XIX

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-¡¡¡¡NO MAMÁ, NO QUIERO, SUELTENME!!!!

-Hija tranquila- podía sentir la paz en su voz.

-MAMA HAZ ALGO POR EL AMOR DE DIOS, NO DEJES QUE ME LLEVEN- Las lágrimas ardían ante el roce con mis mejillas.

-Estarás bien.

Pero no sabía si era una afirmación o una pregunta.

Me desperté con el corazón en la boca y con lágrimas sobre mi cara, aparte de estar muy transpirada. Nuevamente el recuerdo de ese momento llego a mi mente, esta vez inconscientemente en mis sueños. Ya había soñado lo mismo los primeros meses que estuve dentro de la clínica, era un recuerdo que definitivamente se me estaba haciendo difícil de dejar ir.

 No existía peor forma de empezar el día, estaba más que claro.

Me levante de la cama y me dirigí al baño, evitando mirarme en cualquier objeto que me refleje porque sabía que daba pena o asco entonces quise ahorrarme la imagen. Ni siquiera me preocupe por apurarme para llegar a tiempo a la escuela. Me dio rabia ver que cuando salí de bañarme, todavía tenía media hora para alistarme, la vida me odia día a día.

Jeans, remera negra que por el tamaño podría ser de mi padre y las zapatillas que uso para hacer educación física fueron mi outfit del día, expresaban perfectamente cómo me sentía. D E P R E S I V A. Por suerte todos se habían ido para cuando baje para comer algo antes de irme a la escuela así que ninguno pudo decirme nada sobre como lucia. Me arrepiento haber faltado la mitad de la semana porque, de otra manera, me ausentaría pero ya era mucho. Lo único bueno es que era viernes.

Salí de mi casa luego a atragantarme con una galleta y me dispuse a caminar hacia la escuela. ¿Por qué todos lucen tan felices? Me hacen sentir peor, como si yo fuese la única que se viste de negro y lleva un humor odioso. ¿Dónde están los darks cuando uno los necesita?

Ya llegando al colegio solo quise entrar al salón de clases lo más rápido que pudiera sin intercambiar palabras con nadie (por el bien de ellos). Pase todas las malditas clases mirando un punto fijo y copiando sin siquiera saber que era lo que estaba haciendo, ni siquiera me moleste en pararme para ir al break a tomar un poco de aire cuando sabía que lo necesitaba. Me estaba ahogando en mi misma, si es que eso es posible. Las chicas vinieron a verme en los minutos que teníamos el cambio de hora, me sentía una estúpida por varias razones: 1. Hago preocupar a la gente que quiero. 2. Sé que todo lo que paso es por mi culpa. 3. Creo que Brad no asistió hoy, y eso no me gusta.

En un momento, y sin que muchos lo notaran, la secretaria entro al aula y le comunico algo en el oído al profesor. Ni me moleste en leerle los labios cosa que si hubiese hecho cualquier otro día en el que mi cuerpo tenga vida, cualquier otro día en el que no tuviera tal depresión como la de hoy.

‘’Simpson no vendrá por un par de días, al parecer tiene una gripe fuerte. Le daré puntos extras al que sea tan amable de llevarle la tarea, por lo menos de esta asignatura. ’’

Simpson era Brad, me parecía tan extraño cuando lo llamaban solo por el apellido. Ninguno de los que estaban en el salón respondió a pesar de que todos éramos un desastre y el profesor nos odiaba por ser ‘’el peor curso que ha tenido desde que comenzó a trabajar en esta escuela’’. Ni en un millón de años hubiese levantado la mano, no me daba la cara para ir a la casa de Brad como si nada.

‘’Evans, yo creo que los puntos extras te vendrían bien ya que has desaprobado el último examen. ’’ Este es ese momento en cuando ni siquiera recuerdas de que examen está hablando ni cuando lo tomo o si por lo menos asistí para hacerlo. No me moleste en discutirle al profesor porque sabía que de todas formas tendría que hacerlo, así que solo asentí.

rocket ship [b.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora