Luke lleva un rato largo acariciando uno de mis mechones, lo enrolla con su dedo indice y lo deshace, haciendo la misma acción todo el rato. Después del beso tan solo nos sentamos en el sillón típico de él y me obligó a sentarme encima suya con la excusa de no tener más sitios para sentarse, obviamente mintiendo.
- ¿Sabes?- habla por primera vez Luke consiguiendo mi atención-. Creo que no tienes ni idea en que lío te has metido.
- Puede ser- confeso y muerdo mi labio inferior, nerviosa por la pregunta que estoy a punto de formular-. Pero, si pudieses explicarme un poquito más.
Tan solo había empezado a decir eso, Luke ya había suspirado cerrando sus ojos a la vez que negaba su cabeza, pero cuando termino de hablar, poso mis manos encima de sus hombros, haciendo que me mire a los ojos.
- Ángel...no creo que pueda hacerlo.- susurra, y por primera vez sus ojos azules se aclaran, sabiendo a la perfección que transmite miedo.
Tuerzo mis labios, pudiendo entender que sea doloroso hablar de su pasado y sin que él lo sepa, también me da la aseguranza de que la perspectiva de los chicos es completamente diferente a la de él. Pero aún así quiero que él me lo explique, quiero saber que le pasó para hacer tal cosas.
Así que dejando atrás un poco aún la poca confianza entre los dos, como me encuentro encima el posabrazos, bajo mi cuerpo encima sus piernas y antes de que Luke reaccione, mi mano lo agarra por detrás de su cuello para ejercer fuerza hacia a mi, acabando besando sus labios. Tan solo dura unos segundos, pero igualmente esa corriente eléctrica vuelve a formarse y cuando él se separa, una sonrisa decora sus labios.
- Por favor.- suplico, en un susurro.
Luke se queda unos segundos en silencio, hasta que toma una gran bocanada de aire acabando asintiendo a la vez que deja reposar su espalda en el respaldo. Yo en eso, apoyo mi cabeza encima el posabrazos y lo miro fijamente.
- Primero de todo...te han contado sobre ellos, ¿verdad?- pregunta en un susurro casi inaudible, y yo asiento con la cabeza-. Bien, pues...toda la locura con ellos empezó cuando vivía en Brooklyn. Allí empecé a tener pesadillas con demonios y la cosa no fue preocupante por mi madre hasta que me empecé a lesionarme yo solo. En esa casa empezaron también las cosas paranormales que siempre acababan por hacerme daño a mi, y muchas veces termine en el hospital. Mi madre por fin pudo permitirse la mudanza pensando que las cosas mejorarían; pero no.
Quedo un poco paralizada con tan solo el principio de su historia y sé que lo que voy a escuchar me va a dejar todavía más impactada. Luke toma un segundo para coger aire y antes de que hable, él se adelanta.
- Cuando conocí los chicos en Sydney, pensé que todo iría mejor, pero las voces volvieron y ya no eran cosas tan inocentes como tirar un vaso encima de mi cabeza, no, me comían la cabeza diciéndome que matase a gente, y yo inconscientemente...les hacia caso siendo controlado por ellos- susurra lo último, con la voz completamente rota y su respiración se vuelve agitada. Abro los ojos sorprendida pero no suelto nada al respecto dejandole hablar-. Me negué rotundamente, y la consecuencia de eso fue que las voces empezaron a aumentar, ahí fue cuando los chicos me dejaron solo. No complacidos con la depresión que tenía y la ansiedad que me prohibía hacer nada, me obligaron a...matar a mi madre.
Luke deja de hablar para posar su mano encima de su rostro, dejando un largo y grueso suspiro, seguramente aturando las lágrimas.
- Luke- murmuro sintiendo comprensión por él e intentando reconfortarlo, agarro su mano libre y la presiono entre las mías-. Si no quieres seguir, lo entiendo.
El rubio niega con la cabeza rápidamente y después de segundos, vuelve a respirar profundamente para alejar su mano de su rostro. Su mirada se posa al momento a nuestras manos en contacto.
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Room 307 #Wattys2018
FanfictionNunca debí entrar en esa habitación, pero... a lo mejor el destino lo quiso así, a lo mejor tuvo que pasar, a lo mejor ese era nuestro futuro.