❝ vi ❞

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❝ Y entonces vi su rostro, ahora soy un creyente, no hay rastro de duda en mi mente. Estoy enamorado y ahora soy un creyente, no podría dejarla aunque lo intentara. ❞

—I'm a believer, The monkees.

La mañana siguiente, Son no fue directamente a encerrarse en su oficina. Apenas puso un pie en el edificio su destino estaba claro y nada se interpuso en medio de este. La oficina de recursos humanos era azul, fría y no parecía muy amigable considerando que ahí se encargaban de las contrataciones y quejas y todas esas cosas de las que él no tenía mucho conocimiento.

La encargada del área le saludó con formalidad, extrañadísima de verlo allí, ¿Qué iba a estar haciendo el presidente de la compañía en su oficina? Si el ambiente laboral era muy bueno y eran raros los despidos o las renuncias. 

—Quisiera hablar sobre el contrato de mi asistente —explicó él, yendo directo al tema.

La señora Kim, que ya era mujer entrada en sus cincuentas y madre de dos hijos se sintió triste por Minsoo, esperando lo peor. Aunque no se conocían mucho, sentía mucha simpatía por la muchacha,  pues a pesar de ser joven y estar sobrecalificada para el puesto, parecía disfrutar mucho su trabajo y sólo bastaba con verla hablando con Yuna y Eunri en los almuerzos para saber que también disfrutaba la compañía de sus compañeras, aunque los empleados masculinos no sintieran lo mismo.

—Claro, pero, ¿puedo preguntar la razón?

—Quiero saber si podemos aumentar su sueldo —aclaró Son, notando como los colores volvían a la cara de la mujer.

—¡Ah! Lo siento —suspiró ella—. Por un momento pensé que la iba a despedir.

Él frunció el entrecejo, de sólo imaginar esa posibilidad se le revolvía el estómago ya que no quería ni pensar en lo que sería de él si no tenía a Minsoo cerca, y en esos pensamientos no había mucho profesionalismo, si hemos de ser honestos.

—Para nada —negó con la cabeza, alejando la idea de su mente—. Al contrario, lo que menos quiero es su se vaya.

—Claro, Minsoo-ssi es una gran trabajadora.

—Sí —sonrió Hyunwoo—. Pero quisiera que no le dijéramos nada sobre el aumento hasta que esté listo.

—En ese caso, déjeme pedirle la información a mi secretaria y, si gusta, yo misma le llevo el contrato para hacer las modificaciones.

—Me parece bien —asintió y después de unas cuantas formalidades, salió de la oficina, ni siquiera había tomado asiento de lo emocionado que se sentía.

Pero eso no era todo lo que tenía planeado para recompensar, porque una chica como Minsoo es rara de encontrar y, de nuevo, no hablaba sólo del área laboral. Tuvo que guardar su sonrisita traviesa, se sentía como un niño que acababa de hacer una diablura.

—Buenos días —saludó Minsoo cuando Son pasó frente a su escritorio, este se detuvo y se giró para verla.

—Buenos días —pareció dudar un momento su próximo paso, la chica prestó total atención a sus acciones, lista para acatar cualquier pedido de él —. Minsoo, ¿tiene planes para el almuerzo?

Esa pregunta sí que no se la esperaba.

—Pues no... O bueno, almorzar en la cafetería es mi plan de siempre.

—Entonces cancelelo  —la sonrisa de niño volvió a los labios de Son, y por alguna razón Minsoo no se fió mucho de ello—. La invito a almorzar.

Can't help falling in love || Son HyunwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora