El Pasado Que Arrastramos | Elite |

6- Sustos

Las redes sociales se han convertido en algo muy importante en la nuestro día a día. Las utilizamos para entretenernos, para trabajar, para comunicarnos o informarnos. Gracias a ellas podemos aprender muchas cosas y las generaciones de ahora prácticamente han nacido con ellas. Desde pequeños se nos enseña como utilizarlas, que debemos subir y que no, también nos advierten de que pueden llegar a ser peligrosas y que tenemos que tener cuidado con quien hablamos ya que nos podrían estar engañando.

La parte oscura de las redes sociales no tiene limite y nadie sabia lo que se escondía a través de la pantalla. Existía la gente mala, estaban por todas partes, pero se escondían muy bien. Las redes sociales eran muy usadas por este tipo de personas ya que les favorecían mucho, podían tener otra identidad y tu no te dabas cuenta.

No saber quien te esta amenazando, chantajeando o simplemente intimidando es algo que te come por dentro. O eso sentía Guzmán cada vez que leía el mensaje que le había dado los buenos días.

Anónimo:

"Para la próxima cena podríais invitarme, al fin y al cabo somos viejos conocidos"

Junto con el mensaje mandaron una foto tomada desde lejos en la que estaban Nada, Mina y él cenando la noche anterior. 

Eso lo hizo sobresaltarse y mirar por toda la casa por si encontraba algún indicio de que alguien hubiese entrando por la noche, pero no encontró nada. Por eso decidió llevar él mismo a su mujer al trabajo y a su hija al colegio y se comprometió a recogerlas a las dos. Ese día no iría a trabajar, no sabia si contarle a alguien lo del mensaje, tal vez era alguna de las madres de Polo. El día de la reunión Marina les había mostrado muchas fotos de ellos que habían sacado los hombre de Begoña y Andrea, lo mas seguro era que fueran ellas las que habían mandado el mensaje.

Decidió visitar a su hermana, el día anterior le había cometido que ya habían terminado la mudanza y ya tenían casa propia, aprovecharía la visita y le comentaría el misteriosos mensaje que le llego esa misma mañana.

En la escuela de primaria San José de Calasanz, concretamente en el curso de 2ª A se encontraba Jorge haciendo sus deberes de Ingles, sus compañeros seguían intentando terminarla mientras él se aburría en su mesa. Se le hacia muy fácil la asignatura ya que toda su vida había estado viviendo en EE.UU y terminaba sus deberes muy rápido.

-Los que hallan terminado que cojan su merienda y se pongan en la fila- anuncio la profesora

Jorge rápidamente recogió su mesa, cogió el sándwich y se coloco el primero en la fila. Acompañados por sus profesoras, los niños fueron al baño y salieron disparados al patio para jugar con sus amigos. Algunos jugaban al escondite, otros saltaban a la comba y la mayoría de chicos jugaban al futbol. En mitad del juego Jorge se dio cuenta que se había olvidado el zumo que su madre le metió en la tartera y sin que los profesores le vieran, se dirigió a su clase. 

La misión de rescatar el zumo y bebérselo había salido a la perfección, ningún profesor le había pillado y podía volver a su patio para jugar con sus compañeros, pero decidió explorar la parte a la que tenían prohibida ir. Los niños de primero y segundo compartían patio y tenían prohibido estar en el de los demás cursos, pero Jorge además de travieso era curioso y quiso ver el patio de los mayores. 

Cuando ya lo exploro todo volvió al camino que lo llevaba a su patio, pero fue por la parte de detrás del gimnasio para que ningún profesor lo delatase. Allí detrás de la verja que separa el interior de la escala del exterior, había un hombre vestido totalmente de negro que lo miraba fijamente. Jorge se detuvo al notar la mirada del extraño y dio media vuelta para ir por otro camino, pero la voz de aquel individuo le detuvo