Nightmare.

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Cuando me quiero dar cuenta, estoy en una sala oscura con muy poca iluminación. Mi cabeza manifiesta un dolor general  y siento un vacío en mi interior sin entender donde me encuentro. Palpo mi rostro y sorprendentemente, tengo las mejillas mojadas y mis ojos escuecen levemente . De repente, la luz intensifica su potencia para terminar apagándose de golpe dejando un pitido agudo que rebota por esas paredes. El ruido se hace insoportable e intento anular ese sonido de mis tímpanos colocando mis manos encima mis orejas.

- ¡Para!- inconscientemente, empiezo a gritar eso, como si hay algo que lo controla-. ¡Para ya! ¡Para!

Y como si ha oído mis ruegos, el sonido se para y una luz empieza a propagarse por la habitación otra vez. Con lentitud, destapo mis orejas, no muy segura que esta pasando y si volverá a pasar lo de pitido. Cuando observo a mi alrededor, esta vez, un chico esta arrodillado a unos metros alejado de mi.  Desde donde me encuentro, escucho sus sollozos y murmullos que son imposibles de entender. 

- ¿Estás...bien?- susurro no muy alto, sin ni siquiera saber yo el porqué .

Con una lentitud aterradora, alza su cabeza hasta que sus ojos negros como el carbón se clavan con frialdad contra los míos. Es Ashton. No obstante su aspecto no se parece con la realidad; su rostro parece magullado y esos ojos reflejan una tristeza que te hacen sentirla al momento.

Retrocedo algunos pasos al ver como se levanta demasiado deprisa para ser humano y lentamente va caminando hacia a mi con una sonrisa de oreja a oreja, que solo hace recorrer un escalofrío por todo mi cuerpo.

- No no acerques, p-por favor.- tartamudeo alzando una mano para que se alejara de mi y dejase de caminar.

Él se ríe, sin ser esa su voz, aunque sigue siendo aguda.

- ¿Por qué?

- Porqué tengo miedo.- esa confesión sale sin pensar y siento que he dicho justo lo que quería que escuchar.

Vuelve a reírse de mi y su aspecto físico empieza a modificarse, y a la vez mis ojos empiezan a ver nubloso. Las imágenes delante mio salen distorsionadas y cuando giro mi cabeza, puedo contemplar a pocas penas a los dos chicos restantes; Michael y Calum. Mi cabeza se encuentra en una pelea interna entre chillar o llorar por el simple hecho que no llego a entender nada de lo que esta sucediendo.

- ¿Qué queréis?- ruego,  desesperada para que se acabara esa tortura.

Los tres se miran y no mucho después siento como el rizado se encuentra justo a centímetros de mi. Ya no me transmite la confianza que me ha dado estas semanas aquí dentro del edificio y siento un frío recorrer por todo mi cuerpo cuando su mano se posa encima mi mejilla con suavidad. Voy ha decir que se aparte de mi lado, pero antes de que pueda gritarle lo que sea, una punzada con un dolor infernal se crea por la zona de mi riñón. 

Bajo mi mirada para contemplar como un cuchillo atraviesa mi torso dejando un resto de sangre por mi la camisa de pijama que llevo puesta. Las lágrimas no surgen in ningún momento y mi garganta se seca tanto que se me es imposible soltar ningún grito ni palabra.

- Te dije que te alejaras de él ángel, esto es solo un aviso.- tras murmurar esa amenaza en mi oreja, siento sus labios encima mi frente antes de que mi visión fuera nula y queda inconsciente. 

Suelto un grito mientras mi cuerpo se alza con el corazón palpitando a una velocidad demasiado rápida y mis pulmones le siguen el ritmo dejándome la respiración muy agitada. Quedo más tranquila en localizarme en mi habitación y con la puerta bien cerrada, sin ningún intruso dentro. Con mis manos sudadas acaricio mis mejillas intentando calmar mi sistema nervioso mentalizandome que tan solo ha sido una pesadilla. Como las otras que he sufrido cada noche durante estas semanas.

Room 307 #Wattys2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora