𝑩𝒊𝒓𝒕𝒉𝒎𝒂𝒓𝒌 | 𝑺𝒆𝒐𝒏𝒈𝑺𝒂𝒏𝒈 - 𝑨𝒕𝒆𝒆𝒛

16

Han pasado ya 2 semanas desde que Joohyeon fué arrestada, DongHun cortó todo tipo de conexiones entre el abogado WooSeok y los jueces para evitar que sus antecedentes fueran vistos como mínimos.

El juez a cargo de su causa ordenó que Siyeon fuera puesta bajo cuidados del servicio infantil por un tiempo hasta que se realizara otra audiencia, hecho que facilitaba las cosas para todos.

YeoSang no desaprovechaba ni un solo momento libre para ir a ver a su hermanita, llevándole juguetes, vestidos, dulces y comidas.
Claro que no era lo mismo que tenerla viviendo con él, pero sabía que no faltaba mucho para que todo vuelva a ser como ántes.

También notaba el raro comportamiento de SeongHwa; casi no le dirigía la palabra, no llegaba a la casa para cenar y ya llevaba 3 noches seguidas en las que llegaba ebrio. YeoSang entendía que no podía reclamarle nada, ellos solo eran amigos y la casa era suya. No estaba en la posición de reclamarle, pero se sentía solo.

Si bien nunca presentó algún índice agresivo con él, temía que eso surgiera en algún momento, y mayor era su miedo al saber que Siyeon iría a vivir con ellos.

El rubio se encontraba sentado debajo de un árbol en los patios de la escuela, leyendo una novela para su tarea de literatura. No sabía cuanto tiempo llevaba en esa posición, pero su espalda ya dolía y sus ojos se estaban cansando.

Hace varios días que no veía a MinGi y YunHo, tampoco le contestaban los mensajes y no asistían a clases, hasta los profesores se encontraban preocupados por ellos.

Escuchó el timbre que anunciaba el fin de la jornada, guardó el libro en su mochila, se levantó, limpió sus pantalones y se dirigió hacia la salida. Pasó por una pastelería y compró pequeños pastelitos para Siyeon.

Tomó el autobús hacia la guardería, todos ya lo conocían, así que ingresó sin problemas. Abrió la puerta de la habitación y vió a la pequeña dormida en su cama, se sentó a su lado y dio pequeñas caricias a su cabello, mientras dejaba besitos en su mejilla.

La castaña abrió los ojos y se encontró con el rubio que la miraba con una sonrisa, lo rodeó rapidamente con sus brazos y éste la apretó contra su cuerpo.

- ¿Tienes mucho sueño, bebé? - susurró y la pequeña negó mientras se incorporaba en la cama.

- Te extrañé mucho, Oppa. -le sonrió y dejó un beso en su mejilla.

- Te traje algo. - le enseñó la caja de pastelitos y a la pequeña se le iluminaron los ojos. - Solo no los comas todos de una vez, puede hacerte daño.

La castaña tomó un pastelito y lo llevó a la boca de su hermano mayor, quien lo recibió gustoso.

Pasaron toda la tarde juntos, YeoSang jugaba con ella a las muñecas, la ayudó a decorar su habitación y la ayudó a bañarse, le colocó un bonito sueter de color violeta, unos pantalones negros y unas zapatillas del mismo color, peinó su cabello y cortó su flequillo que ya estaba bastante largo y desaliñado.

- ¿Recuerdas hasta que número te enseñé?  - Siyeon asintió - Empieza.

- 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 15, 16, 17, 18, 19 y 20. - contestó emocionada y YeoSang soltó una risita.

- Olvidaste el 14, pero lo hiciste muy bien, bebé. - levantó su mano y la pequeña la chocó con la suya.

YeoSang tomó su teléfono y vió que tenía varias llamadas perdidas y mensajes de DongHun.

- YeoSang, necesito hablar contigo urgentemente.

- Contéstame, es necesario que lo hagas.
(04:48 pm)

- Perdóname, ahora estoy con mi hermanita, ¿puedo llevarla?
(05:37 pm)

- Claro que si, no hay problema. Te espero entónces.
(05:38 pm)

Tras hablar con las encargadas del lugar, YeoSang llevó a Siyeon hasta el edificio 67, no sin ántes abrigarla adecuadamente. Ingresaron al lugar y llegaron hasta la oficina del abogado, tocaron la puerta y fueron recibidos casi al instante por el castaño.

- Que bueno que estás aquí, YeoSang, pasa. - le cedió el paso y cerró la puerta detrás de él. Se agachó un poco hasta quedar frente a Siyeon - Supongo que ésta linda pequeñita debe ser tu hermana. -habló con voz dulce mientras miraba como la niña se escondía detrás de YeoSang.

- Asi es. Bebé, saluda al tío DongHun. - la cargó en sus brazos y ésta volvió a esconderse en su cuello. - Es muy tímida, lo siento.

- Que lástima, quería regalarle ésta paletita a un niño hoy. -habló mientras sacaba una pequeña paleta de su bolsillo, llamándo la atencion de la menor.

- Hola, tío DongHun. - susurró y  ambos mayores solo rieron, DongHun le dió la paletita y revolvió su cabello.

- Eres una niña muy bonita, tan bonita como tu hermano. - le sonrió.

YeoSang dejó a Siyeon en el suelo y DongHun llamó a JunHee para que se la llevara a la habitación de al lado con la excusa de que los mayores tenían que hablar de algo importante. La niña entendió y siguió al pelinegro, DongHun y YeoSang tomaron asiento frente al escritorio y el mayor masajeó con nerviosismo el puente de su naríz.

El rubio se impacientó un poco y le hizo una seña con la mano para que hable.

- Un vecino de ustedes me informó que SeongHwa ha estado llegando borracho éstas noches a la casa, ¿eso es cierto? - cuestionó y YeoSang se volvió pequeñito en su lugar, asintió con timidez y DongHun bufó impaciente. - ¿Te ha tocado? ¿Es malo contigo?

- No no, para nada. N- ni siquiera me habla, solo llega a la casa para dormir y nada más. - mordió su labio.

El castaño se apoyó mejor en el escritorio y miró al rubio con seriedad.

- Si en algún momento SeongHwa intenta pasarse de la raya contigo, solo debes llamarme, ¿si? Ni siquiera lo dudes un segundo, solo llámame, YeoSang.

YeoSang frunció el ceño y empezó a sudar frío. ¿SeongHwa era una persona agresiva? ¿Dónde se había metido?

- Te llamaré, lo prometo. - murmuró.

- SeongHwa no es malo, solo que está abrumado y perdido. Hablaré con él después para que tú estés más tranquilo. Conozco a ese hombre y solo te recuerdo que yo lo saqué de la cárcel. No dejaré que tu hermanita viva con ustedes si ese idiota está comportándose de esa manera, haré lo posible para que se relaje.

YeoSang asintió y sintió una pequeña presión en su pecho. ¿Un mal presentimiento, tal vez?