Embarrassment || MINSUNG

Capítulo 17

Ese día Minho no lo esperó. Ni el siguiente. Ni el día después de ese. Jisung caminaba solo hasta la parada del autobús con la esperanza de encontrarse con el castaño. Nunca estaba.
Cuando caminaba por los pasillos, lo saludaba, pero este lo ignoraba. Se sentía herido.

¿Había hecho algo mal?

Por qué el castaño lo evitaba tan de repente.

Dolía.

—¡Minho! —gritó cuando se lo cruzó por el pasillo, este hizo ademán de querer contestarle, pero cierta castaña lo interrumpió, tomándolo por el brazo y llevándolo lejos de ahí.

Jisung suspiró. No entendía nada. Al parecer Minho estaba con Eunbi. ¿Entonces por qué le había dicho todas esas cosas y lo había besado?

—Demonios —suspiró cansado. Últimamente se sentía exhausto, pensaba demasiado acerca de todo. Fue a una máquina expendedora a sacar una gaseosa. Abrió la lata y empezó a beber su contenido. Su vista cayó en el pequeño hueco que había entre las gradas y la pared. Reconocería esa cabellera donde sea.

Minho y Eunbi se encontraban besándose. La castaña arrimaba todo su cuerpo al de Minho.

Lo único que oía, era el latido de sus venas en las sienes.

Jisung, con sus corazón bombeando a mil por hora y al borde de las lágrimas, lanzó con todas sus fuerzas la lata de refresco contra el par de tortolos. El líquido había golpeado el rostro de Minho, y la mayor parte del refresco se vertió sobre la ropa de Eunbi, a lo que esta gritó indignada.

—¡Quién rayos fue el imbécil! —a este punto Jisung ya se encontraba a varios metros de distancia. Por suerte no lo habían alcanzado a ver, o eso creía. Quería pasar el resto del almuerzo en el baño, pero se había cansado de estar solo. Corrió hasta el pasto donde se encontraba Hyunjin, charlando alegremente con Jeongin.

Hyunjin fue el primero en verlo, y al observarlo acercarse lo saludó con una sonrisa.

—Hey-

Se vio interrumpido, porque en cuanto llegó se abalanzó sobre él, escondiéndose en su cuello mientras lloraba. Hyunjin acariciaba su espalda como si de un bebé se tratase.

—¿Qué te hicieron? Dime quién fue para ir a partirle la cara. Nadie se mete con mi bebé.

—¿Quién fue Jisung? Le daré una paliza por ti. Pego bastante fuerte. Preguntale a Hyunjin.

—Créeme. Pega demasiado fuerte.

Jeongin se unió al abrazo y entre los dos lograron calmar a Jisung.

—No quiero hablar de eso ahora —sorbió su nariz. Ambos lo apretujaron más fuerte. No insistieron más.

—¿Quieres gomitas? —ofreció Jeongin

—S-sí —respondió Jisung entre hipidos, comiendo las gomitas que el menor le extendía. Se dejó mimar hasta que el timbre sonó, indicando que debían volver a clases.

—No quiero volver. Debo estar más hinchado que un condón con agua en estos momentos.

—Podemos no entrar si quieres.

—Escapemos de la escuela —sugirió Jeongin.

—Pero y nuestras cosas Jeongin —afirmó Hyunjin.

—Le diré a Yeosang que nos las de a la salida e invente una buena excusa por nuestra ausencia.

—Yeosang me cae muy bien. Me gusta. —expresó Jisung.

—A todos nos gusta Yeosang. Solo falta mirar su rostro —dijo Jeongin, los tres rieron, logrando aligerar el ambiente.

—Está bien. Nos saltaremos las últimas clases. Iremos al baño a lavar tu rostro y después escaparemos y nos encontraremos detrás del viejo edificio de ciencias, Jeongin irá discretamente a la máquina expendedora por snacks, y miraremos Shrek desde mi celular. ¿Te parece bien? —Jisung asintió, aún aferrado al cuerpo de Hyunjin.

—Iré a comprar los snacks. Tu lleva a Jisung al baño —Jeongin y Hyunjin compartieron una mirada cómplice y asintieron. Hyunjin llevó a Jisung hasta los baños con uno de sus brazos entrelazados. De camino al baño se encontraron a Minho y a Eunbi, que lucía una gran mancha roja en el centro de su suéter. Su rostro parecía querer matar a alguien y Minho lucía hastiado.

Jisung se estremeció y evitó la mirada del par, aferrándose más al brazo de Hyunjin y acelerando el paso.

—¡Eunbi pero que te pasó! Luces como si te hubiera vomitado un oso encima —vociferó Hyunjin, la chica lo fulminó con la mirada. Minho pareció reprimir una risa, pero al posar su vista en Jisung, dio paso a una mueca triste. Hyunjin los observó confundido, pasó de largo al par y llevó a Jisung por fin al baño. Lo ayudó a enjuagarse la cara y a acomodar sus cabellos. Una vez listos, se asomó por el pasillo, pero la perfecta iba pasando, verificando que no quedara nadie vagando por los pasillos. Ambos retrocedieron paniqueados. Ingresaron a un cubículo y se escondieron ahí. En ese momento Hyunjin le envió un mensaje a Jeongin.

Hyunjinnie 💫💓💞

Teniente.

Aborte misión.

Prefecta a la vista.

Diríjase al baño con la mercancía.

Cubículo seis para ser precisos.

Visto✅✅

Zorro Hermoso 🦊 (MiEsposoTeamo💗💗💗)

Entendido soldado.

Llegaré cuanto antes con la mercancía.

Cambio y fuera.

Visto✅✅

Jeongin llegó después de unos minutos. Escondió los snacks en su ropa, siendo casi descubierto por la prefecta, pero logrando llegar ileso a su destino. Se apretujaron los tres como pudieron dentro del pequeño cubículo. Se encontraban en una posición algo incómoda, pero eso no evitó que vieran shrek mientras devoraban snacks, todo hasta que alguien dejó un fétido olor que no les permitió seguir.

[...]

—Hagamos una pijama en mi casa —sugirió Jeongin, a lo cual reaccionaron entusiasmados, saltando como dos niños pequeños en una juguetería. En ese momento Minho salía de la escuela junto a Eunbi.

—¿Deberiamos invitar a Minho? —preguntó un muy incrédulo Jeongin a punto de llamarlo. Hyunjin reaccionó rápido tapando su boca.

—Creo que eso no sería una buena idea —Jisung no le había contando nada, pero su instinto lo hacía presentir cosas.

Una vez en casa de Jeongin, tras atascarse de chatarra y ver películas y pelear con almohadas, Jisung les contó absolutamente todo.

—Ese tipejo. Lo golpearé en cuanto lo vea.

—Lanzaré bicarbonato de sodio en sus ojos—sugirió enojado Jeongin.

—Y yo quemaré su suéter.

—Les agradezco mucho por todo chicos. Y aunque me encantaría que lo hicieran, creo que no vale la pena. Solo me ilusioné por un tonto beso, pero lo superaré.

—Aún así lanzaré bicarbonato en sus ojos.

—Y yo quemaré su suéter.

La noche pasó tranquilamente entre risas y comida chatarra. Jisung agradecía tener amigos tan buenos como ellos. Probablemente estaría arrojándose de un puente de no ser por ese par.

A la mierda con Minho.