XV

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Logre ver a Taylor cuando entraba a la escuela así que me puse a caminar en su dirección, parecía como si no hubiese dormido en años y estaba demasiado pálido. Su remera es la misma que tenía puesta ayer en mi casa sino me equivoco.

You look like bad news.

-¿Cómo va todo?- Taylor me miro con una cara de ‘’ ¿En serio me estas preguntado eso, perra?’’.

-Supongo que no bien, ¿Qué ha pasado?- Dije tratando de corregirme.

-Terminó conmigo.- Estuve a punto de preguntar ‘’ ¿Quién?’’ porque las neuronas no me funcionan bien a la mañana pero luego supe que hablaba de su novia.

-Taylor lo lamento mucho, ¿Qué puede hacer por ti?- Estaba tan apenado, es decir, ella lo llamo para terminar con y él había salido de mi casa tan emocionado por verla.

-¿Quieres saltearte las clases conmigo? No estoy ánimos de sentarme y escuchar a esas viejas que no hay tenido sexo en siglos.

En otro momento de mi vida hubiese dicho ‘’No, ¿Cómo te atreves? No nos saltearemos las clases de ninguna manera’’ pero ahora y con él en este estado, no podía decir que no.

-Si tú no estás de ánimos, yo tampoco. ¿Qué tienes en mente?

Lo mire y apenas sonrió, le di un fuerte abrazo y bese su mejilla para luego tomarlo de su antebrazo. El sabia donde iba pero yo estaba bastante desconcertada, igual yo me pierdo con salir cuatro calles a la redonda de mi casa.

-Llegamos.

-Oh no.

Una casa de tatuajes era lo que tenía en frente mío, recuerdo una vez pensar en hacerme uno cuando estaba en la clínico algo así como ‘’Stay Strong’’ pero está más que quemado así que removí esa idea de mi cabeza. Taylor camino decidió y entro en el local, yo me quede unos segundos mirando el lugar y luego lo seguí.

-Solo mayores de 18, muchacho.- ¿Por qué será que todos los tatuadores tienen ese aspecto de malos o violentos?

-Lo soy.- Le presento un documento, probablemente falso, en el escritorio del señor que también tenía unos cuantos kilos de más. Me mataría si escuchara lo que estoy pensando.

-¿Y tú muñequita?- De pronto escuche su voz refiriéndose a mí y me dio miedo su mirada.

En este momento es en el que agradezco a mi escuela por no imponernos un uniforme, de otra forma, eso nos hubiese delatado.

-Solamente vengo a acompañarlo.- Dije con mi voz temblorosa.

El hombre se retiró de la sala con la excusa de ‘’preparar todo’’ y me acerque a Taylor rápidamente, viéndolo ahora parecía nervioso.

-Jan mierda, tienes que parecer más segura, más madura, de más de 18.- Me retaba como si fuese mi padre, claro que mi padre nunca me diría eso.

-Ser madura no significa hacerse un tatuaje, te aclaro.- Le dije y pude ver en su mirada como la tristeza volvió a él.

-¿Estás conmigo o no?

Sin tiempo a responder el hombre nos invitó a pasar a la sala donde se haría el proceso del tatuaje y yo ya empezaba a transpirar, mientras Taylor se encontraba al otro lado explicando que y como quería su tatuaje lo que no pude escuchar nada debido al volumen de la música. En las paredes colgaban fotos de algunos tatuajes hechos a clientes supongo y más arriba estaban cuadros con fotografías de este mismo hombre con 20 años menos y algunos famosos. Por lo menos sé que tiene experiencia en el asunto.

rocket ship [b.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora