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Pasaron alrededor de unos 20 minutos, JunHee miraba con atención a la pequeña Siyeon mientras esta le hablaba al rubio que yacía inconsciente en la camilla. La menor de vez en cuando pellizcaba las mejillas de su hermano, intentando despertarlo; al no obtener resultados fruncía el ceño con molestia y un pequeño mohin aparecía en sus labios. Era entretenido verla actuando como el ser más inocente en ése cuarto.

YeoSang abrió los ojos con dificultad y soltó un quejido, llamando la atención de todos. Parpadeó intentando acostumbrarse a la luz artificial y miró con confusión al pelinegro.

- ¿Q-qué sucede? - cuestionó confundido e intentó moverse sin éxito, los tubos conectados a su cuerpo lo tenían atrapado.

JunHee se levantó con prisa y fué a avisar a los médicos.

Siyeon sonrió al ver a su hermano despierto y se lanzó a abrazarlo. YeoSang soltó una risita y acarició los cabellos de la menor. Grave error.

Sus gestos faciales provocaron un gran dolor en su cabeza, llevó su mano rápidamente hacia la venda y la masajeó, intentando cesar el dolor en vano e ignorando los gruesos tubos conectados a sus brazos. Sus mejillas estaban bañadas en lágrimas nuevamente y la falta de movilidad en su cuerpo lograron irritarlo y se dejó llevar por el llanto.

- ¡A-ayudenme! P-por favor...- grito. El dolor era simplemente insoportable, su corazón latía con rapidez y su respiración se tornó pesada. Soltó un pequeño grito que logró asustar a la menor, quien recostó su cabeza en el pecho contrario y acarició sus mejillas para calmarlo.

Dos médicos ingresaron al cuarto y alejaron con sutileza a Siyeon del rubio mientras le aplicaban un tranquilizante. Un médico tomó a la menor del brazo para alejarla de la camilla, pero JunHee actuó rápido y se la arrebató para cargarla mientras escondía el rostro contrario en su cuello.

- No mires. - le susurró el pelinegro y volteó a ver a YeoSang.

Le quitaron los tubos y ahora tenía más libertad, su corazón se estrujó al verlo hecho bolita en la camilla mientras su llanto continuaba.

El rubio volteó a ver a JunHee y estiró los brazos hacia él.

- D- dame a mi niña, por favor. -suplicó y se hizo a un lado para darle espacio a la menor. JunHee dudó un momento, YeoSang estaba muy mal y no quería asustar a Siyeon; pero la castaña extendía sus brazos hacia su hermano, queriendo ir con el. Finalmente cedió y la recostó a su lado. YeoSang la abrazó con fuerza y besó su frente.

JunHee se sentó a su lado y suspiró. Era un milagro que YeoSang siguiera vivo, pero no podía dejarlo ir con SeongHwa nuevamente.

- YeoSang. -lo llamó y el rubio lo miró atento. - Dime que pasó.

YeoSang pareció pensarlo un poco, pero cuando estaba a punto de responder, la puerta fue abierta, dejando ver a DongHun del otro lado.

- Que bueno que estás despierto, Sanggie. -exclamó ingresando a la habitación. - Jun, ¿podrías llevarte a Siyeon afuera? Debo hablar con YeoSang un momento.

El pelinegro frunció el ceño hacia el mayor y recibió un apretón en su hombro como respuesta. Suspiró y tomó a Siyeon en sus brazos para dejar a los mayores solos.

DongHun cerró la puerta y tomó asiento junto a YeoSang, quien aún tenía rastros de lagrimas en sus mejillas.

- YeoSang, sé perfectamente lo que sucedió. -tomó una de sus manos y la acarició, pero el menor la apartó con miedo. -Lamento que hayas pasado por todo esto.

- No importa. -susurró sin ganas y apartó la mirada del castaño.

La habitación quedó sellada por un silencio incómodo por algunos minutos. YeoSang no tenía fuerzas y tampoco quería hablar con nadie que no fuera su hermanita; y DongHun pensaba en la mejor forma de pedírselo sin sonar como un hijo de puta.

- YeoSang. -suspiró. -No le cuentes a nadie lo que pasó, solo quedará como un secreto entre los 3. - YeoSang volteó a verlo espantado y se alejó un poco más. - Ya sé que está mal que te pida esto, pero piensa que es la única forma de que tengas a tu hermanita de vuelta.

- ¿Estás escuchándote? -cuestionó YeoSang con molestia. - Casi me mata, DongHun.

- Lo sé, pero yo lo conozco, sé que es algo que no volverá a pasar. El es un hombre bueno, tal vez... tú lo ayudarías a cambiar. -habló desesperado, esperando la aceptación del rubio. - Piensa que tú lo ayudarás y el te ayudará a ti.

- DongHun, vete.

- YeoSang, si aceptas, ya no te cobraré nada y seguiré siendo tu abogado sin problemas. Si no aceptas, yo defenderé a SeongHwa y lo perderás todo, incluyendo a Siyeon. -murmuró molesto y se levantó de su asiento para salir de la habitación. - Piénsalo bien.

𝑩𝒊𝒓𝒕𝒉𝒎𝒂𝒓𝒌 | 𝑺𝒆𝒐𝒏𝒈𝑺𝒂𝒏𝒈 - 𝑨𝒕𝒆𝒆𝒛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora