XVII

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A pesar de ser miércoles, era el primer día en la semana que asistía a clases creo que igual fingiré estar resfriada cuando pase cerca del preceptor para no levantar sospechas. Agradezco que no hayan llamado a casa de otra manera: Chau vida.

Mi madre me recordó que tenía que volver temprano porque hoy tenia control médico, lo había olvidado por completo. Ya había pasado seis meses del último que había tenido y todo estaba normal en ese momento según los estudios y eso me alentaba un poco pero estaba asustada. Resulta que todo lo que había consumido había afectado notoriamente a mi sistema nervioso, era de esperarse, y al principio me trataban en la clínica pero cuando me dieron el alta de la misma el doctor me hizo comprometerme tanto a mis padres como a mí de asistir a un control cada seis meses para asegurarse de que todo seguía igual y no había ‘’desperfectos’’.

-Toc toc, ¿Janel estás ahí?

Taylor golpeaba mi cabeza como si fuese la puerta de una casa. No sabía explicar en qué momento llegue a la escuela y hace cuánto tiempo él está a mi lado, lo veo más animado y eso me hace sonreír. Me disculpo por estar tan distraída y me pregunta que es lo que me trae así, imposible de explicarle sin contarle toda la historia.

-Si es por, ya sabes, lo de la clínica… lo sé. No le pegues a Jacob, el solo quería hacerlo menos difícil para ti.

Estaba sorprendida y enojada en cierto punto, era mi tema, mi historia, mi problema y me hubiese gustado yo ser la que les haya contado todo. Era difícil de entender el pensamiento de mi mejor amigo, pero sabía que él no tenía ni un gramo de maldad.

-Si de algo sirve, yo lo suponía.

No, no servía pero no iba a decírselo. No me gustaba que lo haya supuesto, que haya pensado así. Me hacía sentir horrible, me hacía sentir que todos pensaban que terminaría de tal manera.

Quería llorar ya mismo.

-¿Puedes decirme algo? Me estas asustando, tu nunca estas callada.

Era la segunda persona que me lo decía en dos días, los odio. Mire mi celular para saber que todavía nos quedaban quince minutos para entrar a la cárcel, digo al aula así que lo tome del brazo y nos sentamos en un banco. El más incómodo en el que me he sentado en toda mi vida, para hacerlo más descriptivo.

-Tengo control médico, estoy tan nerviosa y asustada que siento que tengo que calmarme o todo me saldrá mal. No lo entiendes, no quiero volver a ese lugar.-Tape mi cara con mis manos, odiaba ponerme tan histérica por cosas que las personas ‘’normales’’ considerarían estúpidas. Yo misma me daba vergüenza, eso sí que es triste.

-¿Quieres que te acompañe? Quizás si estas acompañada es mejor, aparte yo no tengo nada que hacer en la tarde.

-No lo digas como si iríamos al parque, Taylor.

Rodee mis ojos y el rio, me atrajo hacia el para abrazarme y luego darme un beso en la cabeza. Mismo lugar que minutos atrás estaba golpeando. Sonó el timbre y automáticamente nos paramos de nuestro lugar, por desgracia, nos tocaban clases separadas y ahora que lo pienso aun no me he aprendido el horario de memoria por ende ni idea de que asignatura me tocaba.

Vida, sorpréndeme.

En un momento razone lo que Taylor me había dicho: Jacob les había contado pero la pregunta era si a todos, con eso claramente me refiero a Brad. Lo Imagine alejándose de mí y sentí una punzada en el estómago.

-¿Quiénes lo sabes?

-Todos, las chicas y yo. Brad no.

rocket ship [b.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora