rocket ship [b.s]

XVI

Golpee por segunda vez la puerta de madera con cada vez menos esperanzas de que haya alguien que me abra, capaz Brad había pedido que no me abran y era totalmente entendible. No hacía más que arruinar todo con el últimamente. O todo en general.

-¿Janel?- La mama de Brad me invitaba a pasar amablemente, había olvidado su nombre.- Brad no está pero espéralo adentro, la tarde se está poniendo fresca.

Tenía razón así que acepte su invitación, la casa tenia calefacción así me saque la campera negra de cuero que la señora de inmediato se ofreció a colgármela en el armario de la entrada. Al parecer estaba sola, tenía una taza de té por la mitad sobre la mesa. La casa era completamente silenciosa en eso me hacía acordar a la mía en las tardes. Jesse ,el perro, entro por la puerta que daba el patio y la madre de Brad enseguida lo echo a afuera.

-Te haría una taza de té, pero solo tengo verde. No creo que te guste.- Me dijo.

Adam querido.

-Me encanta el té verde.

Ella sonrió y puso agua para hacerlo. Todo parecía en orden, totalmente ameno que hasta me daba ganas de llorar o quizás yo soy demasiado sensible. Me fascinaba cada uno de los detalles, es como una casa sacada de alguna foto de weheartit.

-Me gusta que todo tenga su lugar en la casa y pueda lucirse.

-¿Lo hizo todo usted?- Pregunte.

-Así es, pero la mayoría de los muebles que ves aquí eran de mi madre. Cuando ella falleció, me los traje a casa. Para ese tiempo yo me estaba recién mudando con el padre de Brad.

-Bonita manera de recordarla.

Ella asintió, podía verle ese brillo en los ojos cuando hablo de su madre. A veces trataba de imaginarme que sería de mí cuando mis padres fallezcan y era algo duro de admitir que pasara en un futuro.

Ella tomo una taza  como la de ella, puso el saquito de té para luego servir el agua de la pava recién sacada de la hornalla. Me lo entrego delicadamente como si su corazón estuviese en sus manos y me lo estuviese dando. Demasiado profundo para ser una taza de té verde.

-Janel, hay algo de ti que me agrada.- Dijo interrumpiendo el silencio que se había provocado por mi admiración a todo.

-Me gusta escuchar eso, no suele pasar con muchas personas.- Trate de hacer un chiste pero ella tenía la cara seria, pero no estaba enojada, sino que hablaba en serio.

-¿Te gusta Brad?

W O W. No estaba lista para una pregunta como esta.

Habla con el corazón, Janel, el maldito corazón que tienes en el lado izquierdo de tu pecho.

-Si señora, me gusta. Pero siento que no es solo eso, es algo más profundo si se quiere decir.- Ella me miraba interesada- No se trata solamente de gustarme físicamente, es disfrutar cada momento que paso con él y el saber que va a estar a mi lado es un sentimiento inexplicable. Me gusta tenerlo cerca y lo extraño cuando no es así.  Tiene un hijo genial.

Y con esto último, juro, que no lo dije solo para caerle bien.

-Ya lo sabía, pero siempre es bueno saberlo de otra persona que no sea su madre.

Ambas reímos. Me sentía tan cómoda con ella que creo que ni con mi madre podría haber dicho lo que dije. Era loco pensar en lo que le había ‘’confesado’’ porque ni en mis más profundos pensamientos de esas noches en las que no puedes dormir, había pensado así. Pero también me sentía feliz de haber sido valiente y afrontar de una vez por todas lo que me pasaba con él.