rocket ship [b.s]

XXI

Creo en mí, sé que puedo hacerlo. Pense por donde podía empezar a contarle y es que la historia es tan larga, pero no me privaría de contarle ningun detalle aunque duela.

-Hace unos años mi padre tenia un cargo realmente importante en una empresa y eso implicaba reuniones y relaciones con personas importante, el lo odiaba pero siempre pensó en el futuro de mi hermano y mio. Era un ambiente muy falso porque al final del dia lo único que les importa era cerrar el trato y a la mierda con tu vida, hasta que conocimos una familia que era muy similar a la nuestra y nos hicimos amigos. Digo hicimos porque su hijo se convirtió en mi mejor amigo y por mucho tiempo eramos un trio inseparable con Brandon, tengo los mejores recuerdos que te puedas imaginar. —Dije.

-¿Cómo se llamaba el chico?- Pregunto Brad, interesado.

-Aaron, ese era su nombre. Pase las mejores tardes jugando con él, estoy orgullosa de decir que fue mi único amigo durante la infancia claro que después llegaron los chicos. Luego de unos años el y su padre dejaron de venir tan seguido como solían hacerlo para luego enterarnos de los padres iban a divorciarse, se los veía siempre tan unidos que esa es una de las cosas que nunca lograre entender. Dije apenada.

-Estar unidos no significa estar enamorados.- Dijo él.

-Sí, pero yo era chica para tener esos pensamientos profundos- El rió- Los detalles de la separación los guardare por respeto, pero tuvo que pasar un tiempo viviendo lejos con su abuela por los problemas. No lo vi por unos años. Nadie lo supo pero fue horrible para mi cada uno de sus días sin verlo sumado a que Brandon se distanciaba cada vez mas de mí, la adolescencia le afecto bastante. En esa época conocí a los chicos, Jacob siempre trataba de hacerme sonreír y en ese momento no valoraba todo lo que hacía por mí, hasta creo que gustaba de mi como yo de él tiempo después.

-Correcto, demasiado para mí.- Dijo Brad y se aclaró la garganta.

-Lo siento, pero solo para aclarar siempre fuimos amigos. Luego de dos años, estábamos con todos los preparativos para mi cumpleaños número catorce cuando mi madre me conto que Aaron volvería y se quedaría con su padre unos días en casa. Sentí como el alma me volvía con esas palabras. Y así paso pero el ya no era el niño feliz que era unos años atrás porque la separación y todo lo que había tenido que vivir lo hizo sufrir demasiado para ser tan chico. No hablaba, apenas comía y estaba más pálido que nunca pero a pesar de todo: Estaba enamorada de él y me dolía que ni siquiera me mirara luego de todo lo que lo había esperado. —Dije.

-Eso debió ser duro.-Dijo Brad tratando de ponerse en mi lugar.

-Sí que lo fue. Pero un día cuando mi madre nos mandó a comprar volvimos a ser como en los viejos tiempos, empezamos a salir, éramos novios digamos. No recuerdo con exactitud se quedó junto a su padre en mi casa, pero fui feliz cada uno de sus días es que simplemente nunca me aburría estando con él y eso solo me paso dos veces en mi vida.- Brad me miraba curioso.- Si la otra vez, eres tú.

Hizo un gesto de victoria y reí un poco, luego volví al relato porque todavía quedaba lo más importante. Y lo peor.

-Pero llego el momento de despedida, su padre había conseguido un trabajo en Francia y creo que estaba tan feliz por su progreso que ni siquiera me puse a pensar de que probablemente no lo volvería a ver. Hicimos una promesa de que algún día volveríamos a saber del otro por cualquier cosa, y días después de su partida su padre me llamo dándome la noticia de que Aaron se había suicidado.

Sentía el calor de la mano de Brad junto a la mía y las lágrimas llegaron a mis ojos de solo pensar en ese momento de tanta tristeza para mí.

-Sin dudas viaje a Francia para su velorio donde éramos muy pocos para despedirlo por última vez, mi familia siempre estuvo apoyándome y dándome fuerzas porque sabía todo lo que el significaba para mí. Antes de que nos volviéramos, su padre me dio una carta que el había dejado para mí y la sigo conservando, cerrada incluso ya que nunca me sentí lo suficientemente fuerte como para afrontarlo. —Dije honestamente.