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❝ Sí, tú eres adorable con tu sonrisa tan cálida, tus mejillas tan suaves. No hay nada para mí en esta vida más que amarte, y la manera en que te ves esta noche. ❞

—The way you look tonight, Frank Sinatra.

Después del discurso de agradecimiento, Minhyuk invitó a Minsoo a seguir platicando en los jardines. Se había dado cuenta que Lee amaba hablar, a pesar de no disfrutar las reuniones sociales, no tenía ningún problema con conocer gente y charlar toda la velada, siempre y cuando no le obligaran a beber alcohol.

En él halló muy buena compañía dado a que no pudo reunirse con sus amigas quienes la observaban alegres por haberse encontrado aun hombre tan guapo y carismático como Minhyuk. Ya después en la cena la obligarían a relatarles con lujo de detalle toda la charla que tuvieron y que tan bueno era Lee.

En el cielo el sol empezó a pintar el cielo de rosa y naranja, preparándose para irse a dormir y cederle el lugar a la brillante luna. Minhyuk miró su reloj y con pesar se dio cuenta que tenía que irse.

—Me la he pasado muy bien —aceptó, dando palmaditas en el hombro de la chica—. Si alguna vez necesitas un préstamo, llámame.

Le guiñó un ojo y Minsoo rió por la ocurrencia. Se intercambiaron números, dispuestos a seguir viéndose después, tal vez para ir a comer de vez en cuando y seguir hablando hasta que se hiciera tarde. Minhyuk volvió a la fiesta, listo para despedirse de los anfitriones y Minsoo se quedó allí, paseando sola en los jardines amplios y verdes, donde rebosaban los rosales y los tulipanes.

En la fuente habían plantado nenúfares y narcisos, y por ahí habían unos lirios también, Minsoo quiso ir a verlos de nuevo así que fue hasta allá, esperando a que el crepúsculo dejará de tardar tanto y apareciera de una vez.

—Sabía que te encontraría aquí —le llamó la voz de Son a sus espaldas.

Ella se dio vuelta, enderezándose puesto que se había agachado un poco para tocar los lirios. El mayor la miraba, bajo la dorada luz del atardecer y el perfume de las flores y el pasto verde y húmedo. De fondo se escuchaba el agua de la fuente y los ruidos de la fiesta eran lejanos, como un sueño.

—¿Necesitaba algo? 

—No, para nada —se acercó un poco a ella, con intención de ver también las flores.

—Estos son lirios —respondió Minsoo a la pregunta no hecha.

—Sus favoritos, ¿verdad?

—Sí —musitó, el aliento se le escapó momentáneamente, no esperaba que recordara algo así.

—Son bonitos, pero me gustan más las de la fuente.

—¿Los nenúfares?

—¿Esos son los que parecen flores de loto?

—Sí.

—Entonces no, los otros.

—¡Ah! Los narcisos.

—¿Sabes qué significan?

Sin darse cuenta habían comenzado a caminar, sin ningún rumbo, bañados en la luz del crepúsculo que empezaba a caer y les abría los brazos para retenerlos en su efímero abrazo, listo para pasar su corta existencia junto a ellos hasta que la noche apareciera y el crepúsculo se desvaneciera levemente como una hoja llevada por el frío viento. Y un corazón latió extasiado de un dulce amor, porque Minsoo se veía tan divina bajo esa luz que parecía un ángel digna de tener una religión para sí misma. Y su creyente más devoto ya había sido elegido.

Can't help falling in love || Son HyunwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora