rocket ship [b.s]

VIII

Viernes por la mañana. Con eso simplifico mi estado de ánimo, no está bueno que siempre me exprese como loca y quede como tal. Aunque pensándolo bien, quizás si lo sea. No me juzguen.

Obviamente teníamos escuela, es decir, el mundo no se detiene porque yo tenga una cita. Claro que no, Janel. Pero debería, es como un evento que sucede cada siglos y debería quedar en la memoria de todos los presentes.

Bueno ahora si hablando en serio, me había estado sintiendo mejor los últimos días e incluso hoy. Estaba positiva, amable con todos, hasta me vestí de rosa ayer y me gustaría recalcar que al parecer no lo hago muy seguido ya que cuando me vieron llegar vestida así Becca y Claire casi se desmayan. No sé qué está mal con ellas, fue solo un maldito día y el rosa no es tan malo, de vez en cuando.

 No habíamos hablado mucho con Brad, y era justo lo que necesitaba quizás pero a la vez era raro, como explicarme… teníamos una cita, que a mi visión de la vida es algo bastante serio. Puedes salir con muchos, pero tienes citas con pocos. Y la primera es totalmente decisiva para saber si habrá una segunda o bloquearas su número en tu teléfono. Como seguro adivinaran, de las tres citas que tuve en toda mi vida me solía pasar más seguido la segunda opción que la primera.

El buen humor me invadía de manera notoria pero tenía que calmarme y tratar de no ponerme en vergüenza como siempre, me gustaba jugar a que algunas cosas no me importaban nada cuando si lo hacían en realidad.

Brad era una de esas cosas.

Opte por subirle con todo a Touch de Troye Sivan para empezar a arreglarme para el colegio, elegi un vestido floreado con una campera de jean ya que se podía sentir la brisa entrando desde mi ventana. Mi pelo había despertado siendo un total desastre así que decidí atarla en una cola alta con un pequeño moño. Baje rápidamente para encontrarme con una nota de mi madre en la cocina de que se ausentaría dos días debido a que una tal tía Edith se había enfermado y debería cuidar de ella. Genial, una mujer con dos hombres en la casa no es nada bueno y más si esa mujer soy yo y esos dos hombres son mi hermano y mi padre. Con suerte no lograríamos quemarle la casa a mi pobre madre.

Vi la hora y me pareció demasiado tarde para desayunar y es que me había tardado bastante en mi cuarto. Así que tome mi bolso con mis cosas del colegio y salí apurada para chocarme con Brad en la puerta.

No encuentro las palabras adecuado para explicar el gran susto que me lleve.

-Hey, hasta que saliste. Si te demorabas más tendrías que caminar sola.- Dijo el.

-Recuérdame el momento en que te pedí que pases por mí.- Dije.

-No lo hiciste pero…- Soy buena interrumpiendo.

-Sí, tu casa queda en la misma dirección ¿no es así?- le sonreí y él se dio cuenta que lo había descubierto.

-Solo quería saber si seguía en pie nuestra cita de hoy. –me dijo de lo más tímido.

-Si. ¿Por qué no iba a estarlo?- Pregunte confusa.

-Ya sabes, lo que ocurrió ayer. Prácticamente huiste de mí mientras caminábamos.- Dijo el, algo apenado.

-Deberías estar acostumbrado con ese pelo- Dije y le golpee el hombro.

Luego caminamos bastante rápido hasta la escuela hablando de cualquier cosa, y en 15 minutos ya estábamos en el patio de entrada.

-Que incomodo es esto- le dije a Brad mientras veía como todo el grupo nos miraba de lejos con caras de sorpresa, menos Taylor que tenía cara de ‘’Yo lo sabía antes que todos’’.