❝ xxiii ❞

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❝ Voy a seguirte, te seguiré a donde sea que puedas ir. No hay océano tan profundo ni montaña tan alta que pueda alejarme de mi amor. ❞

—I will follow you, Ricky Nelson.

—Minsoo se está yendo —Yuna entró en su oficina—. ¿No va a seguirla?

Son siguió leyendo los números del reporte de ese mes, fingiendo serenidad a pesar de tener la carpeta con la renuncia de Minsoo a un lado.

—¿Por qué lo haría? 

—Yo sé lo que pasa entre ustedes —soltó Yuna, entonces Hyunwoo alzó la mirada—. Ella no me dijo nada, es obvio, usted no es nada discreto.

Recibió un suspiro en respuesta, Son volvió a concentrarse en el reporte. Estaba herido, no iba a detener a Minsoo aunque todo en su ser le rogaba salir corriendo tras ella. 

—Si ya terminó, puede retirarse.

—¡Tontos! —bufó Yuna.

—¿Disculpe?

—Lo que escuchó —la joven se plantó segura en medio de la oficina, retándolo con la mirada—. Tontos los dos: ella por miedosa y ciega y usted por orgulloso. Las cosas que valen la pena son las que se luchan.

—Park, le ruego que no me falte al respeto y que deje de meterse en mis asuntos.

Yuna no se intimidó en lo más mínimo, tal vez Minsoo la había mantenido alejada de todo ese asunto y ella no conocía los detalles de lo que había pasado las últimas semanas, pero tenía que intervenir, algo en su pecho se lo decía.

—Puede llamarme entrometida, despidame si quiere. Lo que haga no va a callarme, usted y Minsoo deben estar juntos.

—Usted misma lo dijo —Son se puso de pie, cansado del sermón—. No sabe lo que pasó, así que mejor no opine. Menos cuando quiere que vaya a buscar a alguien que, obviamente, no me quiere.

—¡¿Qué?! —Yuna tuvo que hacer un esfuerzo para no gritar—. ¡Si ella se muere por usted! Es tan tímida y tan correcta que no lo quiere admitir, pero el amor está ahí. Se le nota en los ojos, le brillan cuando lo ve, ¿acaso usted también es ciego?

Hyunwoo se quedó quieto, reflexionando esas palabras y saboreándolas. Aquello era una mera suposición de Yuna, no había ninguna prueba que comprobara su veracidad, mas eso le bastó. Sólo necesitaba algo a lo que aferrarse, porque su amor por Minsoo ardía con fuerza y nunca había experimentado tal sentimiento, jamás se desesperó por alguien ni mucho menos se retorció en celos. Sólo con Minsoo había conocido el desvelarse por quién uno ama y en su rostro encontró la cura a todos sus males.

¡Y quería gritarle al mundo entero que amaba a esa mujer! 

Yuna ya preparaba otra tanda de regaños que se quedaron atorados en su garganta, Son se incorporó y se acercó a ella, profundamente conmovido por un tonto sermón sin peso.

—¿Ya se fue?

—Apenas se iba cuando vine. Se fue por las escaleras, debe estar ahí.

Hyunwoo asintió, yendo a toda prisa hacia la salida de su oficina. Abrió las puerta y se volvió hacia la mujer.

—Vaya por el elevador, si la encuentra abajo detengala.

—¡Sí señor!

Y como alma que lleva el diablo, ambos se precipitaron hasta la salida. Ella se subió al ascensor y él bajó corriendo por las escaleras, rezando a todos los dioses por un milagro. Si tan sólo pudiera verla una vez más, aceptaría lo que viniera, incluso si ella le rechazaba directamente, al menos se quedaría con el gusto de haberlo escuchado de sus labios.

Can't help falling in love || Son HyunwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora