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YeoSang☁️  

Ha pasado un mes de todo lo ocurrido, un mes lleno de idas y vueltas por parte del rubio. Su herida ha sanado por completo, ya puede controlar las náuseas y el mareo al levantarse.

Su cabeza ha trabajado mucho en todo ese tiempo, dudas llegaban y no era capaz de resolverlas el solo. Las noches en esa habitación eran horribles, tuvo que recuperarse por su propia cuenta ya que no recibía la atención que necesitaba. Por las mañanas, la única visita que recibía era la de JunHee, le llevaba de comer, agua, ropa y todo lo que YeoSang podía necesitar, incluyendo a Siyeon.

No ha vuelto a saber nada de DongHun ni SeongHwa, ni siquiera se atrevía a preguntar por ellos, después de todo ¿importaba realmente?

El vínculo con JunHee se ha hecho más fuerte, se volvió una gran parte de su vida. El pelinegro demostró tener un gran corazón, cuidaba a Siyeon y estaba con él sin importarle nada más. Empezó a hablar con más frecuencia, pero solo con ellos y era algo que derretía el corazón del rubio.

- Yeo, el doctor me dijo que mañana podrás irte. -comentó con una sonrisa.

El rubio se sentó mejor en la camilla y acarició los cabellos de una dormida Siyeon que se encontraba en sus piernas.

- No estoy seguro de si quiero irme de aquí. -suspiró. - ¿Qué me recomiendas hacer?

- Ya te lo dije, llamaré a la policía y pondrás una orden de restricción o una denuncia. Ya verás que SeongHwa volverá a la cárcel sin problemas.

Las palabras de DongHun aún rondaban por su cabeza, tenía conocimiento previo de lo difícil que era ganarle en un juicio... llegando a arañar lo imposible.

- ¿Crees que DongHun me ayudará?

- Claro que . - le sonrió con confianza. - DongHun es muy serio y todo, pero solo es así para mantener su imagen de abogado respetable. Es una buena persona, excelente diría yo.

Estaba clara la adoración que JunHee sentía hacia DongHun, es por eso mismo que decidió no contarle sobre su roce con el mayor. Ya tenía suficientes problemas, no quería desilusionar a JunHee también.

- No, JunHee, prefiero dejar las cosas como están. -murmuró con voz temblorosa. - Solo esperaré a cumplir 18 y me largaré con mi bebé, mientras tanto solo me quedaré con SeongHwa.

- ¿Estás loco? -susurró a la par que sus ojos se cristalizaban. - No pienso dejar que ese loco te golpee, ¿realmente crees que no lo volverá a hacer? Tienes suerte de estar vivo justo ahora.

- JunHee. -lo interrumpió con tono firme- Por favor, respeta mi decisión.

El pelinegro tomó con firmeza y fuerza la mano de YeoSang, sorprendiendolo por completo.

- No digas estupideces, YeoSang, por favor, solo acepta mi ayuda de una vez. -suplicó.

- Me estás tocando... -susurró viendo fijamente sus ojos aguados.

Lentamente, JunHee dirigió su mirada hacia sus manos y apartó la suya rápidamente para después guardarla en el bolsillo de la sudadera.

- E-eso no importa. -aclaró su garganta y se levantó de su asiento para dirigirse hacia la puerta. - Volveré a las 5 por la niña. -rascó su nuca y salió de la habitación.

YeoSang solo enfocó su vista en Siyeon, ya no le importaba nada. Aguantaría lo que sea por tener a su pequeña con el.


                                                                        

Al día siguiente.

El taxi lo dejó frente al edificio, soltó un suspiro y tomó sus bolsas para ingresar. Entró al departamento y encendió las luces, fué hasta la habitación y sus piernas temblaron al no ver rastros de lo ocurrido un mes atrás, el piso estaba reluciente, la cama bien tendida y un olor agrio a perfume floral. Nadie pensaría que su compañero casi lo mata ahí mismo.

Negó intentando alejar sus pensamientos y depositó las bolsas en la cama. Tomó asiento un momento y se alarmó al escuchar la puerta principal abriéndose, mordió su labio con fuerza y apretó las sábanas en sus manos.

- YeoSang. -susurró sonriente y se acercó al menor, quien solo atinó a alejarse con rapidez. -Bebé, lo siento... -murmuró subiéndose a la cama para quedar sobre el rubio.

- N-no me llames así. Aléjate de mi. -sollozó y tapó sus orejas con sus manos.

SeongHwa limpió las lágrimas del menor y lo acercó a su pecho para abrazarlo. YeoSang se resistió, pero no sirvió de nada, era mucho más grande que él.

- Lo siento, lo siento tanto. -murmuró acariciando la espalda y los cabellos de YeoSang, quien había empezado a temblar. - No lo volveré a hacer, lo prometo por lo que más amo en este mundo. Por favor, perdóname.


"Por lo que más amo en éste mundo"


Solo esa frase bastó para entenderlo, estaba perdido.

𝑩𝒊𝒓𝒕𝒉𝒎𝒂𝒓𝒌 | 𝑺𝒆𝒐𝒏𝒈𝑺𝒂𝒏𝒈 - 𝑨𝒕𝒆𝒆𝒛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora