rocket ship [b.s]

XXVII

-Entonces estuviste toda la noche en una fiesta en la casa de alguien que no conoces y perdiste a Brad a los dos minutos que entraron dentro sumado a que conociste a un chico que te ayudo y los trajo hasta aquí a ambos del cual no sabes ni siquiera el nombre. Ni en mil vidas creo poder vivir algo así.

Escucharlo todo junto y de esta manera era mucho, y quizás si lo fue. Pero saber que esa parte ya había pasado me dejaba un poco más tranquila. Fue intenso.

Había llamado a mis padres y a los de Brad para decirles que nos demoraríamos unas horas más ya que estábamos desayunando con unos amigos. Pero la única verdad es que Brad estaba tomando un café súper cargado en el sillón mientras yo trataba de explicarle todo con calma a Taylor sin ponerme a llorar. Él quiso pegarle y pedirle explicaciones a Brad pero no era el momento y le pedí que guarde el secreto, no quería que nadie más se enterara.

Ahora solo quería recostarme en mi cama y dormirme por siempre.

No podía mirarlo a los ojos. No me salía. El no había dicho una sola palabra y de alguna manera lo agradecía porque no era el momento, ya había hecho demasiado.

Pero a pesar de todo quería cuidar de Brad.

-Tengo que irme. Necesito irme. Pero si quieres mañana puedo venir y hablamos tranquilos.- Dije a mi amigo que lo notaba preocupado.

-Necesito que me jures que todo está bien y que no te ha pasado nada.- Dijo Taylor.

-Estoy bien aunque me gustaría estar mejor.-Mire a Brad que lucía totalmente perdido.- No tienes por qué preocuparte. Gracias por cubrirme, te quiero mucho.- Dije.

Era tiempo de volver a mi casa, parecía que habia pasado tanto tiempo.

-Brad voy a pedir un taxi, podemos compartirlo pero primero me dejara en mi casa. La camioneta de tu padre quedo estacionada en el mismo lugar que la dejaste ayer, tendrás que darle explicaciones a tu padre pero ese ya no es mi problema.- Dije lo más fría posible.

Brad solo asintió pero parecía como si no me hubiese escuchado.

Por dentro mi corazón se estaba desangrando.

Salude a mi amigo con un beso y abrazo y salí a la calle para esperar el taxi, estos minutos solos serán incomodos pero no voy hacer nada para evitarlo. No lo merece. Ya he hecho demasiado. Más de lo que me correspondería o cualquier persona haría en una situación como esta. Me sentía orgullosa de mi misma, había actuado de una forma muy madura y adulta para ser yo. Eso era lo único que me hacía sentir un poco menos triste.

-Esa campera no es tuya.- Dijo Brad, casi sin voz.

-Por lo menos eso recuerdas.-Dije y al segundo me arrepentí.

-Escucha Jan, yo puedo...- Dijo Brad.

-Me llamo Janel y no tengo ganas de escucharte. Tuve que vivir una de las peores noches de mi vida y sinceramente no me importa si todo tiene una explicación porque no quiero escucharla. Solo quiero irme a dormir y poder olvidarme de todo esto porque fue una mierda.- Dije llorando.

Quiso secarme las lágrimas y no se lo permití. Todo lo que había dicho parecía entrarle por un oído y salir por el otro. ¿No entendía que estaba enojada? ¿No veía que estaba herida? ¿Acaso no podía notar que todo lo que había pasado me lastimó y mucho?

-¿Cómo me encontraste?- Pregunto Brad.

-Una rubia con muchas curvas me llevo hasta un sótano y allí estabas, tirado en el piso y yo sin saber que te había pasado. No sabía que creer pero ¿Sabes algo? Me alegre por verte y corrí hacia ti sin pensarlo, nunca te dejaría.- Dije y me encargue de remarcar las últimas palabras.

No podía ni quería ser la única sintiéndose mal. La angustia me estaba consumiendo. Nadie entiendo cómo me siento en este momento, quiero abrazarlo y no soltarlo nunca más. Que mal se sintió esas horas sin su compañía.

El taxi llego y el camino a casa fue un completo silencio. Mi mente lo necesitaba. El taxista me miraba llorar por el espejo retrovisor y en un momento me alcanzo un pañuelo para que me secara las lágrimas, se lo agradecí con la sonrisa más fingida del mundo.

Brad en un extremo y yo del otro.

Finalmente había llegado a mi casa.

-No te bajes y toma esto para pagar el taxi...-Dije ofreciéndole unos cuantos billetes.

-Yo tengo, no hace falta.-Dijo Brad.

-Te han robado todas tus cosas. No tienes nada, puedes aceptar el dinero. Que tenga un buen día señor.- Dije.

Me baje del taxi y me hubiese gustado escuchar lo que Brad me dijo pero no lo hice. Tenía que calmarme porque mis padres y mi hermano podían verme en este estado y esto no tenía nada que ver con Brad, porque era a mi quien no me permitirían ni ver la luz del sol si les llego a contar todo lo que pase.

Entre y salude a mi madre que estaba en la cocina y mi padre que estaba tomando el desayuno y leyendo el diario en el comedor. Todo parecía tan tranquilo.

El huracán no pasó por aquí.

Les comente que Brad no entro porque yo se lo pedí ya que estaba muy cansada y que la habíamos pasado muy bien, habíamos bailado tanto que mis pies me dolían mucho y esperaba que no me haya dejado ninguna marca.

No quería mentirles pero no me quedaba otra opción.

Subí a mi habitación, me duche y me puse mi pijama. Deje la campera de cuero la silla de la computadora, revise los bolsillos para ver si había algún rastro de su identidad que hasta ahora era todo un misterio para mí pero lo único que encontré fue un papel doblado. Me anime a abrirlo y me cayó una lagrima al leerlo, era una nota.

''Sonríe, lo peor está por venir. ''

Me tape hasta la cabeza como cuando era niña y no me quería escuchar más las peleas de mis padres. Ahora no quiero escuchar a nadie, ni siquiera a mí misma. Ciento como mis parpados cada vez pesan más.

Finalmente un poco de paz para mí.

''Él me sonríe al otro lado del pasillo, sus ojos brillan más que nunca y quiero abrazarlo más que nunca. Corro hacia el pero en el medio del camino, desaparece. Me vuelvo loca tratando de encontrarlo pero solo tengo su foto en un cuadro roto que me observa desde el piso. Llueve y estoy llorando. Me quede sola y no sé cómo hacerlo sin él. Mi mente grita en el silencio de la soledad. Vacía. Regresa a mí. ''

Me despierto.

Pienso que quizás el está triste.

También lo estoy.

Esta situación es tan miserable pero no me toca a mí tratar de mejorarla.

Y eso me asusta. 

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N/A: Volví. Cada vez falta menos para el final, espero que lo estén disfrutando tanto como yo.