Prólogo

782 66 30
                                    

¡Hola a todos! Les doy oficialmente la bienvenida al primer libro de esta saga OLIMPICOS MORTALES, en la que veremos a nuestros queridos dioses sufrir por lo que hicieron nuestros héroes favoritos (Sí, me refiero a las desgracias que le lanzaron a Percy, Annabeth, Nico, Jason y los demás aunque no esta relacionado con la obra de Rick)

---

ACLARACIONES: No podíamos empezar sin esto.

Primero, muchas de las referencias son de un sitio real que se llama Agrigento en Sicilia, pero como no vivo allá y se me complica cree una nueva ciudad con algunas referencias de ese lugar. Segundo, por cada lugar que pase la/el  protagonista de esta saga el idioma que hablen será español, lo digo por si encuentran referencias a palabras de otros idiomas. Por último y no menos importante, este es el primer libro de una serie de eventos que pasaran los dioses  griegos en su forma humana, así que no desesperen tendrá lo que se merece en su propio libro.

Ahora sí ¡A leer!

(1/3)

***

Atenea se encontraba frente a las gradas de la entrada al palacio del Olimpo admirando la imponente estructura impregnada con magia que formaba una imagen en sus muros reflejando la historia desde su creación hasta el momento de todos los dioses griegos.

Aquello era algo que en los primeros siglos de su existencia le había encantado hacer.

Ver como la sociedad humana evolucionaba y realizaba nuevas descubrimientos, aquellos tiempos en los que los adoptaron como sus dioses y creyeron en ellos para guiarlos; hasta que los romanos llegaron y destruyeron su amada ciudad adoptando a la mayoría de ellos como sus dioses, a pesar de haber cambiado sus nombres.

Atenea admitía sin reparo alguno que aquella época no le había asentado para nada bien, pero cumplió con su deber ayudando a quienes se lo pedían y le brindaban ofrendas.

—Tienes que dejar de mirar esa pared o te volverás loca —dijo una voz dulce y suave detrás de Atenea, con un claro tono de reproche y preocupación.

Lo primero lo esperaba, no era la primera vez que alguien le decía eso en los últimos meses. Ahora lo segundo, eso sí era algo que la sorprendía; sin embargo, Atenea se negó a contestarle a la diosa detrás de ella.

Hacer eso siempre era un error; ya que, nunca llegaban a un acuerdo.

—Ignorarme no te va a servir, Atenea —dijo nuevamente la diosa intrusa y Atenea se resistió a mostrar su molestia.

Estaba ignorándola, eso era claro ¿Era tan difícil captar el mensaje?

Quería estar sola.

Tiempo atrás no habían tenido ningún problema en desaparecerse cada uno de la vida del otro por años y ahora querían involucrase.

Claro, había un motivo para eso.

Un motivo que frustraba a Atenea, ya que, no tenía una respuesta al problema al que se enfrentaban.

Siendo la diosa de la sabiduría y el conocimiento. Una estratega nata, una guerrera, quedarse parada a esperar ver como su problema los volvía locos la ponía nerviosa y estresada.

—Atenea, mírame —ordenó la diosa detrás de ella con todo su poder de persuasión.

—Yo también soy una diosa ¿Crees que puedes manipularme como lo haces con esos simples humanos? —le reclamó Atenea a la intrusa molesta.

Aquello era inaceptable, pero no es como que pudiera esperar algo más de Afrodita.

Ella solo se dedicaba a enamorar a los humanos y romper corazones. Para ella todo era un juego, por lo que dudaba que se preocupara por enfrentar el fin de su existencia.

Athenea [Olímpicos mortales #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora