Embarrassment || MINSUNG

Capítulo 11.

Jisung hacía días que no podía pensar con claridad. Constantemente se encontraba con esa extraña sensación en el estómago, era similar a aquella sensación de nerviosismo que sentía cuando tenía que realizar un examen importante, o cuando tenía que exponer frente a toda la clase. Era similar, pero no igual, ya que esta era reconfortante de alguna manera. Últimamente el pelinegro se ponía más nervioso de lo habitual estando a solas con Minho

Hyunjin solía burlarse de él diciendo que Minho le había hecho una especie de "amarre". Jisung solo quería pasar más y más tiempo con Minho, incrementar el contacto físico con el mayor le agradaba. Era todo tan extraño. Jamás había experimentado nada similar, o por lo menos no de ese calibre.

Jisung no quería admitirlo. Muy en el fondo, en lo más recóndito de su ser, sabía que sentía cosas muy fuertes por el castaño, era obvio que había una gran química y conexión entre ellos más allá de la amistad; pero Jisung seguía temeroso, tal vez solo estaba confundiendo las cosas, obviamente no le diría absolutamente nada al castaño. No quería arruinar su relación, y menos a sabiendas de que el mayor obviamente lo rechazaría y probablemente lo tacharía de enfermo, le dejaría de hablar por completo.

Jisung se sentía frustrado y triste, incluso le costaba dormir por las noches. Se hacía miles de ideas erróneas en la cabeza.

Probablemente con el tiempo lo superaría...

¡Maldita sea! ¿Desde cuándo había comenzado a mirar al castaño con otros ojos?

Recordó la vez que se conocieron, tras ese vergonzoso incidente. Cuando resultó que el castaño asistía a su misma escuela, desde el principio llegó a sentirse nervioso e incómodo por su presencia, sin embargo ese sentimiento era debido a lo apenado que se sentía por la vergonzosa caída. Poco a poco fueron haciéndose más cercanos, Jisung ya lo consideraba una de las personas más importantes en su vida.

¿En qué maldito momento se había ido todo a la mierda? Jisung intentaba con ahínco sepultar los absurdos sentimientos que afloraban.

Odiaba sobrepensar todo. Tras atormentarse un par de horas, por fin se quedó dormido.

[...]

—¡Adivina a quién le quitaron el castigo! —canturreó alegremente Hyunjin.

—No me digas... ¡A Jeongin! —Hyunjin puso los ojos en blanco.

—Sí, pero a mi también. Y para celebrar mi libertad y mi nueva amistad con Jeongin, y también para celebrar que nuestro patético grupo de dos, se extendió a un hermoso grupo de cuatro, como siempre soñé-

—Hyunjin, ve directo al punto. Quiero dormir un poco antes de que inicie la clase de la vieja asquerosa de Tronchatoro, pero tu molesta charla no me deja —siseó Jisung con tono cansado. Esa noche no pudo conciliar el sueño hasta a altas horas de la madrugada, todo por pensar en un particular castaño con risa de hiena.

—Vaya humor de perros hombre. Bueno, como te decía, para celebrar los recientes acontecimientos, iremos a la fiesta en casa de Mingi, mañana después de la escuela. Todos están ansiosos por ir, será de las mejores fiestas del año, incluso irán alumnos egresados —Hyunjin no cabía de la emoción.

—Olvídalo. Estoy muy cansado como para asistir a fiestas. Ahora déjame dormir.

—¡Pero claro que vas a ir! Aunque tenga que arrastrarte y atarte irás. Minho y Jeongin irán, ¿por qué tu no lo harías?

—Por que soy un apático asocial de mierda.

—Eso ya lo sabemos todos, ardilla —Hyunjin se agachó hasta su altura, quedando frente al pupitre de Jisung. Se acercó hasta su oído y susurró—. Quizás sea una buena oportunidad para que compartas babas con Minho. Podrías echarle la culpa al alcohol.