejor abogado del mundo, lo sé. -murmuró con ciertos aires de grandeza.

-No tienes idea de cuanto te lo agradezco, DongHun.

-Tranquilo hombre, siempre te ayudaría y lo sabes. Ademas -se volvió a sentar y lo imité- Hoy fué un tal Yeosang a buscarme, según el, tu lo enviaste a mi.

-Oh... espero que lo ayudes también. -sugerí cambiando mi expresión a una seria.

-¿Quién es el? ¿Cómo lo conoces? -preguntó curioso. No es raro de Lee DongHun el querer sacarse todas sus dudas.

DongHun tiene beneficios al ser tan curioso, en su trabajo le va bastante bien debido a esto y sabe elegir perfectamente que personalidad sacará con cada cliente.
Es firme, decidido y tiene la mentalidad que lo lleva a donde quiere llegar. Esto lo convirtió en el abogado mas solicitado de Seul.

-El viene a verme. -solté sin mas y vi su sonrrisa burlona.

-No me digas que ese niñato te interesa. -viré mis ojos y el se acomodó, apoyado contra la mesa y mirandome fijamente. -No cometas otra estupidez, si lo repites, no volveré a ayudarte, Park; sabes como soy de objetivo con cada cliente.

-Yo no soy un cliente cualquiera, espero que recuerdes eso. -lo desafié y lo vi mirarme serio.

-Te convertirás en uno si vuelves a hacer una estupidez y no me importará defender a tu rival la próxima vez... y sabes que yo nunca pierdo un juicio.

Su mirada me dió escalofrios y aparté la vista rapidamente.

-No lo volveré a hacer...