Epílogo.

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Luke sujeta mi mano con todavía más fuerza, seguramente reteniendo su furia interior. Suspiro un poco cansada de la actitud del policia, llamado Bill, el cual nos observa con su ceño ligeramente fruncido y pasa una mano acariciando su cabeza sin cabello.

- Volveré a repetirlo, para usted Bill- intento parecer calmada, sin embargo estoy apunto de usar el recurso de los gritos-. No estamos locos, no necesitamos ningún psiquiatra. Estamos diciendo la pura verdad.

- Señorita Killes, me gustaría creerla, pero los guardias del pueblo revisaron todo ese edificio y no hay rastros de nada paranormal, ni ninguna persona llamada Ashton Irwin.

No debió pronunciar ese nombre, ya que Luke alza su cuerpo golpeando con toda su mano abierta la mesa.

- Escúchame Bill, esto no es una puta broma, no somos dos críos para ir jugando con esta mierda.- espeta, con una voz muy seria y cabreada, que la verdad nunca he escuchado.

- Señor Hemmings, por favor, con respeto- replica el policia y se toquetea el nudo de su corbata nervioso. Luke ha conseguido intimidarle-. Siento informaros, que mañana por la mañana seréis trasladados de la prisión a un manicomio. No puedo hacer nada al respecto, lo siento.  Si me permitís voy a...

- Espere- lo llamo antes de que se levante de la silla y él me mira con atención- ¿Puedo hacer la ultima pregunta, por favor?

Se toma sus segundos para contestar

-La escucho.

Suspiro.

- ¿Saben algo sobre Calum Hood y Michael Clifford?

El policía se queda unos segundos más en silencio y mis esperanzas van desapareciendo como humo.

- ¿Calum Hood y Michael Clifford?- repite frunciendo el ceño y yo asiento con desesperación-. Me suenan sus apellidos pero no le puedo asegurar al cien por cien. Tal vez los han encerraron a un manicomio diferente al vuestro, pero repito, que no le puedo asegurar esa información, señorita Killes.

Finjo una sonrisa

- No pasa nada gracias.

- Para servirle.- contesta y se va por la puerta como un rayo sin mirar a Luke.

El recién nombrado se acaba de levantar del todo de la silla y maldice a la vez que golpea la mesa con violencia, muy cabreado. Su espalda sube y baja con rapidez, sintiendo como está muy tenso y cabreado. Me levanto y camino hacia él.

- ¡Mierda, joder!- susurra, con la voz demasiado alta y cuando acaricio uno de sus brazos, se gira a mi con mucha rapidez. Sus ojos se encuentras ligeramente oscuros, y eso no es bueno. Sin embargo, me quedo unos segundos apreciando ese color, volviendo a recordar su casi muerte.

Suspiro antes de hablar.

- Luke, debes calmarte, no queremos llamar más la atención- susurro, con mucha lentitud y vuelvo a acariciar sus brazos con mis manos de arriba abajo.

- No puedo ángel, esto me supera- murmura, y alza una de sus manos para fregarla contra su rostro con frustración-. Joder, ahora que hemos salido vivos, no me dejan ser libre.

- Lo sé, también estoy muy en contra, pero no me quiero meter en más líos, por favor.- pido, con una mirada de suplica.

Luke tan solo deja ir un suspiro cabreado y con esa mano alzada agarra su cabello para tirar de él ligeramente.

- No entiendo como puedes estar tan tranquila.

Quedo un momento tan solo en silencio.

- Supongo que debo ser la que calme las cosas- murmuro y veo como su reacción es todavía más frustrada, así que me acerco hasta quedar justo enfrente de él y aparto desde sus brazos las manos de su rostro-. Ademas, estoy más ocupada apreciando que estés aquí, conmigo, recordando que hace días te encontrabas en mis brazos casi muriendot...

Room 307 #Wattys2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora