Embarrassment || MINSUNG

Capítulo 19

Minho estaba agotado. No era su intención lastimar a Jisung de esa manera. Se encontraba entre la espada y la pared. Habían pasado a ser desconocidos en un abrir y cerrar de ojos. No lo soportaba más.

—Intenta acercarte a él, y verás como todo su mundo se viene abajo —susurró.

—Sabes qué, ¡hazlo maldita sea! ¡hazlo de una maldita vez! ¡estoy cansado de ser tu marioneta!, ve y busca algo de ayuda profesional psicópata de mierda.

—¿Estás seguro? Mañana es la reunión de padres. No dudaré en exponer el video frente a todos.

—No te tengo miedo. Haz lo que quieras.

—La vida de tu pequeño Jisung será una mierda. Me aseguraré de que lo sea.

—No mientras yo viva. Jódete Eunbi —dijo por última vez. Salió corriendo mientras sacaba su dedo medio hacia la castaña.

El timbre de sálida ya había sonado hace varios minutos. Después de discutir con Jisung en la máquina expendedora, se quedó ahí, abrazando sus rodillas el resto del día y sintiéndose patético. Reflexionó acerca de todo y se negaba alejarse del castaño, quizás era egoísta pero prefería que Eunbi revelara todo, a tener que separarse de él.

Si corría quizás lo alcanzaría antes de que esté llegara a la parada de autobús. Corrió y corrió, como si su vida dependiera de ello.

Y ahí estaba.

Caminando a paso lento sobre la solitaria tarde. Se acercó a él dubitativo, aún no reflexionaba acerca de qué le diría. Quizás era muy precipitado. Aún podía dar marcha atrás y rogarle a Eunbi que no hiciera nada. Jisung se dio la vuelta al notar una presencia a sus espaldas. No dijo nada y siguió su camino.

—¡Jisung, espera!

—¿Ahora que mierda quieres? Creí que habías terminado de hablar, o mejor dicho, de no aclarar ni un carajo.

—Entiende que todo es demasiado complicado. No sé qué hacer.

—Habla —Minho guardó silencio—. ¡Maldita sea, por qué no puedes solo solo decirme! Odio que te guardes todo. ¿Tanto te cuesta ser sincero por una vez en tu maldita vida? ¡Dilo de una maldita vez maldición! —Jisung estaba demasiado enojado, que rompió una botella de vidrio que había en el suelo, logrando cortarse la mano y sangrar terriblemente. Minho lo miraba en silencio, preocupado, y con los ojos cristalizándose.

—Solo... no sé qué decir.

—Ese es el problema. Nunca sabes que decir, y yo ya me cansé de esperar. Vete a la mierda Lee Minho. ¡Vete mucho a la mierda! —se dio vuelta y comenzó a caminar lejos de ahí.

—¡Jisung!

—Cállate. No quiero escuchar ninguna palabra que venga de ti. No me sigas. —Jisung caminó y caminó, sin rumbo fijo y con la mente demasiado nublada como para pensar con claridad. Finalmente se desplomó debajo de un puente, frente al río Han. Ya había oscurecido. Jisung no tenía idea de por cuánto tiempo había estado caminando, pero a juzgar por sus piernas adoloridas, había sido mucho.

Se sentía mal, se sentía como la mierda. El clima estaba jodidamente helado y él no traía siquiera un ligero suéter que lo cubriera. No sabía qué hacer. Seguramente el último autobús ya había salido y Jisung no tenía dinero para un taxi. No quería caminar. Estaba exhausto, no tenía pensado moverse. Lo único en lo que podía pensar era en Minho. Solo podía llorar debajo de un jodido puente.

"Patético" pensó.

[...]

Tanto su vista como su mente se encontraban demasiado nubladas, tanto así que cuando sintió esas cálidas manos enjugar sus lágrimas, y atraerlo por la nuca hacia su pecho, ni siquiera hizo ningún mínimo esfuerzo por apartarlo. Rodeó el cuello del castaño y se hundió en él. Ni siquiera se dio cuenta en qué momento llegó, probablemente lo estuvo siguiendo todo ese tiempo, y él, al ir tan ensimismado en su ira no se dio cuenta.