Capítulo 9

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Oscuridad
Alessandro POV

Natalia Morgan es una de esas personas que pueden controlar tus pensamientos incluso cuando no quieres que lo hagan. Cada persona es responsable de sus propios pensamientos pero muchas veces la acción suele ser involuntaria. Ella es bastante adictiva. Peligrosa como una droga. Ella puede hacerte arder en el fuego del infierno como al mismo tiempo ser el agua bendita que lo extinga, todo depende de qué manera la trates.

Ella no reacciona normalmente;es una salvaje incontrolada. Una auténtica pesadilla de la cual por una razón indefinida no me gustaría despertar. Podría describirla como si tuviera un rostro agradable con algunas características de aspecto inocente, pero en realidad esconde en su interior un alma oscura.

¿Cómo alguien con un nombre tan lleno de vida podía ser tan cruel?

¿Cómo una voz tan melodiosa podía ser tan despiadada?

—¿Estás escuchando, Alessandro, lo que dicen? —Fui reprendido por mi padre entre dientes.

Estaba tan absorto en mis pensamientos. Me sentí como si me hubieran transportado a otra dimensión y solo escucharla un parloteo a la distancia.

—Giulio, deja al muchacho —Edmond soltó una risa—. ¿No ves como lo tiene mi hija?

«Si supiera que su querida hija, lo único que me provocan son náuseas».

—Delante de ti, está el contrato que nos unirá no solo como familia, sino también como clanes, terminando con la hostilidad que ha prevalecido entre nosotros a lo largo de los años.

Sin soltar una palabra, tomé el contrato entre mis manos y me dispuse a hojearlo.

Simples cláusulas como:

No se debe matar a otro hombre de honor si no es estrictamente necesario.

•Nunca debe usarse la violencia en una disputa con otro miembro o asociado de otra familia.

•El principal medio de seguridad en la mafia es que alguien responda por otro individuo. Si ese otro individuo resulta ser un policía encubierto o un informante, se aplicará la pena de muerte de la manera más cruel y sanguinaria posible.

Hasta que uno de los puntos llamó mi atención.

El divorcio no es una opción para ninguna de las dos partes. Sea cual sea el motivo.

—¿Me estás jodiendo? —reí sin poder asimilar lo que he leído—. "El divorcio no es una opción para ninguna de las dos partes" —cité las palabras escritas en el contrato.

—Tenemos nuestras propias normas, las mujeres de la familia Ivanov no son el segundo plato de nadie —dijo el hombre.

—A la mierda sus putas normas —musité.

—Alessandro —mi padre se alineó a mi lado—. Si haces esto, habremos superado con éxito todos los obstáculos en nuestro camino.

—¿Cuáles obstáculos?

—Hasta que no se firme ese contrato, siguen siendo el enemigo. —Puso mucho énfasis en esa palabra final, haciendo obvio que necesitaba prestar atención a las formas en que eran mis enemigos—. Si fallas, no interferiré con lo que pase, será tu maldito problema.

—Necesito que mi abogado revisé cada uno de los puntos...

—No hace falta —Ivanov me cortó las palabras—. Tu padre ya se encargó de que lo hiciera.

«¿En qué momento?».

—El problema aquí es que mi padre no es el que aceptará tomar la mano de su hija. Puede que este contrato en su parte sea para unificar los clanes; pero su enfoque principal está en este acuerdo de matrimonio.

En Contra del Tiempo (Nueva edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora