XII

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Ignorando su pregunta sobre cómo me encontraba, me dedique a hacer chistes tontos hasta llegar al Starbucks porque la verdad no quería aburrirlo con mis dramas y como todavía no le había contado lo que había pasado conmigo estos últimos tres años, tampoco creo que entendiera mucho de todos modos.

-Llegamos.- Dije fingiendo estar emocionada.

-Después de ti, my Darling.

Entramos al local que no estaba tan concurrido por ser domingo a la tarde y al ver la gran variedad de bebidas que podía pedir me sentí tonta debido a que solamente había tomado frappuccino de dulce de leche y siempre pedía lo mismo por tener miedo de comprarme algo que luego no me guste.

-Bradley, tanto tiempo amigo y ahora traes la compañía de una hermosa señorita.- Dijo el chico detrás del mostrador mientras me miraba y sentía como Brad me abrazaba.- ¿Lo mismo de siempre?

-Mason, cálmate que está conmigo. Si, ¿tú que vas a pedir?- Me preguntó.

-Frappuccino de dulce de leche, por favor.

-Pedidos tomados, ¿Cómo es tu nombre linda?

Brad rodeó los ojos como por décima vez desde que habíamos entrado, supongo que al ser amigo de el solo estaba bromeando para ver lo molesto que se ponía.

-Janel.

-Me gusta tu nombre, tomen asiento que yo me encargare de llevarle sus bebidas cuando estén listas.

Tome la mano de Brad y lo guie hasta una mesa, dentro del local por temor de que se largue a llover en cualquier momento. Cualquiera en este momento podría ver lo tenso que estaba, lo último que quería es que el la pase mal por una broma.

-Brad, ¿estás bien?

-Si de maravillas, en mi mejor momento.- Es muy malo tratando de disimular su enojo, incluso peor que yo.

-Bradley Simpson celoso, si me pinchan no sangro.

-Janel asegúrate la próxima vez de no decir esas frases en voz altas, me avergüenzas.- Se rio con su particular carcajada.

Mason llego con nuestros pedidos luego de unos minutos, y ya no parecía como si el estaría haciendo una broma sino que hablaba más enserio que nunca. Cada vez eran más mis intentos fallidos por que se vaya de la mesa y deje de coquetear conmigo, ni siquiera quiero describir como estaba Brad a esta altura.

-Mason ¿Qué haces ahí? Ven a trabajar ahora mismo.- Dijo alguien que parecía ser la encargada del lugar, bendita mujer.

-Debo irme- Me dijo- ¿Nos vemos pronto? Es decir, ¿Saldrías conmigo?

La expresión de Bradley se podría definir entre el emoji sorprendido y el que está todo rojo enojado, la mía no era muy distinta tampoco.

-No lo creo, voy a estar ocupada saliendo con Brad.- No sé porque dije eso pero era lo mejor que se me ocurrió en el momento, le tome la mano- ¿Ves esto?- le mostré nuestras manos enlazadas- Salgo con él.

-Bueno, disfruten sus bebidas.

Y sin más, se fue nuevamente a detrás del mostrador. Sentí como si invitar a salir a las chicas era una especie de trámite para él, si lo revotan no pasa nada. O está muy acostumbrado a que eso le pase o tiene a todas las clientas besándole sus pies.

rocket ship [b.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora