Capítulo 2

2K 115 15
                                    

"Black Midnight"
Camille POV

Mi vida cambió por completo el día que mi padre murió en un accidente automovilístico. Siendo solo una niña, aún tenía la esperanza que después de un largo y agotador viaje de negocios, él entraría por mi puerta y, como de costumbre, me daría uno de sus apretados abrazos. Todos los días lo esperaba sentada en el borde del último peldaño de la escalera, que daba a la entrada principal. No me atrevía a darme cuenta de que nunca volvería, y que ese día tan esperado solo era una fantasía en mi cabeza.

Por supuesto, una niña de nueve años no puede esperar mucho más, pero a medida que fui creciendo, reconocí que ese deseo que tenía albergado en mi, jamás se haría realidad. Nunca pude aceptar el hecho de que mi padre ya no estaba conmigo; él era mi total felicidad. Sentí como si mi mundo se hubiera derrumbado a mi alrededor; Era como si una parte de mí hubiera sido enterrada en el mismo cementerio que el hombre que me había enseñado y dado al mundo. Todo había cambiado, y a medida que pasaron los años me di cuenta que no tenía más remedio que aceptar mi nueva realidad.

Catorce años más tarde, al finalizar mi estancia en la universidad tenía claro el camino que quería seguir: ser parte del FBI, tal como lo había hecho mi padre en el pasado, y algún día ganar el mismo respeto del poder judicial del gobierno por la exitosa carrera que había llevado.

Era consciente de que, a pesar de no estar conmigo, estaba orgulloso del camino que elegí, y quería asegurarme de no decepcionarlo, participando así en la investigación que nunca pudo concluir. Quiero asumir la responsabilidad, completar aquello en lo que lo vi trabajar tan duro y poner en alto nuestro apellido frente a la justicia anticipada.

—¿Estás lista para abordar el avión? —pregunté después de observar como mi amiga giraba la cabeza de un lado a otro casi como un búho.

—Sólo necesito unos minutos más.

—El avión no puede esperar, será mejor que nos vayamos.

—Aunque no le agradaba la idea, Stephan me prometió que llegaría a tiempo para despedirme — respondió, mirando la pantalla de su teléfono celular, esperando un mensaje.

—Dominique, lamento deshacerte de tus ilusiones, pero Stephan no estará aquí. Si hubiera querido, ya se habría mostrado aquí; después de todo, hemos estado esperando durante más de cuatro horas.

—Me envió un mensaje de texto hace media hora para decirme que estaba retrasando un poco debido al mal tráfico de la ciudad, especialmente a estas horas. Además tenía que entregar algunos documentos importantes antes de llegar.

—No te hagas esto a ti misma, Dom.

—¿Hacerme qué?

Sin duda, Emily la habría abofeteado más de una vez si hubiera estado aquí presente, para que dejara de actuar como una estúpida.

—Stephan no merece tener a nadie a su lado, es un demente que deberia estar internado en un hospital psiquiátrico —dije en voz baja para que nadie más pudiera escucharme.

—Eres la más consciente de que no puedo cortar mis lazos con él, esté loco o no.

—Si no lo detienes, esto terminará de la peor manera posible.

—Créeme, lo he intentado anteriormente, no hay forma de lograrlo, si es que...

Sin embargo, antes de que pudiera terminar de hablar, su teléfono suena abruptamente, obligándola a responder la llamada tan esperada.

—Es Stephan, tengo que contestar.

Opté por no compartir mis tres mil y un comentarios porque no quería sabotear el momento que había estado esperando durante horas. Sin embargo, todo lo que diría sería algo que ella no querría reconocer.

En Contra del Tiempo (Nueva edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora