rocket ship [b.s]

X [Segunda Parte]

-¿Pedimos pizza?- Pregunte.

-Eres una terrible mejor amiga ¿Qué es esto de invitarme a comer y no tener nada para cuando llego? - Dijo Jacob que habia llegado hace unos minutos.

Eso era lo primero que le dije a Jacob cuando lo vi cruzar la puerta, todavía me sentía culpable por no haberle cocinado nada aparte de las galletas (No quiero dejar pasar por alto que cuando proba la primera pensó que las había comprado, supongo que eso era bueno).

Ya habíamos comido y nos encontrábamos tumbados en el sillón viendo viejos capítulos de Glee, mi meta era hacerlo fan y tener compañía para cuando haga maratones cuando este aburrida.

Era el momento.

-Ha sido difícil.- Dije.

-¿A qué te refieres exactamente?- Pregunto el.

No era tonto, sabía perfectamente a lo que me refería solo me estaba dando el pequeño empujoncito que estaba necesitando. Respire hondo y continué.

-Solo espera a que termine para hablar ¿sí? Si paro probablemente no siga nunca más.- El asintió comprensivamente.

Tenía que hablar con él, mi hermano no estaba así que lo hacia todo más fácil. Todavía no le había dicho que le contaría todo a Jacob pero seguramente me apoyaba en la decisión, siempre lo hacía. El silencio nos inundaba, decidí romperlo.

-En estos tres años he estado en una clínica de rehabilitación.- Ya no podía mirarlo a los ojos.- No lo dije antes porque soy muy cobarde y me da una vergüenza de morir.- Me tomo la mano, se lo agradecí con una dulce mirada.- No te das una idea del infierno que viví, no solo allí sino antes de irme. Sabes todo lo que estaba viviendo, siempre estuviste a mi lado incluso cuando yo no lo quería, cuando te rechazaba y te gritaba las cosas más horrendas del mundo. Todo era negro hasta que una noche soñé con Aaron, sabes –las lágrimas ya están en todo mi rostro- el me retaba, no entendía que es lo que yo estaba haciendo y me hizo prometerle que no lo haría jamás, yo se lo prometí y lo iba hacer. Lo vi irse. Todo era demasiado luminoso, fue en ese momento en el que me di cuenta que el pertenecía ahí.- Hice una pausa, me estaba quedando sin aire. -En ese momento mi madre me despertó, no creo, ni aunque pasen décadas y décadas, me olvide de su mirada: la decepción y la completa tristeza se fijaban en mí. Me dijo que me vista, que me esperaría abajo y eso hice. Para cuando baje, vi a los enfermeros vestidos de blanco, mi padre abrazaba a mi madre que no paraba de llorar mientras que Brandon no quería soltarme. Ninguno me dijo nada, lo último que escuche decirle a mi madre fue ‘’Estarás bien’’- levante la mirada para ver a Jacob que lloraba en silencio- Estarás bien me dijo y luego me entrego una cadenita que aún conservo. Los enfermeros me tomaron por los brazos como una puta loca y me subieron a la ambulancia, yo no entendía nada hasta que llegamos al lugar donde pase los últimos tres años. Y sabes que me encantaría decirte que estuve viajando por todo Europa recorriendo país tras país pero no es así y no te da una idea lo que lo avergonzada que estoy. Me arrepiento de todo.- Dije.

-Janel...- no podía ni emitir palabra de lo compungido que estaba.

-Al principio fue una mierda, nadie comprende que no vas a hacerlo nunca más si sales y luego te das cuenta que es entendible. Allí adentro conocí las personas más fuertes, que se tropiezan y no dudan ni un segundo en volver a levantarse pero también están aquellos que apreciaba demasiado pero sabía que no saldrían de allí.- Dije.

-¿Sigues en contacto con alguno de ellos?- Pregunto Jacob.

-No muchos pudimos salir, pero los que lo hemos hecho estamos en un grupo. Nos informamos de nuestras vidas y nos alegramos por el otro, el sentimiento es puro.- Una nueva lagrima se derramo.- Uno de nosotros está muy mal y creo que va a recaer, me duele en el alma.