❝ xiv ❞

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❝ Puede que no te ame por siempre, pero mientras haya estrellas sobre ti, no necesitas dudarlo. ❞

—God only knows, The Beach Boys.

La mañana siguiente tomaron la carretera que los regresaría a Seúl, esta vez Minsoo no durmió y el camino fue muy ameno pues escuchaban música tranquila y de vez en cuando conversaban sobre los pendientes de la oficina y las impresiones de ambos respecto a la visita. Ambos llegaron a la misma conclusión: ni Park ni Choi eran santos de su devoción, mas la secretaria Kim era muy agradable y hacía un trabajo muy bueno. 

Minsoo no mencionó nada sobre el incidente en el restaurante, prefirió guardarse esa información y traerla s su mente cuando lo necesitara, cuando quisiera pensar en algo bueno en los momentos malos. Tampoco hicieron mucho alboroto por lo de la noche anterior, las cosas no se pusieron raras y la joven comenzaba a sospechar que los sentimientos que sintió aflorar eran producto de la luna, tal y como pasaba con los hombres lobo o algo como eso. 

Durante el viaje pareció marcarse una especie de barrera, tal vez porque ambos estaban cansados y los dos tenían demasiado en qué pensar respecto al otro. Minsoo todavía negando cualquier pensamiento extraño con su jefe y éste sopesando sus opciones con la joven. No había mucha luz en el camino para él puesto que Minsoo no parecía afectada, al menos no como lo pareció la noche anterior cuando estuvieron cerca.

Y así llegaron a Seúl, la menor se sorprendió cuando entraron a esta, después de conocer un lugar tan mágico como Busan, estaba segura que su ciudad no le iba a brillar como antes. Pero lo hizo, el mundo seguía siendo ese lugar cálido que parecía ser en Busan y ella lo atribuyó a que el encanto de la ciudad todavía no abandonaban su sistema.

—Puedes tomarte el día libre, si quieres, debes estar cansada después de tanto trabajo —le dijo Son, conduciendo por las conocidas calles de Seúl.

—Está bien, si me tomo el día mañana tendré más trabajo, mejor enfrentarlo de una vez.

—Bien.

El mayor condujo hasta el trabajo, Minsoo sacó su pequeña maleta del portaequipaje, no quedaban muchas horas de trabajo y habían llegado justo a la hora del almuerzo así que sólo pondría su maleta debajo de su escritorio e iría a comer algo, se estaba muriendo de hambre. Habían decidido no parar a comer con tal de ahorrarse tiempo y todo lo que tenía en el estómago eran chucherías que compraron para aguantar el viaje.

Son fue directo a su oficina y tras él apareció el vicepresidente Lee, ansioso por escuchar todos los detalles del viaje. Este saludó rápidamente a Minsoo, él era de los poquísimos hombres en la empresa que no eran groseros con ella. 

La joven no prestó mucha atención a lo que sus superiores hacían, después de todo no era de su incumbencia y su teléfono estaba sonando. Era Minhyuk. 

—¿Hola? ¿Este es el número de Minsoo? 

—Sí, ¿Minhyuk? ¡Vaya! Ya pensaba que te había dado mal mi número.

—Lo siento, lo siento —rió el chico del otro lado de la línea—. Soy un hombre de negocios, ¿qué quieres que te diga? —bromeó, provocando que Minsoo rodará los ojos y riera también—. En fin, para que veas que no ha sido intencional, te invito a almorzar.

—¿Cómo? ¿ahora?

—Pues claro, ¿o todavía no es tu hora de almuerzo?

—No, sí lo es, ¿en dónde nos vemos?

—Yo te envió la dirección por mensaje.

—Bien —mientras decía esto, tanto Son como Lee salían de la oficina del primero—. Entonces nos vemos allí, Minhyuk.

Can't help falling in love || Son HyunwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora