Room 307 #Wattys2018

Trust me.

Cinco, cinco días han pasado desde el acontecimiento con Luke, y mi cabeza no puede dejar de darle vueltas a lo ocurrido. Es como una especie de imagen que no desaparece ni aunque me esfuerza. He intentado aparentar normal delante de los chicos sabiendo que el tema es demasiado crudo para tocarlo con ellos y por una parte lo entendía, después de tantos días junto a ellos he podido comprobar que el trauma que una sola persona les ha causado ha destrozado por completo sus vidas y eso me hace tener mucho miedo y respeto a Luke.

También había estado pensando en el plan que tiene en manos, y mil y unas teorías siempre recorren mi mente, pero sé muy bien que ninguna de ellas serán el resultado final. La mente de Luke funciona completamente diferente a la nuestra, a juzgar por mi razón, y aunque suene tan estúpido, me gustaría saber como lo hace.

Recibo un golpe en mi hombro, y parpadeo varias veces, para ver como todos los chicos me observan  sin entender mi confusión. Aunque creo que ya han notado que mi mente no está por el caso. Así que tan solo se encogen de hombros y siguen hablando mientras ríen. Frunzo el ceño a su actitud, comparando su reacción a mi poca presencia con la de Emma. 

¿Acaso no están preocupados? No quiero pensar eso, pero tampoco llego a encontrar normal esta actitud enfrente el problema que Luke nos ha mostrado.

- ¿Qué os pasa?- suelto, sin nisiquera pensarlo antes.

Los tres jóvenes quedan callados y me dedican unas miradas confusas.

- ¿Hablar sobre tacos?- dice Calum, como si fuera obvio.

Suspiro frustrada.

- ¿Así que os parece correcto hablar sobre comida mexicana en la situación que nos encontramos?

- Addison, no sigas por ahí.- advierte Ashton, sin mirarme.

- Me temo que sí sigo por aquí, Ashton, porqué veo que os importa una mierda que mi vida este en juego y en las manos de Luke.

- ¡Cállate Addison! Tan solo queremos no pensar en eso e intentar hacer otras cosas alegres, como hemos hecho siempre.- sentencia Ashton.

Miro al chico quien a alzado la voz en esa sala y con el ceño fruncido, me levanto de su lado liberándome de su mano entrelazada con la mía con asco. Espero alguna respuesta de los chicos, aunque ellos tan solo se quedan en silencio. Frunzo mis labios furiosa y me dirijo hacia la puerta para salir después de golpearla con fuerza. Sin pensar en nada, mis pensamientos me llevan a bajar las escaleras y una vez he llegado a recepción, mis ojos se clavan en la puerta enfrente mio. Tan solo quiero salir, y a lo mejor, pedir algo de ayuda. 

Justo cuando la piel de mis manos roza el pomo de metal oxidado de la puerta, una brisa helada traviesa mi cuerpo provocando un desagradable escalofrío y de repente, siento algo inesperado se posa con suavidad encima mi hombro.

- No creo que sea una buena idea, ángel.

Una fatiga invade mi estómago y de mis pulmones se queda sin oxigeno durante un momento para luego ser hinchados otra vez causando que respirara con dificultad. Con rabia por mi impotencia hacia él, empujo la puerta consiguiendo abrirla.  El aire fresco natural golpea mi cara y sonrío con esa sensación de libertad. No obstante,  no dura mucho ya que tan solo al dar un paso hacia delante, todo se convierte en oscuridad. Me giro para volver dentro, pero ya no hay ninguna puerta. Una luz aparece acompañada con una figura de hombre, que reconozco al momento. 

- ¿Por qué coño haces esto?- me asombro a mi misma por enfrentarme a él de esa manera, pero no pierdo mi postura.

Luke se queda allí, quieto, en silencio como siempre, hasta que frunce sus labios a la vez que cruza sus brazos.