❝ xvi ❞

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❝ "G" te ves bien para mí, "H" eres angelical, "I" eres la única a quien idolatro. ❞

—"A" you're adorable, Brian Hyland.

Una semana pasó y las cosas volvieron a la normalidad... Bueno, casi. Desde el incidente en el elevador Minsoo se había negado a usarlo de nuevo, así que usaba las escaleras y debía aceptar que aquello le hacía bastante bien puesto que en esos días había notado que el ejercicio de subir y bajar la ayudaba a cuidar su peso.

La otra cosa a destacar era su jefe que no dejaba de revolotear a su alrededor, pendiente de cualquier malestar que ella pudiera mostrar por más mínimo que fuera. Minsoo no era consciente de las intenciones de Son, pues si actuaba de esa manera era porque estaba poniendo el plan que había planeado con Lee para acercarse a ella, aunque todo lo que estaba logrando era cansarla.

Un día la señora Kim entró a la oficina de Son, sin detenerse siquiera a saludar a Minsoo o preguntar si él estaba ocupado. En sus manos llevaba una hoja de papel y desde ese día la sobreprotección de Hyunwoo para con ella pareció incrementar.

Así llegó el viernes y con él vino la tan temida convivencia de empleados. Era obvio para cualquiera que mirara la incomodidad y poco entusiasmo de todas las empleadas mujeres. Los superiores nuevamente prometieron asistir pero entre más se acercaba la hora para irse, menos interés mostraban. 

Cuando dio la hora de salir todos los trabajadores tomaron sus abrigos y bolsos y subieron al ascensor. Minsoo, Yuna y Eunri, sin embargo, bajaron por las escaleras, estas dos últimas por mera solidaridad con su amiga. Igual todos se iban a encontrar en el restaurante acordado previamente, que se retrasaran un poquito no mataba a nadie y hasta les beneficiaba a ellas, pues realmente no querían estar allí.

—El martes Boo me dijo que subí de peso —se lamentó Eunri en un suspiro—. Ya lo estoy escuchando mencionándolo apenas me vea comer, y luego el imbécil de Yoon me va a poner a atenderlos por ser la menor.

—Ni me lo menciones —se quejó Yuna—. Minsoo-ah, dime que al menos va a venir el vicepresidente. Si alguno de ellos está, no nos dirán nada.

—No lo sé —musitó la mencionada—. El señor Son dijo que vendría pero la verdad no lo creo.

Las tres chicas suspiraron, dándose por vencidas y aceptando la incómoda cena que esperaba a por ellas. 

Con paso lento se dirigieron al lugar, el restaurante elegido quedaba lo suficientemente cerca para ir caminando. Allí servían buena comida, lo sabían porque era el restaurante que se elegía generalmente para esas reuniones, al menos la carne del lugar era buena y les ayudaba a pasar la noche con la boca llena para no terminar diciendo algunas cuantas verdades.

Ya las estaban esperando, en la mesa de siempre. De hecho ya habían ordenado y tenían a la mujer más joven cocinando la carne como los aprovechados que eran. Eunri se lamentó por lo bajo, la chica que cocinaba se alegró sólo de verla, sabiendo el papel que esta tenía por ser la menor de los compañeros.

—¡Vaya! —dijo Boo, un hombre cuarentón y de barriga hinchada que, irónicamente, disfrutaba de hacer mención del peso de las compañeras cada que podía—. ¿Por qué tardaron tanto? Pensé que bajarían con nosotros.

—Recuerde que Minsoo-ah le tiene miedo a los ascensores —se burló Yoon, un tipo alto y delgado unos años menor que Boo, parecía reírse de la fobia de la joven mencionada y le dedicó una mirada de desdén.

—¿Cómo vas a temerle a un ascensor? —rió Boo, se le iban los ojos de sólo ver a las jóvenes sentarse, no era nada disimulado por lo que resultaba obvio cuando observaba los traseros y pechos de las mujeres veinte años menores que él.

Can't help falling in love || Son HyunwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora